miércoles, 16 de julio de 2014

"Sí al Concilio Vaticano II"

A la luz del comentario de quien firma como John Wayne... Bueno, estupendo; si bien, o con todo, yo prefiero ligeramente a Gary Cooper -que estés en los cielos- y sí acepto el Concilio Vaticano II...

Gracias aparte, considero que con los documentos del Concilio delante, pero sobre todo muy meditados en la conciencia, la razón de ser del matrimonio cristiano es el amor conyugal, que culmina en la sexualidad como donación, y en la apertura generosa a la vida: tener hijos, según el plan de Dios, desde la "responsabilidad generosa", expresión esta entrecomillada porque es la que usa el mismísimo Vaticano II. Algo "equívoca y ambigua", ciertamente, porque a ello se prestan los documentos del Concilio: a poder ser leídos en clave progresista y también en clave regresista.

Pero si es posible una 13TV que un día sí y otro también rinde pleitesía al "peperismo" y a lo políticamente correcto, es porque en la Iglesia también se han hecho cotidianeidad la mediocridad, el nepotismo, la hipocresía, la mala baba y el autoritarismo de algunos pastores. Con la resultante a vista de quien quiera: la mundanización-descomposición del propio catolicismo; o lo que viene a ser lo mismo, la falta de verdaderos testimonios de periodistas católicos militantes, o sea, evangelizadores, esto es, proféticos, o mejor, utoproféticos (el término lo tomo prestado del filósofo Carlos Díaz).

Y otra consecuencia de lo hasta ahora dicho como si solo se apuntase, se sugiriese, es la dramática falta de matrimonios católicos militantes. En la Diócesis de Canarias, al menos es así. ¡Ni los seglares que viven en lo profesional de la Iglesia (escuela católica, profesorado docente de Religión católica en la escuela pública, facultades teológicas, centros confesionales diversos: jesuitas, salesianos, paúles, diocesanos...) predican con el ejemplo de testimonios de fe católica verdaderamente militantes, testimoniantes! ¡No viven matrimonios abiertos a la vida, a la solidaridad, a la espiritualidad conyugal, y ahí siguen muchos, "bendecidos" por la Iglesia en sus respectivos trabajos, así pues con el visto bueno de las autoridades eclesiales...idem supra

Y pobre de ti si te quejas, si protestas: hay tan poca utoprofecía en esta Iglesia y suelen ser tan pagados de sí mismos, autoritarios e inoperantemente hipócritas no pocos pastores de la Iglesia, amén de mundanos y políticamente correctos (siempre con las excepciones de rigor que solo Dios conoce en verdad), que lo menos que te endilgan los tales es la más implacable de las indiferencias.

Por lo menos, en la Diócesis de Canarias a mí me ha sucedido así. Y por la información y los informantes de que dispongo, más de lo mismo en el resto de España: como que lo que se vive es la Gran Apostasía ya profetizada.

De modo que ante una realidad eclesial así, ¿a quién debe extrañar que mucha gente, de toda edad y condición, lo que de verdad siga prefiriendo es pasar de las movidas de la Iglesia?


17 de septiembre, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

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