Y del declive de la Iglesia, papa Francisco (y lo que sigue ya he tenido ocasión de reconocerlo hasta en mi blog, muchas veces, blog cuya dirección no me permite ofrecerla el sistema informático de Religión Digital), somos responsables todos, ciertamente, esto es, víctimas y a la vez victimarios. Pero si me permites, santo padre, siervo de los siervos de Dios, son bastante más responsables o causantes no pocos de ustedes los pastores (obispos y curas, claro), porque mucho huelen a burocracias y poco a ovejas, empleando la expresión que tú mismo, querido papa Francisco, has empleado: en efecto, exhortas a que los pastores de la Iglesia huelan a oveja, de tanto entregar la vida y el ministerio por los fieles.
Pero no: el nivel de insensibilidad militante de los católicos (incluida mi mediocre vida cristiana, obvio) da hasta sentimiento, por no sentenciar que produce hasta risa.
Pero bueno: me figuro que habrá que creer que el Espíritu de Dios sigue soplando, a pesar de toda la mierda eclesial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario