miércoles, 17 de abril de 2013

"Fiel a la Iglesia católica, pese a todo: pese a mis muchos pecados y tentaciones, pese a los de la propia Iglesia (LXXX)"



Y más señales “preocupantes” me supongo que llegarán, hasta el extremo de que en realidad no sé cómo no se han captado ya; sobre todo en un foro como este llamado Atrio...
 
Que no sé cómo no se han “captado” ya porque el papa Francisco no es progresista; por ende, no va a aceptar el rosario de peticiones típicas del progresismo eclesial: aborto sí, contracepción sí, matrimonio homosexual sí, relativismo teológico sí, eutanasia sí, ordenación de la mujer al ministerio ordenado sí…
 
A todo eso el papa Francisco va a decir que no. E incluso puede que diga que no al celibato opcional de los sacerdotes diocesanos que es quizá lo "más" a lo que podría decir que sí, de entre todo ese paquete de medidas de reforma progresista-, particular sobre el que podría pronunciarse, a favor quiero decir, pues es un hecho que docenas y docenas de pastores protestantes y clérigos anglicanos y episcopalianos norteamericanos todos los años son recibidos en el seno de la Iglesia católica a la plena comunión de vida y de fe. Estos pastores en su mayoría acceden al ministerio ordenado en la Iglesia católica, generalmente obteniendo una dispensa que los exime del celibato, pues la mayoría tienen esposa e hijos.
 
Sin embargo, yo creo que el papa Francisco lo que está pretendiendo, entre otros objetivos o cometidos evangelizadores y catequéticos que pretende, es el mostrar al mundo la alegría y el gozo de la fe en Cristo y en su Iglesia. Lo hace con menos pompa, bombo y platillo y gusto litúrgico que su predecesor Benedicto XVI, ciertamente, pero ambos papas, el emérito y el regente, pretenden lo mismo, a saber, tomarse en serio aquella exhortación de san Pablo: “Ay de mí si no evangelizara”.
 
Al menos me parece a mí que es así.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy en contra del celibato y estoy segura que, ante la escasez de sacerdotes, llegará el día en que los curas y hasta los obispos podrán casarse.Considero muy injusto que sí se acepten a los sacerdotes anglicanos y protestantes ya casados y no se lo permitan a los demás.Saludos

ayporquenosoycomodonquijote dijo...

Yo no estoy en contra del celibato, Charo, como estado de vida, ni en contra de la castidad consagrada o virginidad consagrada. Es un valor o carisma perfectamente evangélico. Y pastoral, por ende.

Es más: durante un tiempo sentí que Dios me llamaba a esa castidad consagrada. Luego no lo he visto tan claro, y además he entrado en un cierto conflicto con aspectos de la Iglesia que no me parecen nucleares en cuanto a la doctrina, pero que ahí siguen en mi intrahistoria.

Y asimismo está la perplejidad que me causa el liberalismo sexual de nuestro tiempo. A menudo me pregunto por qué es así, qué sentido tiene, qué puede aportarnos de bueno, etcétera.

Saludos "again2 y gracias por tus visitas. Quedo en deuda contigo pero este sábado, Dios mediante, ya te visitaré en tu blog.