Tal vez hubiese sido Francisco más respetuoso afirmando que “se calcula que hay un 2% de eclesiásticos pedófilos o pederastas en la Iglesia católica”, sin hacer bulla ni pulla sobre si tales eclesiásticos son diáconos, religiosos contemplativos, sacerdotes diocesanos, obispos de la Curia…
Al señalar el papa Francisco que hay muy posiblemente cardenales pedófilos, como el colegio de los llamados príncipes de la Iglesia es un club selecto que no llega ni a 200 miembros, cualquier interesado que esté bien al día en asuntos de la Iglesia, repasando la selecta y exigua lista de cardenales… Pues eso.
Hay voces católicas bien documentadas y bien celosas de su fe crística, que ya no guardan silencio: ponen el grito en el cielo, protestan contra no pocas de las decisiones y actitudes de un papa que juzgan nefasto, nefando: equívoco o ambiguo ("Si un gay es sincero y busca a Dios, ¿quién soy yo para juzgarlo?"), relativista-sincretista ("Yo creo en Dios, pero no en un Dios católico, no hay un Dios católico..."), de sensibilidad masónica más casi que católica (les parece Francisco a algunos más interesado en asuntos como la paz mundial que en evangelizar: "Pedro, confirma en la fe a tus hermanos")...
Por la parte que me concierne o toca, me resulta difícil, diríase que arriesgado (¿temerario?) tener una opinión fundamentada al respecto. Pero sí que me parece participar de esta certeza: puede que el papa Francisco sea en efecto un mal Vicario de Cristo (yo tampoco logro conocer bien si es muy malo, mediocre o muy bueno en el ejercicio de su ministerio petrino), pero creo que al menos trata de ser un buen discípulo de Jesucristo en el seno de la Iglesia católica. ¿Que es algo sorprentemente amigo de judíos, musulmanes, protestantes pentecostales, agnósticos y ateos, al tiempo que no sabe -igual ni quiere- ocultar sus escasas simpatías por el tradicionalismno católico? Pues sí; mas esto por sí solo no significa que no desee el papa Francisco ser un buen discípulo de Cristo en el seno de la Iglesia católica, desde la certeza de que la religión católica es la única verdadera.
Por lo demás -cambiando de tercio, volviendo así pues de nuevo a un aspecto de esta noticia que comentamos-, no es cierto que los sacerdotes católicos de rito oriental y aun los popes puedan casarse; pueden ordenarse hombres casados, según el rito católico oriental, y también para las iglesias autocéfalas ortodoxas (con minúscula “iglesias” adrede), pero si se ordenan siendo solteros, ya no pueden casarse.
17 de septiembre, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario