Hola, saludos, Teófilo Salvatierra:
Yo estoy en contra del aborto, en cualquier supuesto. Y en general en contra de la moral laicista del PSOE gubernamental español, y a favor de la exigente moral personal y sexual que nos propone la Iglesia. Con dudas y dificultades, con luces y con sombras, con temor y temblor... Pero estoy a favor de esta última, por más que parezca difícil de creer en una persona joven que aún sigo siendo, y por más que no esté de moda en nuestra sociedad el ejercicio de la visión cristiana de la sexualidad y por más que me asalten dudas y tentaciones.
Sin embargo, jamás de los jamases me he propuesto -ni me lo he planteado siquiera- votar por un partido político como el Partido Popular. Es una cuestión de identificación con una clase social determinada; es una identificación de clase que me impide votar por el PP. Y eso que estoy seguro, sin asomo de duda, de que en el Partido Popular hay políticos honestos, lo mismo que miles de personas que han votado alguna vez por el PP son mejores personas que yo, sin ningún género de duda.
Claro que tampoco he votado por el PSOE, pues siempre he tratado de votar por fuerzas políticas situadas a la izquierda del PSOE. Y porque el PSOE siempre me ha parecido, salvo honrosas excepciones de determinados militantes que puede que aún tenga ese partido, una auténtica engañifa: sus mandarines viven como perfectos burócratas aburguesados y en el colmo de la desfachatez y el cinismo se siguen reivindicando como descamisados, solidarios, militantes socialistas... Un asquito.
Saludos, Teófilo. Nos vemos.
Postdata:
Hoy he escuchado dos veces, a través de las ondas de Radio San Borondón, un discurso de José Mujica, Presidente de ese pequeño país sudamericano que se llama Uruguay, cuya capital Montevideo, ya sabes que fue fundada por familias migrantes canarias. Ya conocía que de él se dice que fue guerrillero, que es ateo, que es de vida humilde y sencilla, en su chacrita, que es hijo del Pueblo, combativo y solidario; tendrá defectos, sin duda, luces y sombras, el pecado y la virtud convivirán en su vida... Que somos trigo y cizaña.
Pero oye, Teófilo. Su discurso me ha gustado (una pieza breve, de 10 minutitos nada más), y eso que yo, al revés que este Mujica, no justifico el aborto; él, por su parte, dice estar en contra del aborto, aunque se muestra partidario de su legalización, para evitar posibles muertes por abortos clandestinos, etcétera.
Su discurso me ha gustado porque ha denunciado el neoliberalismo multinacional, y se ha mostrado bastante lúcidamente partidario de una revolución ética y solidaria altermundista.
Así que eso, amigo Salvatierra: somos sombra y luz, miseria y grandeza, izquierda y derecha, conservación y revolución, trigo y cizaña.
Luis Henríquez. 24 de mayo, 2013.
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2 comentarios:
Este presidente sabe predicar con el ejemplo por eso es creíble.Saludos
Un ser humano congruente... pecador como todos, con sus aciertos y errores pero que vive coherente con lo que habla.
Es justamente esto lo que hace mucha falta a los católicos, sobre todo a quienes ejercen algún ministerio y que muchas veces son la causa de que unos se alejen y otros cuantos prefieran declararse ateos...
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