lunes, 14 de mayo de 2018

"En el nombre de san Juan XXIII"




Jonás Díaz Ramos



Este mensaje final del Congreso de Teólogos y Teólogas de la Asociación Juan XXIII es esto, se resume así: qué empeño en querer fomentar sí o sí la disidencia en el seno de la Iglesia católica. Solo que a renglón seguido me digo: vale, acaso esté bien que lo hagan, es decir, allá ellos, pero ¿hacerlo en nombre del beato Juan XXIII? ¡Parece una tomadura de pelo, una broma macabra, algo de muy mal gusto!Resultado de imagen de juan xxiii


Toda la teología disidente que cierto catolicismo progre plantea, no solo es contraria al sentir del Magisterio actual cuyo máximo garante -por voluntad de Jesucristo es así, no se olvide- es Benedicto XVI, ¡es que es absolutamente contraria al sentir y al pensamiento espiritual y teológico del papa Juan, el Papa bueno!, bajo cuyo paraguas protector se quieren seguir poniendo en circulación dentro y fuera de la Iglesia católica. Y esto, me parece, es una argucia sin ninguna base doctrinal y, sobre todo, injusta para con la Iglesia toda universal y para con la memoria y la herencia del papa Juan XXIII.
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Por lo demás, ante un texto tan patéticamente animador de la disidencia anticatólica como el mensaje final de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, solo me resta la siguiente confesión de estupefacción: ¿es cierto que subyace en este texto final la soterrada y no tan sutil o soterrada afirmación de que todo católico deseoso de fidelidad al Magisterio es un fundamentalista en potencia y en acto?


Dicho con otros ejemplos, veamos. Quien estas líneas escribe no es miembro ni nunca lo ha sido de los llamados movimientos católicos neoconservadores (kikos, Opus Dei, etcétera); sin embargo, ¿por qué son calificados invariablemente de fundamentalistas estos movimientos, acaso por su intento de fidelidad al Magisterio?, ¿porque muchas de las mujeres pertenecientes a tales grupos sí están abiertas con generosidad a la maternidad, cosa que choca con la mentalidad progre antinatalista fomentada por un cierto feminismo dizque católico, emparentado incluso con la anticristiana ideología de género? 


Es más, desde la disidencia católica o supuestamente católica ¿lo que se pretende es que el Magisterio acepte el aborto, la anticoncepción, la ideología de género, la eutanasia, el divorcio, las reivindicaciones del colectivo LGTB…? ¿Es por esto por lo que se patalea tanto?

Pregunto, tocando a las puertas de este atrio que pretende congregar a católicos (progresistas, of course) y a gentiles igual de progresistas.


25 de mayo, 2018. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.




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