martes, 9 de abril de 2013

"Fiel a la Iglesia católica, pese a todo: pese a mis propios pecados y tentaciones, pese a los de la propia Iglesia (LXV)"



Javier Renobales:
 
Por alusiones, como suele decirse, te respondo; antes, agradezco que me tengas presente entre los que, como el ilustre sacerdote y tocayo mío Luis G. Morán, se manifiestan como deseosos de fidelidad al Magisterio.
 
Es verdad: me siento impelido o exhortado a ser fiel a ese Magisterio, cuya doctrina no exhorta precisamente a aplaudir el fatal desenlace que hubo en su tiempo con Giordano Bruno, sino más bien a lamentarlo. De todas formas, en mi primer comentario a este artículo o post ya dejé caer la perplejidad que sigo manteniendo con respecto a lo que entiendo que es una secular actuación de las autoridades eclesiales católicas en claves de fanatismo, autoritarismo, voluntad de exclusión, hipocresía y hasta cinismo.
 
El asunto es complejo. Porque además no todas las verdades del Magisterio están al mismo nivel: hay una jerarquía de verdades, en la Sagrada Escritura, en la Tradición, en el propio Magisterio. De manera que no es obviamente lo mismo la aceptación del dato de la Revelación, que el papa Francisco ha querido reafirmar que es un hecho histórico, que el “dato” sobre el mal obrar de las autoridades de la Iglesia en un determinado momento histórico con el caso de la condena a Giordano Bruno. Sin duda, el modo de obrar con el exdominico italiano fue cruel, indigno de seguidores del Resucitado. Pero ello tampoco ha de reconocerse al precio de validar a toda costa el pensamiento del pensador italiano, quiero decir, al precio de pretender cristianizar aunque sea con calzador su pensamiento ciertamente heterodoxo y aun herético.
 
Naturalmente, lo que se deduce de todo esto es la forma como habría que gestionar el pensamiento heterodoxo, librepensador: desde el diálogo, el respeto, el enriquecimiento mutuo, la búsqueda compartida de la verdad, puesto que esta, la verdad, se irá abriendo paso, ya sea con lentitud, con dolores de parto.
 
Buen día.



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