6/12/2012
Fíjate en cómo estoy, amigo Teófilo Salvatierra: hoy me he visto ya dos películas, y ahora voy a por la tercera. Será esa obra maestra absoluta que es El testamento del Dr. Mabuse, del genial Fritz Lang (uno de mis directores de cine favoritos), quien, como sabes, tuvo que huir de la Alemania nazi con lo puesto, para así salvar el pellejo, abandonando a su esposa, que era nazi, filonazi, como que no en balde había sido la guionista de sus primeras películas (vamos, "el enemigo en casa" lo tenía, como quien dice).
Esta mañana vi Motivo de alarma, una entretenida historia de serie B, del director Tay Garnett (conocido sobre todo por su versión de El cartero siempre llama dos veces, para mí la mejor de las que se han rodado de esa historia basada en el libro de James Cain, uno de los grandes de la novela negra americanos), y esta tarde, El sureño, una que no conocía del gran Jean Renoir, ilustre francés, título perteneciente a su etapa norteamericana. El resto del día, música, noticias de radio, una hora y media de deporte a tope, he escrito algo, vida hogareña, y lectura.
La crisis sigue golpeando sin piedad.
Luis Henríquez. 8 de mayo, 2013.
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