martes, 7 de mayo de 2013

"En diálogo con el cardenal Ravasi (II)"



Y en efecto, cardenal Ravasi: la pobreza y la incultura, como acaban de señalar algunos foristas de Religión Digital, juegan a favor de la Iglesia católica, en el sentido de mantener a las gentes congregadas en el "rebaño". Pero a los hechos tenemos que remitirnos: en las jóvenes generaciones de latinos, en la juventud latina, por así decirlo, ya en modo alguno está tan presente al elemento cohesionador Dios o Iglesia católica. Para nada.

De manera que en no poca medida, las jóvenes generaciones latinas o iberoamericanas están también no poco secularizadas, o como si quisiesen sacudirse el influjo de lo católico en sus vidas. Para así irse incorporando a la modernidad secularizada occidental y europea. Con todo lo que esta comporta de crítica, rechazo y derrumbe de las normas católicas, de la fe católica misma.

Con todo, yo también sigo creyendo que las jóvenes generaciones iberoamericanas en general, salvo todas las excepciones que se quieran, siguen ofreciendo una respuesta más viva y entusiasta a la fe católica romana. Y a la noción de familia, etcétera.

1 comentario:

ayporquenosoycomodonquijote dijo...

De todas formas, cardenal Ravasi, el "quid de la cuestión" para todo esto está donde es, es el de siempre: la tensión entre identificarse con el mundo e identificarse con el Evangelio en fidelidad al Magisterio.

Pero ustedes no están libres de culpa: la mayoría de los seglares que conozco que viven en lo profesional gracias a la Iglesia (escuela católica, facultades teológicas, Cáritas y resto de movidas confesionales...), ni con el testimonio de haber formado matrimonios militantes generosamente abiertos a la vida, la solidaridad y la espiritualidad predican. Y ahí siguen. En tanto a mí, que sí querría ser fiel al Magisterio hasta en eso, algunos de ustedes me han humillado e ignorado y despreciado a tope.

Por eso usted, cardenal Gianfranco Ravasi, podrá ser un bendito de Dios -y ojalá lo sea, que la Iglesia necesita de tales benditos-, solo que a mí, viendo en lo que se está convirtiendo día a día que pasa la iglesia católica en España, y sobre todo considerando cómo me han puteado, ya me cuesta mucho creerlos a ustedes, la verdad. Me cuesta horrores.

Salud y paz.