La más lúcida y consistente reflexión sobre la sexualidad humana a la luz de la Revelación, la Tradición y el Magisterio (al menos la que yo conozco), es la que llevó a cabo durante cuatro años de su intenso y extenso pontificado san Juan Pablo II. En forma, inicialmente, de catequesis semanal todos los miércoles.
Un auténtico tesoro debido al rico magisterio del papa polaco: antropología teológica, teología del cuerpo, maldad intrínseca del aborto y de la anticoncepción: aspectos de la sexualidad humana empero no aceptados por extensas mayorías de católicos hoy día, especialmente por lo que dice o toca a los que van de progresistas; y por lo que respecta a la anticoncepción y a la mentalidad antinatalista en general, estas son practicadas (al menos según cantan los hechos o se proclama como secreto a voces) por casi todo el mundo católico.
Es la Iglesia mundanizada a tope. O lo que es lo mismo: la Gran Apostasía ya profetizada. O lo que viene a ser igual: Satanás que ha entrado a saco en esta Iglesia, no ya el humo de Satanás que oliera el hamletiano Pablo VI, recién clausurado el Concilio Vaticano II (bueno, siete años más tarde, para ser más exactos, pues Pablo VI pronunció esas poroféticas palabras en el año 1972), sino ya el Inicuo a lo bestia.
11 de octubre, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.
11 de octubre, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.