Pues en la primera entrevista que mantuvo el papa Francisco con el periodista italiano ya nonagenario Eugenio Escalfari, reputado intelectual de izquierdas, republicano, ateo, etcétera, el Santo Padre habla muy bien de la Compañía de Jesús, a la que considera la "vanguardia" de la Iglesia: en ímpetu misionero, rigor intelectual, diálogo "fronterizo" con la cultura, con el mundo...
Y no deja de tener razón el Papa, solo que la suya sería en todo caso una verdad "genérica y algo así como atemporal", y desde luego no poco fuera de este tiempo histórico, pues si es cierto, como dice el jesuita Jorge Mario Bergoglio, que la Compañía de Jesús ha descollado por su ímpetu misionero, por su labor educativa, por la alta valía intelectual de sus miembros y centros de estudios, no es menos cierto que en la actualidad todos esos "méritos" jesuíticos, que no han desaparecido, sí que escasean, o languidecen.
Por tanto, el papa Francisco, acaso por la espontaneidad propia de una entrevista, o venga usted a saber por qué, vuelve a quedarse a mitad de camino entre lo que dice y lo que debió decir. A mi juicio, claro. Tampoco tenía que haber presentado un documentado análisis de la situación actual de la Compañía, no, pero hombre, al menos algo así como un "pero fíjese, señor Escalfari, que junto a todas esas glorias de la Compañía de Jesús también hay en la actualidad algunas sombras: heterodoxia a manos llenas, desobediencia sistemática al Magisterio, secularismo a raudales (hasta extremos de justificar, amparar y legitimar incluso la homosexualidad), falta de vocaciones, extravío de la vida comunitaria...".
15 de septiembre, 2015. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.
1 comentario:
el submarino nuclear del Inicuo, para mayor gloria DEMOLEDORES post CVII, que no es la causa, si no fue el Medio...
THE END, luis.
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