sábado, 9 de marzo de 2013

"Fiel a la Iglesia católica, pese a todo: pese a mis pecados y tentaciones, pese a los de la propia Iglesia (XXXVII)"



No es solo lo que usted dice, José Mª Castillo, muy bien escrito y concisamente (a saber, la Iglesia católica como institución, está metida de lleno en el perverso sistema neocapitalista que nos está ahogando hoy por hoy), sino que es el hecho, a la vista de quien lo desee ver, de que en la Iglesia católica, especialmente en la que peregrina por Europa, se sufre una patética y pavorosa crisis de fe y de credibilidad de la misma institución como consecuencia de la crisis de fe.
 
La gente no cree, simplemente: está cansada, quemada, decepcionada, cómodamente instalada en sus seguridades, en su espiritualismo burgués y desencarnado… De modo que no hace falta pormenorizar qué es eso de la “crisis de fe”; baste con señalar la obviedad de que la crisis de fe es hacer A cuando el Evangelio dice B -o viceversa-; es hacer D cuando el Magisterio, que es vinculante para un católico, dice E -o viceversa-.
 
Buen domingo.

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