lunes, 30 de junio de 2014

"La buena salud de la Diócesis de Canarias"

La inmensa mayoría de los docentes que conozco que imparten Religión católica en la escuela pública son burócratas, esto es, no son militantes católicos fieles al Magisterio. O lo que es lo mismo: son tibios, o se presentan como tales, y como mundanizantes, aburguesados, figurones, trepas, arribistas, espiritualistas desencarnados, cuando no directamente de vida escandalosamente inmoral: como docente que sobre todo he sido me ha tocado conocer, en primera persona, algunos casos tremendamente escandalosos de esto que digo. Los que son ejemplares, de los que me parece conocer a muy pocos... Pero ya sé: me replicarán que quién soy yo para juzgar... Ya: quién eres para juzgar, envidioso, fanático, resentido; dedícate a ser sumiso a los pastores de la Iglesia...

Solo que me quería referir a la entrevista que le ha concedido a la periodista italiana Franca Giansoldati el papa Francisco.  Para Il Messaggero. El Papa en un momento de la distendida entrevista pone el dedo en la llaga sobre la bajísima (catastrófica realmente) natalidad que impera en Italia y en España. No queda garantizado el relevo generacional, en absoluto. Y acierta el Papa al señalar que la crisis económica, el hedonismo y el egoísmo están en la génesis de la mentalidad antivida, antinatalista, solo que el papa Francisco se ha olvidado de señalar que la mentalidad antinatalista, practicada también por la inmensa mayoría de seglares profesionales eclesiales (escuela católica, profesorado docente de Religión católica en la escuela pública, facultades teológicas, centros culturales jesuitas, salesianos, teresianos, claretianos, diocesanos...) es hija de la falta de fe y confianza en Dios y en su Providencia.idem supra

La Iglesia misma tiene entre sus santos a un matrimonio italiano, padres de 21 hijos. Él tenía 38 años y ella 17 cuando se casaron. La Iglesia ha visto en ellos un ejemplo de radical confianza en la Providencia.

Obviamente, no abogo por familias de 21 hijos, por más que si alguna libremente lo desea, chapó, allá cada matrimonio... Pero tampoco abogo por el paripé de eclesiásticos de la talla del vicario general de la Diócesis de Canarias. A quien ayer por pura casualidad escuché un rato cuando entré en una iglesia para participar en misa, y al llegar tarde yo, resulta que me lo encuentro celebrando a él, y justo en el momento de la homilía, en plena homilía el nota. Sorprendido quedé porque esa parroquia la llevan religiosos franciscanos.

Hay que ser no sé qué, vicario, para decir las cosas que acerté a escucharte en unos pocos minutos, que me bastaron... Como llegué tarde a misa y como no suelo soportar así como así todas las situaciones que se me presentan, más si uno no las ha ido a buscar, me marché. Porque es que eso es lo que tú eres, hermanito, un eclesiástico que... Que mantienes como docentes de Religión católica a toda clase de burócratas antimilitantes, antinatalistas y tibios, y te quedas tan pancho, al tiempo que desprecias a otros que sí son militantes, por ejemplo yo, con tu permiso, sin modestia ni inmodestia lo digo: pecadores y falibles, como no podía ser de otra manera, pero militantes. 

(Ni que recordar habría que por estas críticas mías a tantos males que asolan la Iglesia, más me pagarán sus pastores con el desprecio, el ninguneo, el vacío; y más pasarán de mí, ahora que, luego de ocho infructuosos años en que no dije ni pío, solo les pedí ayuda, audiencia, comprensión, me he decidido a denunciar la injusticia del mal trato y el desprecio que me han propinado, como una forma también de contribuir a la denuncia profética. O sea, que hay que ser obtuso para, encima de haberlo pasado muy mal, autocerrarse aún más las puertas eclesiales denunciando estas verdades del barquero. Pero bueno: confío en Dios).

Vamos, que uno está tentado a suponer que cualquier charlatán de feria me pareciera más sincero que tú, Hipólito Cabrera, de verdad te lo digo: sincero hasta los huesos, que dijera el genial poeta peruano César Vallejo. Sincero hasta los huesos: al lado del desprecio que he recibido de ti, paisano, mis referencias a ti no son nada: ni a collejas llegan. 

Con el añadido o agravante de que un charlatán feriante "embauca" en cosas mundanas para llevar el sustento a su familia, no raramente familia numerosa. En tanto tú, Hipólito, sin embargo, hablas de las cosas de Dios (es "predicador" de Dios el nota), fiel escudero que eres de ese eclesiástico que se llama monseñor Cases Andreu. Mas ¿tú de verdad crees en Cristo o eres más bien otro apóstata, de los muchos que hay en esta Iglesia? ¿No es ya una ofensa a Dios el nivel de mundanismo, nepotismo, ambición de poder, carrerismo e hipocresía o doble vara de medir que existe en esta Iglesia?

Ambos, tú y monseñor Cases, habéis pasado de mí de la manera más cruel e inmisericorde: un comino les debe importar mi vida. Y sin embargo, nadie tiene que asegurarme que, por decir estas cosillas que digo, quien ha de pedirles perdón, llegado el caso, soy yo, quien ha de mostrar sumisión soy yo, que resulta que soy el apaleado y el despreciado... 

Y luego se quejan de que la gente ya no vaya a misa, de que las iglesias se vayan vaciando... Cuando lo cierto es que hasta demasiados van, me parece, a tenor del patético modus vivendi y modus operandi de tantos eclesiásticos. Tú incluido, hipócrita. Que ya darás cuenta a Dios, ¿o no? Yo, pecador, no las tengo todas conmigo, cierto, muy cierto, soy frágil y limitado, débil e indócil a Cristo, y compareceré ante el Tribunal de Dios. Pero ay de ustedes, pastores hipócritas, tibios y apóstatas... 

Qué pasada más grande, madre mía. 


1 de julio, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

domingo, 29 de junio de 2014

"Y no es el crotorar de la cigüeña"

Delacigoña:


Pues vale, lo dejamos en su "los que no reconocen la legitimidad del papa Francisco son un puñado de perroflautas fundamentalistas que parecen escapados de algún manicomio". Palabras suyas. El número que sean, solo Dios sabe. Pero si son unos poquitos, como usted sugiere, pues sea. Desde luego, por el "ruido" que pretenden hacer desde algunos sitios o webs de Internet que no voy a citar aquí, parecieran legión, una muchedumbre tumultuosa dispuesta a tomar la Bastilla, digo la sede de Roma, y liberarla del poder de Satanás.

Y conste que solo pretendo hilar fino en esta cuestión: de momento, y mientras no se demuestre lo contrario con datos "rigurosos", incontestables, el papa Francisco es legítimo sucesor de Pedro. Lo cual no significa que sea perfecto, en modo alguno; es imperfectísimo (valga la figura literaria, la acaso hipérbole), pecador, falible, ignora muchas cosas... Y si es antipapa, no hay modo de saberlo por ahora; de manera "póstuma", ya sería otro asunto. Y aun siendo antipapa (hipótesis), no tiene por qué ser malo malísimo ni de torva intención destructora de la Iglesia, pues antipapas hubo en la bimilenaria historia de la Esposa de Cristo que hoy son venerados como santos.idem supra

O sea, más despacio y con buena letra. Consejo que debo aplicarme en primer lugar yo mismo.

Buena tarde.


1 de julio, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.



"Puntualizando, que es gerundio"

Nazario Verdaddevida: 


Gracias por sus palabras. En este blog he leído comentarios de foristas que afirman que el mero llamar al Papa "el Bergoglio" puede significar ya una falta de respeto a la persona del papa Francisco. A quien el padre Canali, que demuestra sólidos conocimientos de teología y de historia y actualidad de la Iglesia, considera legítimo sucesor de Pedro al papa Francisco, por más que se muestre crítico el P. Canali con no pocos pronunciamientos y actitudes del santo padre Francisco. 

Pues bien: yo simplemente me he hecho eco de que en este blog o nido algunos atacan al papa Francisco desde posturas que me parecen ultramontanas, integristas, sedevacantistas, lefebvrianas o lefebvristas... Denominaciones o conceptos que no me invento yo. Así las cosas, algún que otro comentarista se ha picado, se ha debido sentir aludido, y me ha atacado "ad hominen" con expresiones despectivas. Cuando resulta que yo a ninguno en concreto he atacado. idem supra

Por lo demás, me parece bien que usted sea tradicionalista. El tradicionalismo según yo lo entiendo -igual estoy errado en ello- presenta aspectos interesantes, pero a mí, digo a mí, otros no me parecen tan interesantes. Y santas pascuas aleluya. Procuro apoyar o rechazar ideas, doctrinas, sensibilidades, no a las personas que protagonizan o abanderan esas ideas, doctrinas y sensibilidades; sin duda, como soy pecador y limitado, no siempre lo lograré. 

Buen domingo, festividad litúrgica hoy de san Pedro y san Pablo.


1 de julio, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

sábado, 28 de junio de 2014

"¿'Cum Petro et sub Petro'?"

P. Canali:

Innúmeros católicos dudan de la legitimidad del papa Francisco. Tú, que demuestras altos conocimientos de teología y de historia y actualidad de la Iglesia, deberías conocer esto. Entre los que niegan tal legitimidad, están los que han comenzado a difundir en medios de Internet el apelativo "cariñoso" de Berg, diminutivo de Bergoglio. Para así echarle en cara sus buenas relaciones con los judíos. Que yo alabo, pues no me siento en modo alguno identificado con las tesis lefebvristas, que son profundamente antisemitas. Y contra las cuales, por cierto, no arremeto, simplemente me resultan poco atractivas, o no lo suficientemente atractivas porque yo sí acepto de buen grado el Concilio Vaticano II.  Y por más que haya algunos en este blog La  cigüeña de la torre que se sientan molestos con mi postura, y no duden en tratar de arremeter contra esa mi postura, a veces con acusaciones "ad hominem".idem supra

En este blog opinan católicos que no aceptan el Concilio Vaticano II, o que lo aceptan con la boca pequeña, poniéndose los dedos en la nariz. Allá estos; no soy de su tecla, pero al contrario de lo que ya empìezan a hacer algunos, yo no me meto con ellos; procuro exponer mis opiniones con respeto; de no lograrlo siempre, una lástima.

Y por lo demás, lo de "antipapas, sedevacantistas, lefebvristas y otros términos afines" no me lo invento yo, Quién como Dios, no es un invento mío, hermanito, ¿de dónde sacas tú eso? Son los propios interesados los que se definen así, los que se proclaman así. O postulan.

Y encima, Quién como Dios, me adjudicas unos comentarios supuestamente despectivos o incomprensivos hacia la vida contemplativa católica. Alucina, Catalina. Yo no he abierto mi boca para decir nada sobre la vida contemplativa, nada de nada;y en todo caso, te aseguro que si la abriera sería para mostrar más bien admiración hacia ella, de modo que tus suposiciones me parece que mean fuera del tiesto.

Nada más. Un saludo en Cristo, la Iglesia y los Pobres.


Postdata: P. Canali, que lo acabas de leer tú mismo, seguro: según el propietario-administrador de este nido o bitácora en Internet, los que a estas alturas niegan la legitimidad del papa Francisco no pasarían de "un puñado de perroflautas fundamentalistas que más parecen haber salido de un manicomio". Palabras del bloguero y administrador de esta bitácora. Con las que pretende corregir mi idea expuesta de que son innúmera multitud los que así consideran al papa Francisco. No sé el número, ni que reconocer esto habría; solo Dios conoce...


1 de julio de 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

"Con el judaísmo como trasfondo o raíz"

Es muy probable que el papa Francisco demuestre, un día sí y otro también, que no tiene la altura intelectual de papas como el emérito Benedicto XVI, como Juan Pablo II o como Pablo VI, altísimo intelectual este, al parecer magnífico escritor del italiano. Solo que usar esto para tratar de ridiculizar al Papa me parece poco edificante, desde la perspectiva de la fidelidad y la comunión con la Iglesia, cuya sede es Roma y cuya cabeza más visibles es el Papa. 

Con todo, el quid de la cuestión radica en aceptar o no si es el Papa legítimo de la Iglesia. Según me parece haber leído del propio José Francisco Fernández de la Cigoña, administrador-propietario de esta bitácora, la postura "oficial" de este nido suyo es la de aceptar al papa Francisco como legítimo, y ni siquiera es deseo suyo el solo insinuar que es ilegítimo. 

Pese a lo anterior, aparecen aquí mismo voces católicas ultraconservadoras, limítrofes con el integrismo, que se mofan del papa Francisco. Así por ejemplo, el llamarlo Berg, inicialmente diminutivo de Bergoglio, y cualquiera de sus variantes, al parecer ha sido una ocurrencia nacida en una página web argentina adscrita al lefebvrismo. Llamar al papa Francisco Berg y resto de derivados léxicos sería una forma de echarle en cara su excesivo entendimiento con los judíos, toda vez que es muy conocido el tremendo antisemitismo que anida en algunos grupos integristas católicos, deseosos que están de que la Iglesia vuelva a reconocer que el pueblo judío debe ser llamado "pérfido y deicida". idem supra

Así las cosas y las intenciones, no le perdonan al papa Bergoglio su cercanía interreligiosa con el judaísmo, ni tampoco su ecumenismo. Ni tampoco el que no sea lo que se dice un eclesiástico de derechas. Aparte, obviamente, el no perdonarle todas las meteduras de pata del papa Francisco, su estilo como simplificador, su más que obvio demostrar día a día que no es precisamente lo que se dice un magnífico teólogo...

Sin embargo o en definitiva, a mí me parece (y es esta una opinión estrictamente personal) que huyendo de la papolatría, todo buen católico debe amar al Papa, que es el Vicario de Cristo. Rezar por él, respetarlo, no difamarlo, estar atento a su magisterio (también críticamente, constructivamente, pero sin caer en el polo opuesto de la difamación contra el sucesor de Pedro). Porque no en balde puso Cristo Jesús a Pedro al frente de la Iglesia, para que protagonizara el ministerio de confirmar en la fe a sus hermanos.



2 de julio, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social. 

viernes, 27 de junio de 2014

"Lento a la ira y rico en piedad"


Conocemos por la revelación bíblica que el corazón de Dios es misericordioso, "lento a la ira y rico en piedad". Y esto que conocemos del corazón de Dios, ya anticipado sobre todo en el judaísmo sapiencial y profético, culmina en el corazón de Cristo, alcanza su plenitud en el mensaje cristiano.

De modo que como bien recordaba el papa Francisco en su homilía de ayer en Santa Marta, Jesús no fue un fariseo moralista, tampoco un saduceo (y mucho menos un cínico, si bien algunos historiadores del cristianismo primitivo han emparentado parcialmente a Jesús con el movimiento filosófico sobre todo griego de los cínicos), ni un revolucionario zelota, por más que entre sus allegados hubiera simpatizantes de la lucha armada subversiva contra el poder opresor romano.idem supra

Jesús el Cristo, el Señor, predicó un mensaje moral radicalmente exigente; para el ateo F. Nietzsche, imposible de ser vivido, hasta el extremo de que afirmara aquello de que el cristianismo murió en la cruz con Cristo. Desde la misericordia entrañable de Dios para con sus hijos e hijas, Cristo Jesús nos revela a un Dios que es "Abba", esto es, "papaíto". Un Dios exigente, ciertamente, que nos pide todo, que nos va pidiendo una entrega creciente en pos de la perfección ("Sean ustedes perfectos como mi Padre del Cielo es perfecto", nos exhorta el Señor), pero que es misericordioso, y que perdona siempre, y que acoge y hace fiesta cuando el hijo pródigo se arrepiente (véase la parábola homónima correspondiente, una de las más emotivas de todo el Evangelio), pide perdón, y torna al Padre.


1 de julio, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

"Sombra y luz, trigo y cizaña, ying y yang..."

Considero que dialogar con la cultura es bueno, en principio, o casi que por principio, dijéramos. Pero sin que de ese diálogo se desprenda merma alguna de la totalidad de la Verdad de Cristo. 

La Compañía de Jesús nació para evangelizar en ciertas periferias culturales, existenciales, geográficas, fronterizas, misioneras. Y en este sentido, mucho y bueno y aun santo se ha hecho desde la Compañía de Jesús. Ayer y hoy, y seguro que también mañana, por más que algunas voces católicas pronostiquen que como la Compañía de Jesús no varíe su rumbo mundanizador o laicista radical, le quedaran dos o tres telediarios a los últimos mohicanos, digo los últimos jesuitas. De manera que muestra de ello, de todos esos logros de la Compañía de Jesús a lo largo de sus cinco siglos de historia, no solo es la santidad de vida de figuras descomunales como san Franciasco Javier, san Francisco de Borja, amén del fundador san Ignacio de Loyola...

Comoquiera que vaya a ser el futuro de la Compañía, ciertamente hoy día sí que parece una obviedad el constatar cómo se ha ido mundanizando a tope, "a juego" con los tiempos laicistas descristianizadores. Hasta el extremo de que con toda "justicia" pueden presumir de ser una de las órdenes o congregaciones de religiosos católicos más mundanizantes -y menguantes, ciertamente- de cuantas existen. Mundanizados a tope casi todos los jesuitas que conozco, más que fidelidad al Evangelio, al Magisterio y a la Tradición viva de la Iglesia parecen empeñados en fomentar "diálogos interminables" con el feminismo, por ejemplo, y acaso no para convertir a la fe de la Iglesia a las feministas proabortistas, no, qué va, sino más bien -por algunos de los frutos visibles de tal diálogo al menos- para intentar enmendar la plana de la doctrina católica con enmiendas a la totalidad de dicha doctrina bajo la forma o apariencia de aceptar el aborto, por ejemplo. O la mentalidad burguesa antinatalista de los nuevos modelos de familia. O la homosexualidad activa: todavía recuerdo, y ello sucedió hace algunos años no más, en un despacho de un centro cultural llevado por jesuitas un cartel promocionador de los derechos del colectivo LGTB. Palabra.
idem supra
Con todo quisque se puede dialogar -menos con el Demonio, a este nada, como bien ha recordado el santo padre Francisco-, y aun aprender de todos, dando cumplimiento a la recomendación de san Pablo, el Apóstol de los gentiles: "Dialoguen con todos, y traten de quedarse con lo bueno, lo noble, lo justo, lo auténtico que hallaren en los demás". De manera que lejos de actitudes intransigentes solo empeñadas en ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, también capaces de hacer equilibrios con las exhortaciones de Mt 7, 1-5 y Lc 6, 37 ("no juzgar para no ser juzgados, o juzgar desde el amor, no desde la condena), lo que tampoco procede es que nos cuelen goles por toda la escuadra pasando por alto el, en efecto, altísimo nivel de secularización-mundanización presente en la actual Compañía de Jesús.


1 de julio, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

"Sobre una fotografía de salesianos procesionando en Las Palmas vestidos de paisano"




En los colegios religiosos, salvo honrosas excepciones cada día que pasa más excepcionales, desde hace décadas no se evangeliza. Se forman, como mucho, a ciudadanos más o menos "respetables" y competitivos, pero no salen de las escuelas católicas, salvo honrosas excepciones, evengelizadores, militantes cristianos fieles al Evangelio, la Tradición viva de la Iglesia y el Magisterio.

No fomentándose el compromiso cristiano en la escuela católica -salvadas, siempre, las honrosas excepciones que solo Dios puede conocer en verdad-, no se fomenta tampoco la familia cristiana o militante: escuela de solidaridad, espiritualidad conyugal, apertura generosa a la vida: tener hijos según el plan de Dios. Los que Dios conceda. Para nada: lo que se fomenta es la familia pequeño-burguesa, políticamente correcta, a juego con el inmueble. Lógico, por lo demás, teniendo en cuenta el perfil preponderante entre los docentes o educadores de la escuela católica: abrumadora mayoría de burócratas antimilitantes, exigua minoría de militantes cristianos.

La mediocridad burguesa y lo políticamente correcto imperan en la escuela católica. Que es exactamente lo mismo que impera entre los docentes de Religión católica en la escuela pública. Y lo mismo que impera en la mayoría de las facultades teológicas católicas, y exactamente lo mismo también imperante en las agrupaciones culturales y confesionales católicas. Lo mismo mismito.

Falta fidelidad al ideal, que es Cristo, frente al mundo, que ha mundanizado la escuela católica.

En Las Palmas de Gran Canaria, aunque tienen el colegio situado en una zona a caballo entre la llamada "ciudad de los ingleses" y la parte final del más populoso barrio de Arenales, con su secular zona de "barrio chino" o de prostitutas (acaso recuerdo de cuando la zona portuaria de la ciudad estaba por San Telmo aún, no en el Puerto de La Luz y de Las Isletas actual), los salesianos siempre fueron la "hermanita pobre" de las escuelas católicas. Yo impartí docencia ahí, hace ya 20 cursos, 20 años, en mi primera experiencia docente seria, y aún era posible encontrar alumnos y alumnas de extracción verdaderamente humilde en las aulas del Colegio Salesiano. Pero lo que ya no era tan fácil era encontrar verdadera pastoral pujante cristiana, ímpetu misionero... Y por supuesto, dicho con todos los respetos, tampoco era ya nada fácil encontrar entre el profesorado contratado a auténticos católicos enamorados de Jesucristo y de su Iglesia.idem supra

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20 años más tarde, la cosa será mucho peor, incomparablemente peor: la mundanización-descomposición del catolicismo es ya mortal de necesidad: la Iglesia aparece, de tan acobardada, de tan mundanizada, presa fácil entre las garras del mundo.

De modo que siendo o estando así las cosas, así le luce el pelo a la Iglesia. Y la situación eclesial parece agónica. Y por ello creo que llevan notable razón los más tradicionalistas que opinan en este blog La cigüeña de la torre, con independencia de que yo mismo no sea ni lefebvrista ni nada parecido, ni tampoco frecuentador de la misa tridentina o según el misal de san Pío V. Y entiendo la alarma que les causa ver tantos modos secularizantes entre el clero católico.


2 de julio, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.