Con todo, una aclaración a mi comentario anterior (nº CXVI):
España forma parte de Occidente, y hoy día el Occidente antaño cristiano es hogaño postcristiano y hasta apóstata, me atrevería a decir. El vacío de Dios se ha instalado en la conciencia de las masas, esto es, el vivir como si Dios no existiera; pero no en claves similares a las teológicas y cristológicas -y por ende soteriológicas -planteadas por un teólogo y pastor evangélico como Dietrich Bonhöefer -quien planteaba en efecto vivir como si Dios no existiera, pero no desde la negación de Dios sino desde una especie de autonomía de la ética secular con una apertura última a Dios-, y sí en claves de mero pasotismo, indiferencia, materialismo y paganismo.
Quizá por ello las comunidades católicas son en general débiles en la actualidad; repito: con todas las excepciones que se quieran, o de rigor. Pues no todo está perdido; esto es, no todo puede estar perdido porque, de ser así, de estar todo perdido, ha de colegirse que la Iglesia universal no puede sino ser un gran invento, una gran mentira, una gran estafa. O lo que es lo mismo: si "todo está perdido porque nada será recapitulado en Cristo, al final de los tiempos, ya en un tiempo escatológico", consecuencia inevitable de ello es que la Iglesia también quedaría reducida a un vulgar invento o negocio.
Buen sábado.