Lo que soliera repetir el filósofo Julián Marías, católico convencido, que en este 2014 cumpliría un siglo, si viviera: “Uno de los grandes males de nuestro tiempo no es otro que la aceptación social del aborto como un derecho de la mujer que habría de ser conquistado, y tras su conquista, garantizado, amparado legalmente”.
Ese brillante escritor que se llama Javier Marías contradiría la opinión de su ilustre progenitor; yo, con la certeza católica de Julián Marías, dilecto discípulo de Ortega. Pero claro, el aborto admitido como un derecho... Conquistado como un derecho.
Tradicionalmente el aborto fue un “fracaso”, un trauma, una salida de emergencia desesperada, un acto clandestino y comúnmente calificado de aberrante; vamos, un crimen. Hoy día, un derecho de la mujer.
26 de junio, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.
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