Asumo ampliamente lo que afirma esta forista en La cigüeña de la torre. Esto es: no pueden ser igual de buenos teólogos el emérito Benedicto XVI y el papa Francisco, de manera que para mí está claro quién aventaja a quién en sapiencia teológica. También me convenció más en su momento la sensibilidad católica de Benedicto XVI que el rumbo actual que pretende dar a la Iglesia el papa Francisco. Y también me convenció más el gusto litúrgico del papa Ratzinger. Y su más dogmáticamente católica afirmación, frente a pretensiones de sectas y otras hierbas, de que la Iglesia católica es la única comunidad cristiana que puede llamarse con total propiedad la Iglesia: en ella, subsiste la primitiva comunidad fundada por Cristo.
De modo que será porque aún no me he leído el libro de Antonio Socci, brillante escritor y activo católico italiano: No es Francisco*, literal traducción al español, y que es una impugnación de la legitimidad de Francisco como Papa, con lo cual su ministerio de sucesor de Pedro quedaría sin legitimidad de autoridad apostólica alguna. O será por lo que sea, pero a día de hoy al menos para mí el Papa es Francisco. Con lo cual vuelvo a quedar al margen de polémicas lefebvristas y sedevacantistas. El Papa es Francisco, mejor o peor pero es el sucesor de Pedro. Y la tesis central del libro de Antonio Socci -y no he leído el libro- me parece indemostrable y del todo ilógica, pues si en el cónclave del que salió elegido Vicario de Cristo el cardenal Jorge Mario Bergoglio hubo esas irregularidades que apunta en su ensayo el escritor italiano (que no es propiamente un tradicionalista, es más bien ratzingeriano), ¿por qué los cardenales opositores en ese cónclave al elegido Jorge Mario Bergoglio no han dicho ni pío al respecto?, ¿por qué no han impugnado ese cónclave?
De modo que será porque aún no me he leído el libro de Antonio Socci, brillante escritor y activo católico italiano: No es Francisco*, literal traducción al español, y que es una impugnación de la legitimidad de Francisco como Papa, con lo cual su ministerio de sucesor de Pedro quedaría sin legitimidad de autoridad apostólica alguna. O será por lo que sea, pero a día de hoy al menos para mí el Papa es Francisco. Con lo cual vuelvo a quedar al margen de polémicas lefebvristas y sedevacantistas. El Papa es Francisco, mejor o peor pero es el sucesor de Pedro. Y la tesis central del libro de Antonio Socci -y no he leído el libro- me parece indemostrable y del todo ilógica, pues si en el cónclave del que salió elegido Vicario de Cristo el cardenal Jorge Mario Bergoglio hubo esas irregularidades que apunta en su ensayo el escritor italiano (que no es propiamente un tradicionalista, es más bien ratzingeriano), ¿por qué los cardenales opositores en ese cónclave al elegido Jorge Mario Bergoglio no han dicho ni pío al respecto?, ¿por qué no han impugnado ese cónclave?
Pero en fin, dice Teresa Nafría:
Enviado por Teresa Nafría el Mié, 01/10/2014 - 13:51
Desde que salió al balcón de la logia algunos no han hecho otra cosa pero gracias a Dios la Iglesia es mucho más que todos los "purísimos católicos" que tienen por devoción diaria atacar al Papa.
Y lo de que está dividiendo a los católicos no es verdad, lo que está ocurriendo es que un grupo muy pequeño de purísimos cátólicos, en relación con el conjunto de la Iglesia, ha iniciado una campaña brutal de desprestigio contra él. Para estos, desde el Vaticano II nada se ha hecho bien y todo es un desastre, salvo ellos, naturalmente.
Por Teresa Nafría el Mié, 01/10/2014 - 13:54
¿Qué más tiene que hacer Benedicto XVI para dejar claro por enésima vez que renunció libremente a la Sede de San Pedro? ¡Qué pelmada, por Dios!
Breves comentarios a los que contesto como sigue:
Enviado por quijotarioxl el Mié, 01/10/2014 - 14:46
Estoy de acuerdo con tu opinión, Teresa Nafría, pero...
Pero en efecto no todo ha sido malo luego del Concilio Vaticano II, ¡ni modo! Pero tampoco vale todo, me parece. No vale, por ejemplo, que las llamadas "Católicas por el Derecho a Decidir" (a decidir abortar, a decidir divorciarse, a decidir la promiscuidad sexual, a decidir la anticoncepción: este es el ideario de esta organización de católicas descatolizadas) hayan escrito una carta al papa Francisco en la que le piden a este que impulse un cambio en la doctrina moral de la Iglesia, con el fin de aceptar todas las propuestas "mundanas" del ideario que ya he señalado.
Sí al papa Francisco, Vicario de Cristo: ni tan buen teólogo como Benedicto XVI, ni tan buen filósofo como san Juan Pablo II, ni un intelectual de la talla descomunal de Pablo VI (próximo beato, uno de los grandes intelectuales de la Iglesia del postconcilio), pero de momento -mientras no se demuestre lo contrario-, es el Papa. Por el que hay que rezar, pedir, escucharlo, leerlo, estar cerca de su corazón y de sus intenciones para con la Iglesia, y hasta discutirlo y criticar sus dichos y hechos, algunos, los que uno juzgue criticables, pero desde el respeto y la consideración.
Saludos.
6 de octubre, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.
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