jueves, 10 de julio de 2014

"Él se llamaba (Dom) Tomás Balduino"

Al enterarme de la la noticia del fallecimiento del brasileño Dom Tomás Balduino, ya nonagenario religioso dominico y obispo, se me ocurrió lo siguiente. De ninguna manera conocí en vida a monseñor Balduino; a lo más que llegué fue a escribir un artículo elogioso de la poesía de Dom Pêdro Casaldáliga, también obispo, religioso claretiano, misionero español-catalán en Brasil, amigo y colaborador que fuera del dominico brasileño fallecido, ambos prelados que trataron de protagonizar experiencias pastorales insertas en la Teología de la Liberación. Casaldáliga leyó ese artículo mío sobre su poesía (inicialmente publicado en la revista Cultura para la Esperanza, órgano de expresión de Acción Cultural Cristiana), y me lo agradeció en carta manuscrita.idem supra

Soy y he sido crítico con la Teología de la Liberación. Pero creo que adscritos a tal corriente teológica, pastoral y liberacionista, ha habido y hay innúmeros discípulos de Cristo de más calidad humana y cristiana que yo. Incluso, considerándome discípulo de los discípulos de Emmanuel Mounier, desde jovencito me he sentido más atraído por la nobleza ética del anarquismo que por el marxismo; esto es, a Mounier he llegado más a través de Carlos Díaz que a través de Alfonso Carlos Comín. Pero me pareció que debía decir del religioso católico fallecido lo que sigue. Y claro que lo dije, lo escribí, faltaría más. Que es esto:


Ahora que le ha llegado el juicio de Dios, es de esperar que pese más en la balanza todo cuanto de bueno hizo en su larga vida (largo paso o trayectoria por este mundo) que todos los errores, debilidades y pecados que cometió.

Sin duda enamorado de la causa de los pobres (como Dom Hélder Cámara, como Dom Pedro Casaldáliga, como Dom Paulo Evaristo Ars, como el también cardenal brasileño Dom Aloisio -no recuerdo bien su apellido, alemán me parece-, como Dom Leónidas Proaño...), no me cabe duda de que, allende los errores, debilidades y pecados de su vida, al menos quiso tomarse muy en serio el dominico Dom Tomás Balduino a Mateo 25 y a 1 Corintios 13.

Descansa en paz, hermano mayor en la fe. Y ruega por nosotros, Iglesia militante, desde tu lugar en la gloria de la Iglesia triunfante.


Pero este comentario mío -yo creía que bastante inofensivo- molestó mucho a un forista que, por lo que dice en sus comentarios, es filofranquista, y furibundamente antiizquierdista, anticomunista, o sea, muy de derechas, de esas derechas que se dicen de extrema derecha. Y esto me respondió:


Los comunisto-marxisto- Demoledores seguís en vuestra labor satánica, hasta el día final. Que Lucifer premie sus trabajos de aniquilamiento de la Iglesia.


A lo que yo, sorprendido, no pude sino responder lo que sigue: 




Qué pasada da integrismo (¿cismático?, ¿lefebvriano?, ¿sedevacantista?, ¿forofo del Barça?...), Oria de Rueda, hermanito. Leyéndote uno creyera que eres un titán de la fe católica, apostólica y romana, pero igual al difunto Tomás Balduino no eres digno ni de desatarle las sandalias. En expresión que solía usar el filósofo católico Emmanuel Mounier, padre del personalismo comunitario, para referirse a compañeros de lucha social o militante no creyentes en Cristo, acaso libertarios, marxistas, librepensadores... Acaso marxistas de la talla de un Walter Benjamin (¿te suena de algo este nombre), de un Antonio Gramsci en Italia...

"Comunisto-marxisto demoledor" me adjudicas a mí, sin conocerme de nada. Al tiempo que deseas la condenación eterna de Tomás Balduino. O sea, que eso mismo te parece que soy también yo por mis opiniones, un "comunisto-marxisto demoledor", en este caso simplemente porque deseo que Dios haya perdonado y acogido en su seno al hombre Tomás Balduino. Y tú, por lo que dices, ¿te crees que rayas a más altura moral, por tu compromiso cristiano, que Dom Tomás Balduino, que que yo sí deseo que Dios haya acogido en su seno?

Qué bien. Mejor para ti. Pero desde luego, si tú eres como los católicos tradicionalistas que yo conozco en persona o creo conocer... Salvo criticar todo lo que se aparta de su ideario ultraconservador y soñar día y noche con la restauración de la misa tridentina o en latín según el misal de san Pío V a base de echar pestes contra el Concilio Vaticano II y contra el nefando beato Pablo VI, infausto autor del misal para el demoniante y protestantizante Novus Ordo Misae (para los más despistados, la misa tal y como se celebra en la actualidad, tras la reforma litúrgica del Vaticano II), no parecen hacer nada más por el Reino de Dios y su justicia; y si hacen mucho y yo no me he enterado, mucho más que yo, por ejemplo -que tampoco es que haga y haga y haga: soy inevitablemente frágil, limitado, mediocre-, mis disculpas


18 de septiembre, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social. 


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