23/4/2012
Saludos, Teófilo Salvatierra:
Ayer fue una "odisea" el llegar a mi casa: llegué pasadas las 2 de la madrugada. Sin coche, se me escaparon las dos últimas guaguas que pasan por Las Arenas, después de atravesar todo el Paseo de Las Canteras, de punta a punta, caminando, con lo cual tuve que volver también caminando hasta por debajo de El Corte Inglés, al lado de la iglesia del Pino, con el peso de los libros; y encima el bolso se me rompió y tuve que llevarlo casi a rastras, doliéndome los pies durante todo el trayecto, pues llevé unas botas rústicas que me hacen daño. A esa hora pasaban ya pocas líneas, de manera que esperé durante un buen rato, y finalmente llegué a San Telmo y por los pelos se me escapó la guagua de las 12 de la noche, con lo cual ¡tuve que esperar hasta la siguiente, la de la 1.30 de la madrugada!
Por lo demás estuvo bien el acto, mejor de lo que esperaba, como 10 personas había, pocas, pero vendí cuatro libros (40 euros) y regalé otro para la biblioteca del Real Club Victoria, que me hizo entrega de una insignia de plata. Me invitaron luego encima a un pequeño refrigerio en el bar restaurante del propio club, cuatro de los de la junta directiva, gente ya puretilla de sesenta años para arriba.
Me dijeron que ellos están también sufriendo la crisis en forma de muchas bajas de socios, y asimismo me explicaron el funcionamiento del Real Club Victoria, que tiene 102 años de antigüedad, con un edificio ahora de siete plantas: balneario, gimnasio, restaurante, salón de actos, sala de lectura, sala de juegos, biblioteca, sala de reuniones... Me gustó lo que hice.
Me repite una amiga peninsular que las oposiciones para Andalucía finalmente se impugnan, se suprimen: el Partido Popular pisando fuerte, no dejando títere con cabeza; esto es, exigiendo que los estragos de la crisis los pagan los que menos culpa tienen de haberla causado, que además siguen siendo los que menos posibles económicos tienen.
En fin.
Luis Henríquez. 8 de mayo, 2013.
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