De todos los docentes que conozco de la escuela católica (concertada o privada), no me parece reconocer ni a uno solo (ni a una sola)) que, siendo, joven, demuestre con hechos, con obras, que se toma en serio el Evangelio desde una experiencia de fe militante o de conversión en fidelidad al Magisterio. Ni uno. Que ya es grave la cosa.
Sin duda, los hay, los debe haber, pero yo no los conozco; o bien es que pasan desapercibidos.... Y es significativo esto de "no conocerlos, puesto que ello significa, lo más probable, que es igualmente muy probable que no haya abundancia de verdaderos evangelizadores o militantes enamorados de Jesucristo y de su Iglesia; de modo que lo probable es que escaseen entre el personal docente de la escuela católica.
En verdad, estoy convencido de que escasean, ¡casi ni quedan! No hay más que ver, los que están casados, cómo son sus matrimonios o vidas en pareja, y cuántos hijos suelen tener y cuál suele ser el compromiso apostólico predominante entre ellos y ellas. ¡Si casi ningún matrimonio joven pasa de la parejita!
Y si no pasan de la parejita...¿por qué será y cómo lo hacen?
Qué pasada.Y mientras, a mí me han puteado desde la propia Iglesia de una manera tan ruin y tan hipócrita que... Que ahora ustedes, obispos de las diócesis andaluzas, salen en foto de familia en Religión Digital denunciando los recortes de la Junta de Andalucía a la escuela católica... A la escuela católica, sí, que tiene de católica a menudo el nombre y poco más...
Desde luego, qué canallada han perpetrado algunos de ustedes contra un bobo ingenuo e iluso como yo que quiso y supo ir de frente por la vida y por la Iglesia, para que luego algunos de ustedes le pagaran su compromiso militante y su renuncia profesional con la más hipócrita y ruin de las indiferencias.
Como que me explico la apostasía silenciosa de muchos y muchas en la Iglesia: por menos de un cuarto de lo que me han hecho a mí, cualquier persona lo menos que hiciera sería pasar olímpicamente de ustedes, señores obispos. Aunque en realidad es lo que está sucediendo... Lo cual tampoco me consuela, porque no le deseo mal a la Iglesia universal, todo lo contrario; lo que sucede, como tantas veces he repetido en este mi blog, es que la Iglesia católica se ha convertido, en gran medida, pongamos que en España, en una auténtica vergüenza de descrédito, crisis de fe, incoherencia, nepotismo, hipocresía y mundanismos más o menos políticamente correctos.
Qué pasada.
Qué pasada.
Luis Henríquez. 22 de mayo, 2013.
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5 comentarios:
Tienes una gran capacidad para escribir tanto a nivel de calidad cómo de cantidad........Yo no podría hacerlo, necesitaría muchas más horas al día para poder escribir (en cantidad), comencé mi blog con un post diario pero en cuanto abrieron la piscina municipal de invierno muchas de mis horas se me van en la natación que es una de mis grandes aficiones así que opté por una entrada semanal.
Estoy de acuerdo contigo respecto a los profesores de religión,pienso que deberían de exigirles un ejemplo de vida católica cómo condición para dar clases.Ocurre lo mismo con l@s catequistas que la mayoría ni van a Misa.Saludos
Hola, una entrada estupenda, me ha encantado pasar a conocerte. Te mando mi cariño. Un abrazo.
Charo y Lola:
Sé que soy pesado, obsesivo con mis cuitas y rumias, solo que estoy tan convencido de que conmigo han perpetrado ciertos eclesiásticos una tal ruin e hipócrita canallada, valga la redundancia,que no puedo sino recordarla de cuando en cuando, o aun frecuentemente.
Y a ustedes les agradezco sus visitas.
Saludos.
Charo y Lola:
Impotencia es lo que se siente ante esto. Impotencia. Y al menos en mi caso, también una "chinchosa" perplejidad: ¿Para qué tratar de ser fiel al Magisterio?, ¿para qué seguir empeñado en la vocación al santo matrimonio militante y abierto a la vida si casi no quedan mujeres -ni hombres- que desean tal empresa, ni entre los que van de católicos a menudo...?
Impotencia y perplejidad, Charo y Lola. Impotencia y perplejidad (y rabia, "of course").
Llevo rato escuchando a José Mujica, Presidente de los uruguayos. Ateo, exguerrilero, más o menos marxista, hombre del Pueblo, anticapitalista, agricultor, contrario al aborto pero justificador de su legalización, hombre modesto y sencillo... Lleno de contradicciones y defectos, me supongo.
Pero desde luego, si es cierto que vive según lo que está diciendo a través de las ondas radiofónicas de Radio San Borondón, me parece más coherente que muchos eclesiásticos, Charo y Lola. Mucho más. Un ateo.
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