Un cardenal o purpurado (el salesiano italiano Tarcisio Bertone) que desea vivir su retiro (con 79 años, está a punto de no contar como candidato para poder ser elegido papa en un eventual cónclave) muy regaladamente -según parece-: se ha hecho reformar un ático de alrededor de 700 metros cuadrados; igual por "añoranza" de la fastuosidad del Vaticano, que tanto ha frecuentado en los últimos años... Y el papa Francisco, que aboga por una Iglesia pobre -el Papa aboga, en efecto, pero yo al menos creo comprobar que todo sigue bastante igual: poca militancia, mucha burocracia-, al parecer de algunos medios de comunicación de masas le habría hecho llegar o saber su descontento a propósito de ese "lujazo" cardenalicio. Aunque igual no es tan extenso el ático, ni tan lujuso, ni siquiera lujuso, igual es sencillo...
Sin embargo, a la Iglesia católica le siguen creciendo los enanos: docentes de la escuela católica que no son militantes o evangelizadores ni nada que se les parezca; docentes de Religión católica en la escuela pública que no saben lo que implica ser militante ni parecen (por sus obras) tomarse en serio el ideal católico de familias abiertas a la vida; feministas proaborto que se desempeñan como técnicas de Cáritas y otras organizaciones católicas... En tanto a mí, pecador y falible pero militante deseoso de fidelidad al Evangelio, la Tradición y el Magisterio (debe ser la quincuagésima vez que lo denuncio en escritos de este mi blog, qué digo quincuagésima, ¡más!, para hartazgo y desesperación de mis lectores), con cierta formación humanística interdisciplinar, con deseos de formar una familia cristiana militante abierta a la vida, y con altas dosis de idealismo que me llevó a renunciar voluntariamente a un trabajo cuando ingresé en el Seminario Diocesano de Canarias en el año 2002, me pagan con la indiferencia, el rechazo, el ninguneo, el desprecio, o hasta la difamación, desde dentro de la Iglesia misma...
De modo que esta es "también", y además en gran medida, la Iglesia. Y pobre de ti si te quejas: es muy probable que te difamen, o marginen, o rechacen, santo padre Francisco, como acabo de adelantar. Que es justo lo que han hecho con servidor mediocres e hipcritas de la talla de monseñor Cases Andreu, Hipólito Cabrera, etcétera. Hipócritas: ustedes me han despreciado como a agua sucia, y empero la diócesis que ustedes pastorean no puede estar más saturada de trepas, burócratas, figurones, enchufados, antinatalistas, mediocres, desencarnados, mundanizantes...
Vivir para ver, y para sufrir. Todo ello -querría decirlo, aclararlo- con independencia del chabolo que se ha hecho reformar, según información de que dispongo, el cardenal Bertone, su eminencia salesiana Tarcisio -ni que recordar que uno de los jerarcas más influyentes de la Iglesia en los últimos lustros-, porque a estas alturas pocas movidas intraeclesiales me sorpreden ya, y porque igual su eminencia Tarcisio Bertone no es mal tipo, por más que de él se digan tropelías, sapos y culebras, y porque en última instancia me trae al pairo su lugar de residencia, en vista de las urgencias y proyectos de mi vida.
(Si Tarcisio Bertone fue un mal secretario de Estado del Vaticano, empeñado en no ser transparente en el espinoso y dramático asunto de los escándalos de abusos sexuales de religiosos y del clero católicos, y si tampoco estuvo a la altura que de él se esperaba en el asunto "Vatileaks" (filtración pública y robo de documentos papales)... allá este propincuo jerarca con su conciencia; en realidad, la crisis de fe y de credibilidad de la Iglesia católica es un asunto inmensamente más importante que el conjunto de los aciertos y errores del cardenal Bertone).
Y por además otro porque: desde que he descubierto lo bien que combina o concierta simultanear a W. A. Mozart con Duke Ellington...
Vivir para ver, y para sufrir. Todo ello -querría decirlo, aclararlo- con independencia del chabolo que se ha hecho reformar, según información de que dispongo, el cardenal Bertone, su eminencia salesiana Tarcisio -ni que recordar que uno de los jerarcas más influyentes de la Iglesia en los últimos lustros-, porque a estas alturas pocas movidas intraeclesiales me sorpreden ya, y porque igual su eminencia Tarcisio Bertone no es mal tipo, por más que de él se digan tropelías, sapos y culebras, y porque en última instancia me trae al pairo su lugar de residencia, en vista de las urgencias y proyectos de mi vida.
(Si Tarcisio Bertone fue un mal secretario de Estado del Vaticano, empeñado en no ser transparente en el espinoso y dramático asunto de los escándalos de abusos sexuales de religiosos y del clero católicos, y si tampoco estuvo a la altura que de él se esperaba en el asunto "Vatileaks" (filtración pública y robo de documentos papales)... allá este propincuo jerarca con su conciencia; en realidad, la crisis de fe y de credibilidad de la Iglesia católica es un asunto inmensamente más importante que el conjunto de los aciertos y errores del cardenal Bertone).
Y por además otro porque: desde que he descubierto lo bien que combina o concierta simultanear a W. A. Mozart con Duke Ellington...
21 de abril, 2014.
Luis Henríquez: profesor de humanidades, escritor, bloguero, educador, militante social.
1 comentario:
el masonete cardenal JEFE mafiaROMA TIENE QUE TENER UN LUGAR PARA SUS REUNIONES de logias, maestres y pirindolos arquitectos...
EL QUE NO SE AGUSTA a esta gente, o es ago o es pifio DEMOLITIO.
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