Comentario de natalio cruz

Me parece a mí que legislar a favor del aborto es de todas todas condenable, por más que yo, que no soy científico, ni médico siquiera, no suelo entrar n controversias científicas con los que, creyéndose en posesión y dominio de ciertas verdades científicas al respecto, se manifiestan partidarios del aborto. En estos casos me fío de la voz de la Iglesia, que es contraria, como sabemos, a la práctica del aborto.

Asimismo, considero que el aborto puede ser rechazado desde planteamentos decididamente aconfesionales y de izquierda verdaderamente progresista. De manera que es perfectamente legítimo reivindicar que las legislaciones de los estados democráticos y aconfesionales no contemplen el aborto como un derecho y sí como todo lo contrario, el asesinato de una vida humana en ciernes, ciertamente, pero no por ello menos real.

Porque estar en contra del aborto no es algo exclusivo de los católicos ni exclusivo del ideario de las mentalidades de derechas o conservadoras, sino algo propio del derecho natural, de la ley natural inscrita en el corazón y en la conciencia del hombre.

Más difícil, me parece a mí, es pretender que, desde esos mismos supuestos, verdades y presupuestos aconfesionales, democráticos y laicos, una mayoría de personas esté de acuerdo en no utilizar métodos anticonceptivos. Puesto que los métodos anticonceptivos en efecto son ilegítimos parala doctrina de la Iglesia, sólo que al no ser métodos abortivos de posibles embarazos (embriones o fetos) sino interceptivos, anticonceptivos...

En el tema de la anticoncepción la Iglsia tiene derecho a decir en público su palabra autorizada, pero creo que a sabiendas de que, no sólo una mayoría de los que se dicen sus fieles o hijos pasan de sus enseñanzas en materia moral, sino sobre todo de que pretender que todos los ciudadanos de los estados aconfesionales, democráticos y laicos sigan la directrices de la Iglesia en materia de sexualidad humana, es mucho pretender.

11/02/10 12:03 AM

 

infocatólica