viernes, 2 de septiembre de 2016

"Demolitio made in ecclesia"

A mi juicio -ni que reconocer que limitado y falible-, las Cáritas Diocesanas, responsables de llevar a buen puerto una muy encomiable labor asistencialista, según se encarga de cacarear la práctica totalidad de los medios de comunicación de masas cada vez menos católicos o ya nada católicos y sí descaradamente laicistas, empero ya no son católicas, o han venido a ser muy diluidamente católicas, y no hace falta ser tradicionalista o lefebvrista para darse cuenta de esto; me figuro que los católicos tradicionalistas podrían verlo más claro que yo mismo, que lo soy conciliar y que aún ando tratando de aprehender si en efecto hay tres etapas ideológicas en el filósofo Jacques Maritain: su etapa inicial ortodoxamente tomista, ortodoxamente católica; una segunda etapa, más crítica, heterodoxa, sensible a las exigencias y realidades de una nueva cristiandad basada en la pluralidad democrática; finalmente una tercera etapa en que, desencantado él propio Maritain de los malos frutos del postconcilio, habría intentado volver a su ortodoxia tomista inicial.


Como mucho, en las Cáritas Diocesanas puedes encontrarte un delicuescente humanismo teísta, por supuesto que francisquista o bergogliano, pero ¿católico?, más despacio. Porque si ya en gran parte no es católica ni la Iglesia que lleva su nombre como marca de origen e identidad... En las Cáritas Diocesanas te encuentras con facilidad a feministas proabortistas, a promarxistas, a activistas del lesbianismo, de la ideología de género y del feminismo radical, a secularistas ultraprogres y multiculturalistas, a ecopacifistas terracentristas de sensibilidad inmanentista-panteísta pero no creacionista católica, a antinatalistas por un tubo y similares, pero ¿a católicos entusiasmados con Jesucristo y con su Iglesia, fieles a la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio? Aun a riesgo de equivocarme, me malicio que se contaran con los dedos de la mano y aun sobraran dedos los que... Esto es: la ignominia de que corten buena parte del bacalao en la Iglesia apóstatas de la fe católica...    
 

Por la misma razón o regla de tres, no son católicos sus colegios diocesanos y sí más bien nidos de corrupción, nepotismo, tráfico de influencias y promoción de un falso catolicismo light: "A los tibios vomitaré de mi boca", dice el Señor.  De igual forma que ya la mayoría de escuelas, colegios católicos y profesorados de Religión católica para la escuela pública, de católico tienen el nombre y poco más, honrosas excepciones aparte, que hay, que tiene que haber, necesariamente, puesto que si no las hubiera sería señal de estar ya en el tiempo final apocalíptico absoluto y declarado. Y lo mismo sucede con las universidades católicas; y no digamos si son gestionadas por jesuitas, entonces ya es la repera marinera de la demolición progre-masona y mundana del catolicismo, pues no en balde la antaño gloriosa Compañía de Jesús tan ignaciana ella es hogaño uno de los principales nidos incubadores de termitas demoledoras de la Iglesia: si Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Francisco de Borja... Resultado de imagen de concilio vaticano ii
 

La Iglesia es martirial en el Próximo Oriente, ciertamente, pero en Europa -insistamos en que con todas las excepciones que se quieran, bendito sea Dios, también entre los jesuitas-, en todo Occidente especialmente, es Iglesia de la demolición ultraprogre, masónica, sionística, irenista, relativista y falsamente ecumenista. Y esto es así porque la Iglesia se ha dedicado, de manera particular en los últimos 50 años, a tratar de entenderse con el mundo, o sea, a mundanizarse ella, en vez de a santificar en Cristo el mundo, que es para lo que debiera estar la Iglesia. Para hacer de este mundo salvaje un mundo humano, y ya humano, hacerlo cristiano, como solía repetir el papa Pío XII: la caridad política. Resultado de imagen de george soros
 
Es ya la demolición cuesta abajo y sin frenos de la Iglesia. Por lo que no es ya el humo de Satanás colado por alguna rendija del templo de Dios el que ha penetrado en la Esposa de Cristo -temor este expresado por el beato papa Pablo VI en un celebrado discurso suyo a poco de clausurarse el Concilio Vaticano II-, es ya Satanás a lo bestia o con barra libre el que opera en su interior. Y tal vez como Satanás es sagazmente sabedor de que le queda poco tiempo, en medio de la aplastante apostasía imperante se dedica a engañar al mayor número de personas posibles, para la perdición eterna de tantas almas. A todo lo cual hay que sumar esto que reconoce el obispo Atanasio Schneider (auxiliar de la diócesis de Astaná, Kazajistán) , y se queda corto, a mi juicio -es de desear que obispos como Atanasio Schneider pudieran algún día ocupar la cátedra de Pedro y...-: "En nuestra Iglesia, hay clérigos y obispos que son traidores a la fe católica, traidores a Cristo. Y algunos de los tales ocupan altos cargos en la jerarquía eclesiástica".Resultado de imagen de archbishop marcel lefebvre
 
Sin duda: la masonería infiltrada en la Iglesia. La apostasía ya profetizada: "Roma perderá la fe y será la sede del Anticristo", según la revelación de la Virgen de La Salette. O este profético pensamiento del eminente arzobispo norteamericano Fulton John Sheen, venerable siervo de Dios (1895/1979): "De la verdadera Iglesia surgirá una falsa Iglesia gobernada por un falso papa".Y a todo esto, el todopoderoso George Soros, uno de los amos del mundo a la sombra de la especulación financiera, tan contento de haber comprado el silencio de la jerarquía católica norteamericana, o de buena parte de ella, a base de pingües subvenciones a proyectos de justicia social y justicia racial ligados a grupos de la Iglesia en EUA, a condición, esto sí, de amordazar la doctrina católica provida contra el aborto, la homosexualidad, etcétera, proyectos en los cuales parece que la sintonía con el papa Francisco es también altamente satisfactoria para los intereses del magnate, especulador financiero, altruista, seguidor de K. Popper y juvenil hablante de esperanto George Soros, si bien no queda claro que igualmente lo sean para los intereses evangelizadores, doctrinales y pastorales de la Iglesia.


Apéndice (postdata): en verdad, ni las Sagradas Escrituras ni la Tradición permiten asociar a la mujer pecadora del Apocalipsis con la Iglesia, como llevan siglos predicando las sectas protestantes más belicosamente agresivas y fanáticas anticatólicas. Esta mentira que sigue siendo altavoceada por el odio a la única Iglesia verdadera por parte de las sectas protestantes, aparte de no tener fundamentación bíblica ni patrística alguna, es un monumental pecado contra el Espíritu de Dios. En todo caso, la gran ramera del Apocalipsis, la Babilonia impúdica donde todos los pecados, es la enemiga mortal de la Esposa de Cristo (cfr. Ef 5, 23-25), que es nuestra santa madre Iglesia. Lo que sí cabe desde el mismo Apocalipsis de Juan es tomar conciencia de la gravedad, en esta hora de rabiosa apostasía mundial, del estado de una Iglesia que en gran medida, precisamente por el pecado de muchos de sus hijos e hijas, es fornicaria con los poderes de este mundo, con los reyes de la tierra, postrada ante los ídolos del mundo y no ante Cristo su Señor. Y esta toma de conciencia llevarla a la vida desde la esperanza, pues el Apocalipsis joánico es un libro de esperanza cristiana. 
 
 
2 de septiembre, 2016. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, militante social, bloguero. 

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