lunes, 22 de septiembre de 2014

"El Papa conmovido en su viaje a Albania"

El papa Francisco, conmovido en su viaje a Albania, la patria chica de la universal Madre Teresa de Calcuta.

Siempre y fecundamente por lo que dice a la vida espiritual, los que sufren dramática y trágicamente por Cristo pueden servirnos de testimonio o modelo para perseverar en la fe, especialmente a todos los que somos mediocres discípulos de Cristo Jesús, en este tiempo de increencia, tibieza eclesial y neopaganismo.

A mi juicio o desde mi sensibilidad espiritual, no exageramos nada cuando afirmamos que el neopaganismo secularizante y descristianizador lo invade todo o casi todo hoy día. Hagan la prueba si no: vayan a cualquier centro cultural y social de esos llamados altermundistas (de izquierdas, solidarios, alternativos, etcétera), y atrévanse a alinearse, y díganlo con palabras que se escuchen, con la doctrina oficial de la Iglesia en lo tocante a la homosexualidad, el aborto, el feminismo de género, la anticoncepción, la familia cristiana…idem supra

No deseo acusar ni juzgar a nadie en particular, ni tampoco es mi intención pasar por alto todo lo bueno, noble, justo, positivo, loable y bello que tales lugares despliegan, solo que mi experiencia personal es la que es, al respecto, es así, no pretendo ofender a nadie, ni infravalorar el buen trabajo de los otros. Así que es contundente mi experiencia personal, meridianamente clara. Pero advierto que si hacen la prueba, es muy probable que vayan a obtener muchos boletos con que granjearse el ser señalados con el dedo acusador, con el sambenito de católico: "Ese es católico, pero de los que tratan de vivir su fe en comunión con la doctrina de la Iglesia, es decir, es de los que rechazan el aborto, el matrimonio entre personas homosexuales, el feminismo de género... O sea que es que es un católico retrógrado, ultracatólico".

Y hasta intelectuales hay que practican el darse pisto o pose de alinearse con el cristianismo, solo que de una manera que ni el mismísimo Gianni Vattimo aceptaría, me parece a mí. Es decir, en todo caso se trataría de una adhesión al mensaje cristiano que no implica identificación militante o conversa con la doctrina de la fe, con la dogmática católica. Con la gozosa pertenencia a la Iglesia, a esta Iglesia, que hace aguas por todas partes, cierto, que pareciera como hundirse por momentos sin remedio, pero que no acabará hundiéndose nunca, pues tiene la promesa de Cristo: "Y yo estaré con ustedes hasta la consumación de los tiempos..."


22 de septiembre, 2014. Luis Alberto Henríquez: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

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