Perfectamente, Analía Rodrigal, lo admites tú misma. Y sobre todo lo manifiestas una y otra vez con tus comentarios: tú crees en Cristo bastante al margen del Magisterio, y en general la vinculación con la Tradición ustedes la rechazan. Hasta el extremo de que si los tradicionalistas católicos (lefebvristas, carlistas, ultramontanos, todos muy de derechas en lo ideológico, etcétera, ya sabemos) son la versión o sensibilidad católica más próxima a a la Tradición, y los cristianos ortodoxos en general manifiestan la forma más fiel a la Tradición de entre todas las iglesias y confesiones cristianas, ustedes los católicos progresistas (cada vez hay más voces católicas autorizadas que sospechan que los dizque católicos como tú y similares, Analía Rodrigal, ni cristianos propiamente deben considerarse, pues niegan buena parte de la dogmática cristológica) son los más alejados de la fidelidad a la Tradición y así pues resultan ser los más rupturistas, los más apegados por tanto al mundo: el mundo frente a la Tradición, parecen proclamar muchos progresistas.
Tú misma, como muchos católicos dizque progresistas, admites sin ninguna dificultad moral el aborto, el divorcio, la ideología de género, la eutanasia, el acceso de la mujer al ministerio ordenador... Secularistas a tope ustedes, más o menos neomarxistas, tú te declaras convencida feminista: entre las feministas, lo que impera es el feminismo radicalizado, la ideología de género, la mentalidad antinatalista abortista, la crítica demoledora a la idea de familia tradicional... Y no termino de aprehender cómo todo ello se puede conciliar con el mensaje cristiano vivido en fidelidad a la Iglesia.
Declarar que esto es así, Analía Rodrigal, no es de persona “con problemas” ni errada, ni anticatólica ni antipapa, ¡lo que tengo que leer referido a mi persona!. Es así: cantan los hechos, los datos, las verdades de las opiniones reiteradas…
En cuanto a la concdepción sobre la filogénesis de la Iglesia, me quedo con la expresada (cierto que de manera pastoral, no teológicamente muy elebaorada), en los documentos del Concilio Vaticano II, y con la planteada en un documento como la Dominus Iesus, documento que tú, como buena progresista que te manifiestas (te manifiestas tú, no yo), rechazas; yo no.
Y por último, confundir el concepto fundamentalismo con el intento de vivir en plenitud la doctrina católica… En fin.
Buena tarde.