Y además, el psicoterapeuta, escritor, conferenciante (o conferencista, como dicen en Iberoamérica) y antiguo gay Richard Cohen es hoy un fervoroso cristiano de tradición evangélica. No siendo católico Cohen, coincide con el Magisterio en sostener que una vida de intensa espiritualidad crística siempre es afectiva (y efectiva) y sanadora para las personas deseosas de vivir su sexualidad, sea homo o hetero, en comunión con la fe y la doctrina de la Iglesia universal.
O en comunión con los valores cristianos; al margen, obviamente, de los postulados teológicos liberales de las secciones más radicales de todas las confesiones cristianas que tratan de oponerse al Magisterio. Si no es así, no se aceptarán en modo alguno ni las opiniones de Richard Cohen -que es una autoridad en la materia-, ni las de la Iglesia católica, naturalmente.