- Batman:Gobierna tu vida como tú quieras. Pero igual tú mismo puede que no pudieras repetir lo que el filósofo católico francés Emmanuel Mounier solía reconocer: “No me considero digno de desatar las sandalias de muchos ateos”.Yo sigo creyendo que hay personas ateas de una extraordinaria talla moral, de una heroica honradez. Solo que si a ti, Batman, esta certeza mía te parece una “ridiculez propia de pobres desorientados”, tú mismo, hermano, Dios te premie tanta coherencia en tu fe católica como das a entender.
- Y por lo que dice al jesuita José Ignacio González Faus, discrepando como creo discrepar de no poco de lo que he leído de sus escritos -y sintiéndome además muy distante de la dinámica y la deriva actual de la Compañía de Jesús-, calificar, como haces tú, de "basura anticristiana" la obra ensayística toda de González Faus (llamado Fauces por el lefebvriano Capeto) me parece despectivo. Yo me considero marginado, humillado y despreciado por ciertos eclesiásticos (principalmente canariensis, aunque no solo) a cuyas puertas he venido tocando, solicitando comprensión y ayuda a lo largo y ancho de los últimos 10 años, pero calificar de basura anticristiana la obra reflexiva toda de un religioso, profesor y teólogo como José Ignacio González Faus, me parece injusto, injurioso. Yo en efecto estoy convencido de que la Iglesia está atestada de apóstatas, tibios ("A los tibios vomitaré de mi boca", dice el Señor), mediocres políticamente correctos, figurones, pésimos obispos, arribistas, trepas, carreristas, antimilitantes, mundanizantes, antinatalistas, solo que calificar de basura anticristiana todo lo que ha escrito el ya octogenario jesuita González Faus, me parece excesivo, una pasada. Incluso admitiendo -como admito yo mismo, sin duda- , el mal servicio a la Iglesia y hasta el daño que a la misma haya podido causar Faus con sus heterodoxias, calificar sumarísimamente, como haces tú, de basura anticristiana todos los escritos de González Faus, en fin...
- “otras veces he creído encontrar en ellos (escritos de gonzalez faus) motivos para iluminar mi camino en la vida y el itinerario de mi propia fe como católico“; quien afirma esta ridiculez solo demuestra que es un pobre desorientado. yo por mi pare nada bueno he encontrado en la basura anticristiana que escribe gonzalez faus. para iluminar mi camino y el itinerario de mi propia fe como católico solo necesito la palabra de DIOS, tal como dice el salmo; “tu palabra es antorcha para mis pasos, luz para mis senderos (sal 119 (118), 105)“.“el testimonio de honradez vital o existencial de comunistas ateos como Gerardo Iglesias o Julio Anguita me estimula a tratar de ser yo por mi parte coherente con mi fe católica “; el testimonio de los mártires y de los santos es lo que me estimula a tratar de ser coherente con mi fe católica, y de ninguna manera la retorica hueca de unos fósiles del comunismo arcaico y caduco.“la muchísima hipocresía y cinismo y tibieza y nepotismo neoburgués de tantos eclesiásticos católicos no me dicen nada bueno“; la opulencia con la que viven los comunistas de los hermanos castro -fidel y raul- en cuba tampoco me dice nada bueno.
- 26 de marzo, 2015. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.
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miércoles, 25 de marzo de 2015
"Saludos a Gerardo Iglesias y a Julio Anguita"
jueves, 30 de mayo de 2013
"Las buenas intenciones del obispo Ricardo Blázquez"
Según el prelado católico, "la Iglesia debe sembrar semillas de esperanza. En actitud de servicio y de salida al encuentro de las ovejas descarriadas, a ejemplo de los pastores con sus ovejas, a ejemplo del Buen Pastor"...
Formidable. Nada puedo ni debo objetar al respecto, pues en efecto tal es la esencia de la fe cristiana, del Evangelio. Y además, estoy convencido de que no pocos obispos en efecto se han comportado como dilectos y celosos pastores de la grey que les tocó "en encomienda" por la Iglesia (no raramente hasta el martirio y la confesión heroicamente testimoniante de la fe: Leónidas Proaño, Dom Hélder Cámara, Óscar Romero, Juan Girardi...
Empero, cosa distinta es que a menudo, desde luego que a mí los obispos no me transmiten la impresión de empeñados en ir en busca de las ovejas descarriadas; y asimismo me parece que los prelados en general ni se unen siquiera a la vida y a las vicisitudes de la gente normal, ni departen normalmente con la gente, en un clima de confianza, respeto y fraternidad. Porque hasta en la forma en que hay que tratar a los jerarcas (que si monseñor, que si eminencia, que si ilustrísima...), se palpa que se presentan como personas distintas, segregadas del común de los mortales. O al menos es la impresión que a mí me transmiten: yo veo Juan Nadie, pongamos, el genial film de Frank Capra, y desde luego los personajes protagonizados por Gary cooper y Walter Brennan sí son hijos del Pueblo (si se quiere, incluso en su acepción libertaria); los obispos -salvo honrosas excepciones, algunas de ellas verdaderamente heroicas, martiriales y santas-, para nada me parecen hijos del Pueblo. Y como impresión que me transmiten, ahí queda.

De modo que sí todo lo contrario: no saliendo al encuentro de las gentes comunes, son las personas interesadas las que tienen que ir, de forma "sumisa", a ellos los obispos. El orden clerical-piramidal o jerárquico parece exigir que sea así. 
(Por otra parte, en Religión Digital no faltan foristas que aventuran afirmaciones como esta: "En España, casi todos los obispos católicos son carreristas, o sea, trepas eclesiales". O como esta: "En la Iglesia católica que peregrina por España, una nada desdeñable cantidad de obispos son trepas, burócratas, hipócritas, figurones y mediocres". 
De modo que solo cabe preguntar que, de ser así la cosa como señalan esos foristas, ¿qué tiene que ver tal realidad eclesial con el modus vivendi de Jesús de Nazaret, a quien los cristianos confiesan como el Cristo?
Yo al menos no lo termino de ver. Sin ánimo de ofender lo digo. Pero con voluntad de ser sincero, sincero hasta los huesos, que dijera mi siempre admirado César Vallejo.
Luis Henríquez. 30 de mayo, 2013, Día de la Comunidad Canaria.
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