viernes, 18 de julio de 2014

"Con entera libertad"

Eminencia Bertone, eminencia… Bertone, sí, sucesor de los Apóstoles, que fueron doce (en realidad, más eran del grupo de los “íntimos”,. pero sí, parece ser que eran esos Doce los que conformaron el grupo de más íntimos), y tipos rudos: pescadores de ribera, jornaleros del campo, casi iletrados…

¿Irremediablemente ha caído en saco roto la propuesta del arzobispo Dom Hélder Cámara llamada Pacto de las Catacumbas, recién clausurado el Vaticano II? Formulada e impulsada junto a una cuarentena de obispos altermundistas, diríamos hoy, y ya entonces adalides de la llamada Iglesia de los Pobres, germen de la Teología de la Liberación, desde el entusiasmo primaveral que trajo el Concilio. Y conducente a evitar precisamente ese tipo de tratamientos a los jerarcas eclesiales, tan poco evangélicos, y todo cuanto reflejara poder y ostentación en el ejercicio del ministerio episcopal.idem supra

Pero nada, eminencia Bertone, Dios le conserve a usted muchos años. Y le llene de bendiciones. Y ojalá alguna vez se llegue a saber con plena certeza si usted fue un buen cardenal al servicio de la Iglesia o más bien un perfecto impresentable y malandrín, como de usted piensan algunos católicos por lo general adscritos al tradicionalismo. A mí, por lo que a mí toca, ojalá Dios me conceda más clarividencia y más paciencia para terminar aprehendiendo cómo de aquel grupo apostólico original, más bien subversivo y que se comprendía o percibía como una secta desgajada del tronco común judío, hemos pasado a esta pirámide que a menudo patentiza situaciones de abuso del poder...


Ciertamente, cuando el papa Francisco ejerce de párroco del mundo y llama por teléfono a personas generalmente afectadas por graves situaciones personales, para así mostrarles su cercanía, su oración al Padre, su solicitud de buen siervo de los siervos de Dios, en parte está dándole la razón a la vieja propuesta del arzobispo Hélder Cámara: Iglesia de los pobres, samaritana o servicial, desprendida de falsos fastos y oropeles e ínfulas de grandeza y de poder.



Con todo, más que paciencia y clarividencia para llegar a comprender y aceptar por qué en la Iglesia ha de ser así (ni que aclararlo: por qué tantos honores y protocolos...), tendría que pedir a Dios paciencia y clarividencia para entender y aceptar por qué razón a mí, como tropecientas veces he denunciado ya en mis escritos, ni recibirme ni considerarme ni hacerme el más mínimo caso han querido en la Iglesia eclesiásticos diversos, casi todos de la Diócesis de Canarias.



De nada ha servido llevar más de 25 años cultivando una espiritualidad de conversión o de encarnación en fidelidad al Evangelio, la Tradición y el Magisterio, de nada mi formación interdisciplinar (algo de filosofía por aquí; 7 libros publicados; cientos de artículos dispersos en bitácoras, revistas y periódicos en papel; algo de teología por allá; mucha pasión por la literatura, el ,personalismo comunitario, el cine y el arte por doquier...), de nada mi experiencia como docente, de nada mi apuesta por el ideal de familia cristiana según la doctrina moral de la Iglesia: alianza de amor entre un hombre y una mujer fiel, estable, vitalicia, solidaria (familia cristiana como iglesia doméstica, escuela de solidaridad...), conyugalmente espiritual y abierta con generosidad a la vida: aceptar que Dios pueda no mandarte hijos, o aceptar que puedan ser 2 o puedan ser 10...



De nada ha servido, no, cardenal Bertone, de nada. Pero sí que un excura de Canarias, gay y casado con un hombre desde el 2012, ha estado impartiendo Religión católica desde sabe Dios cuánto tiempo: se casó con un hombre hace dos años, el equivalente a dos cursos, y continuó como profesor de Religión católica, hasta el otro día, como quien dice, en que su caso ha saltado a la palestra, esto es, a la opinión pública altavoceado por algunos medios. Mas ¿cuánto se habrá pegado este señor como docente de Religión católica? 



Bertone, eminencia Bertone, qué pasada, ¿no? La realidad de esta Iglesia mundanizada-endemoniada a tope, a lo bestia, ¿cómo se ve desde ese ápartamento, piso, casa, ático (no sé bien) tan grande y hasta lujoso que, las malas lenguas dicen, te has comprado?


24 de agosto, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social. 

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