Sí, Javier:
Me quedan como 100 reflexiones pendientes de corregir, de temas muy diversos, y ya he explotado bastante el filón de la queja. En Atrio, en artículos diseminados por Internet y en mi propio blog. Hasta el punto de que los interesados en escuchar mis razones y mis quejas pueden fácilmente tener acceso a mis escritos, peor o mejor urdidos, y en cualquier caso nunca tan bien escritos como los escritos de D. Mario Vargas Llosa, bendita sea su pluma literaria.
La actualidad y mi propia salud exigen cambiar de guion. Y además la impotencia, lo confieso: por más que patalees nada vas a conseguir, nada, pues ya los hipócritas eclesiásticos que desde un principio sentenciaron pasar de mí, me la tienen jurada: "A ese, ni agua".
Así que también bendito sea el Hermano Humor, que diría Francisco de Asís.