jueves, 2 de julio de 2020





En definitiva, que van por la vida haciéndose los buenos cuando conocemos que son capaces de desplegar contra sus presas inocentes toda la artillería de su maldad, de su ruindad moral (o amoral, más bien). Todas las tecnologías perversas con las que perpetran su despiadada violencia psicológica: cosificación y humillación del otro, irredento desprecio a sus víctimas, injurias, calumnias, luz de gas, juego de la piedad, manipulación de la verdad, tergiversación de todos los datos de la realidad, infravaloración del otro...


Totalmente dados a transferir la culpa en los demás (ellos jamás piden perdón ni reconocen culpa ni error alguno que puedan poner en entredicho su falso yo endiosado), es imposible dialogar con ellos: desprecian la verdad, la razón, la lógica, la amistad, el amor, los valores éticos y morales, la reciprocidad, la sinceridad, la asertividad... Ergo, a todo intento de diálogo posible irían invariable e impenitentemente con la intención de salirse con la suya al precio que fuere (usando para ello comúnmente toda clase de marrullerías, juego sucio, trampas, traiciones, deslealtades…). Porque únicamente les interesa humillar y vencer a su víctima, totalmente ajenos a la verdad y a la propia idea del respeto y de desear eñl bien del otro: solo manipular, abusar, dominar a la víctima y lastimarla para hacerla sentir inferior y ellos siempre por encima, endiosados en su delirio de grandeza (esto es, en el grave trastorno de la personalidad que sufren).


Habitantes de un mundo paralelo en cuyo centro tratan de dar combustible a su insaciable delirio de grandeza, ¿cómo ser amigo, hermano, colega, buen vecino de estos seres malignos cuyo único deseo para contigo es despreciarte, lastimarte, herirte, calumniarte, enemistarte de tu propia familia, mortificarte, ningunearte, cosificarte, y hacerte sentir en todo momento que los superiores son ellos y los siempre inferiores tú y el resto de víctimas inocentes? Con alguien cuyo modus vivendi y modus operandi es el que es, ¿cabe algún tipo de relación que no sea el contacto cero?


Así las cosas, ¿qué relación se puede sacar de ahí que merezca tal nombre desde el amor, la amistad, la cordialidad, la fraternidad, el respeto al otro...? Si el narcisista maligno y el psicópata integrado, justamente por causa de su delirio de grandeza, de su falso yo endiosado, te cosifica, te ve siempre inferior a él y, por ende, intenta en todo momento humillarte, hacerte sentir por debajo de él y a sus órdenes, ¿cómo se puede uno sentir hermano, primo, sobrino, amigo, vecino o colega de alguien así, o incluso hijo o hija?


Gracias a incansables profesionales como el Dr. Iñaki Piñuel*, entre otros tantos que citaría y cuya labor es encomiable, el mundo es menos oscuro en cuanto al conocimiento que podemos alcanzar a atesorar sobre este fenómeno devastador. Sin embargo, tengo la impresión de que todavía mucha gente sigue ciega a este fenómeno. Es decir, muchas personas aún no son capaces de darse cuenta de verdad de la clase de monstruos del mal que son estos sujetos. Y así, los siguen teniendo en un pedestal. E incluso no pocas de esas personas se decantarían por la "bondad" de ellos antes que por la inocencia de sus víctimas. Personas que, como pasara en tiempos de Jesús de Nazaret, gritarían "queremos que nos sueltes a Barrabás, no a Jesús. ¡A Barrabás!"


Pues eso: a Barrabás. Los narcisistas malignos y los psicópatas integrados siguen entre nosotros causando estragos a sus víctimas. Incapaces de amar genuinamente -porque en verdad no aman a nadie, ni a sí mismos se aman como Dios manda-, destiladores de odio y de envidia, incapaces por supuesto de llorar auténticamente, empero siguen camuflados con su piel de cordero, pasando por las más preclaras, excelentes, perfeccionistas y cordiales personas, en tanto asesinan el alma de sus víctimas. Dan ganas de llorar, solo que estos perversos que tampoco pueden llorar de verdad, al carecer de empatía emocional no merecen nuestras lágrimas y sí nuestro irrevocable contacto cero, siguiendo en esto el consejo nada menos que de Robert Hare, el mayor experto mundial en el estudio de psicópatas o uno de los máximos. A saber: “Si usted descubre un psicópata en su vida, no se lo piense dos veces y corra”

* El psicólogo y psicoterapeuta Iñaki Piñuel, considerado uno de los principales expertos europeos en la investigación y divulgación del acoso psicológico, afirma que «los especialistas estamos atendiendo muchos casos de víctimas de psicópatas integrados agravados por el confinamiento». Autor de títulos tan exitosos como Amor Zerocon varias ediciones en La esfera de los librosacaba de publicar Familia Zero, un manual dirigido a miembros de familias disfuncionales que sufrieron los abusos de esos depredadores sociales y que repiten esas relaciones tóxicas en su vida adulta.
Pues bien, valga esta nota para dejar constancia de todos los autores a los que he escuchado y, excepcionalmente, leído un poco (el caso del citado Iñaki Piñuel: he leído suyos Amor Zero y Familia Zero).

En el último año y medio de mi vida, coincidiendo con un episodio de violencia psicológica que sufro, del que soy víctima, perpetrado contra mí (instigado y protagonizado por un psicópata integrado o narcisista maligno de libro), me he documentado sobre esta cuestión disputada desde Youtube gracias al magisterio de autores como Antonio de Vicente (veterano psicólogo español, experto en estos asuntos, entrañable, muy ameno y cordial), Marcelo (canario-venezolano residente en Tenerife, teólogo, profesor y psicólogo: estupendos sus vídeos en Youtube y su blog Libres del narcisista), Paula (dominicana, víctima y a la vez estudiosa de estos asuntos, muy simpática, cristiana evangélica; tiene un canal llamado Cristianos contra el abuso narcisista), Omar Rueda (español, joven, muy ameno, ilustrativo, directo y cordial), Tabatha Lepe (víctima y a la vez estudiosa de estos asuntos; ella tiene un canal en Youtube titulado Identifica a un narcisista), Natasha Lopera (colombiana, víctima y a la vez estudiosa de este asunto), el canal Psicopsiquis, Hugo Marietan (psiquiatra argentino, padre o al menos principal impulsor de la teoría de la complementaria o complementario: pareja cómplice del psicópata o narcisista), el canal Terapia Grupal (llevado por una joven psicoterapeuta argentina), Fernando Leiva (profesional peruano, muy carismático, ameno y cordial, sin duda muy buen profesional), Yocasta Reyes (latina, víctima del abuso de psicópatas o narcisistas, metida ahora a estudiosa de este drama tan implantado en nuestros días)… En fin, hasta aquí; soy consciente de que me quedan por nombrar no pocos más. Mil disculpas. De manera que al decidir hacer esta nómina que finalmente he hecho, partía de la conciencia o evidencia de que se me iban a quedar sin nombrar algunos; vamos, “que no les voy a hacer publicidad en este escrito”.


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