Mientras pueda y sepa seguiré leyendo a José Ignacio González Faus, sj., porque me interesa, por libertad personal, por curiosidad intelectual, y porque sus "heterodoxias" no me parece que afecten al núcleo fundante dogmático de la fe. Pero igual estoy equivocado, y el que está en lo cierto es el obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández, quien acaba de comunicar que desaprueba la presencia del teólogo valenciano en el cartel de ponentes del Congreso de Teología Trinitaria que precisamente los trinitarios organizan por estas fechas en Córdoba, de donde es obispo monseñor Demetrio.
De todas formas, una cosilla querría señalar, obispo Demetrio. Como usted sabe (aunque usted me tuteara a mí, es un suponer, yo habría de tratarlo a usted de usted, y con reverencia, que para eso es usted el obispo, por más que estas maneras no siempre casen con el "modus vivendi" de Jesús de Nazaret y con la fraternidad radical que se desprende del espíritu del Evangelio, a la cual me parece que están más próximos los cuáqueros), ayer se celebró el segundo aniversario del 15 M.
Usted igual es buena gente, pero su cara no me lleva a la imagen que de Jesús me comunican los Evangelios. Muchos jóvenes del 15 M son hasta ateos, promiscuos, librepensadores, materialistas, hedonistas, etcétera, solo que un cierto aroma a Evangelio percibo en esas movidas: espontaneidad, igualdad, compromiso por la justicia, pasión por la libertad... Movidas cuyo ideario no comparto en su totalidad puesto que yo seglar que soy, al igual que usted, monseñor Demetrio, sucesor de los Apóstoles, me manifiesto contrario al aborto, a la práctica de la homosexualidad...
Con todo, la cosa es que en el gesto severo de tantos obispos...
Luis Henríquez. 16 de mayo, 2013.
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