viernes, 23 de abril de 2021

"Como éramos pocos parió la abuela (o cómo los curas del llamado Foro de Curas de Madrid...)"



El PSOE e Iglesias ponen en marcha la maquinaria del fango.

Jano García, en su canal homónimo de Youtube


Franco no se rebeló contra la legalidad de la Segunda República y sí contra una turba de sediciosos, asesinos y totalitarios que se habían adueñado de ella.

Manuel Azaña, presidente de la Segunda República


Gobierno de rojos: hambre y piojos.

Sentencia popular


Ante el repentino bloqueo final de los milicianos que se disponían a asesinar a la monja valenciana de 55 años María Guadalupe Ricart Olmos, la miliciana del grupo tomó la iniciativa de la ejecución. Sometió a la consagrada a todo  tipo de vejaciones, desgarrándole las ropas de cintura para abajo. Le abrió la vagina con un cuchillo, introduciéndole su crucifijo por ella; le asestó otras puñaladas y varios tiros en partes del cuerpo no letales, hasta que por fin le dio el tiro de gracia en la sien. Todo ello se sabe fehacientemente por el testimonio de la propia miliciana, así como por el del sobrino de María Guadalupe, que fue quien al día siguiente 3 de Octubre, tras conseguir un salvoconducto y saber dónde estaba el cuerpo, fue al lugar, vio lo que hemos descrito y quedó horrorizado. Además, todo fue confirmado por el forense que examinó el cadáver y que previo al levantamiento del mismo tomó las fotografías que acompañan este artículo, bien que después de cubrir en lo posible la desnudez de cintura para abajo de él.

"Mártir María Guadalupe Ricart Olmos": artículo de Juan Cruz (no confundir con el estómago agradecido, filosociata y sectario escritor y periodista canario Juan Cruz Ruiz), en El Español Digital, 25 de abril, 2021.


En los centros de enseñanza secundaria, salvo muy loables y excepcionales casos, la historia de España que se enseña nada o muy poco tiene que ver con la que se pretende enseñar en este estupendo artículo del magistrado (jubilado) José Yusty Bastarreche y que lleva por título «No fue un golpe de Estado» (en El Español Digital: 22 de abril, 2021). Porque es que la izquierda, el ideario progre, el globalismo, el laicismo excluyente y lo políticamente correcto constituyen el humus o sustrato nutricios de la enseñanza actual. O lo que es lo mismo: el pensamiento de izquierdas domina las aulas, más allá del deseo y la intención, que no raramente pueden ser buenas, de cierto número de docentes.

Al acabar de leer este directo, lúcido y breve artículo enseguida he reparado en el siniestro protagonismo que siguen teniendo en Canarias algunos sectarios de la extrema izquierda metidos a locutores de radio a los que aún se les hace la boca agua -por no decir sangre, sangre inocente de los casi 120.000.000 de víctimas mortales que en cosa de un siglo ha ocasionado el comunismo- cuando proclaman el tópico «el sanguinario, criminal y genocida Francisco Franco, que dio un golpe de Estado contra la legalidad de la Segunda República, coaligado con los sectores más reaccionarios del Ejército, de la Iglesia, de la burguesía, de la oligarquía…».

Como queda probadamente documentado, esa arcádica Segunda República ni fue idílica ni gozaba de legitimidad alguna, sobre todo en su recta final, porque había caído en manos de un Frente Popular que venía sembrando el caos en la sociedad española desde hacía algunos años: huelgas salvajes; toma de fincas; asalto, incendios y quema de iglesias, templos y bibliotecas católicos; persecución a personas católicas y derechistas; asesinato de falangistas; acoso, persecución, violación y asesinato de miles de sacerdotes, obispos, religiosos, monjas, seglares, por el mero hecho de ser católicos...

Al respecto de lo cual hoy día no abrigo casi que duda alguna: de tan sectarios y llenos de resentimiento y odio como están, tienen el entendimiento nublado. Y el alma ennegrecida, de tan cerrados como están a la gracia del Espíritu. Caterva de viles desalmados, descerebrados, materialistas y corruptos sacamantecas a la que con todos los honores pertenecen los Rufianes, Errejones, Iglesias. Monteros, Yolandas Díaz, Mónicas Garcías, Echemingas Domingas, Augustos Hidalgos, Anselmos Pestanas, Falconetis Sánchez, Mónicas Garcías, Lastras. Ávalos, Icetas, Simones, Marlascas y resto de miserables de la izquierda malandrina y analfabeta española; o por mejor decir, en verdad antiespañola, anticristiana, antiidentitaria, antipatriota.

Tal vez sea hoy por hoy más voto rebelde votar por formaciones identitarias como las distintas Falanges, Democracia Nacional, Alternativa Española, Identitarios y otras patriótricas y antiglobalistas, pero el caso es que también lo cierto es que votar por VOX hoy por hoy es también voto rebelde, frente a la mugre podemita, frente a la corrupción sociata, frente a los progresaurios y globalistas proinvasión migratoria de Nueva Canarias, frente a la nadaría veleta de Ciudadanos...

Sin duda, la formación política que, aunque llena de defectos, límites e imperfecciones, está más en sintonía con la Ciudad de Dios agustiniana y menos con la Ciudad Secular o sin Dios que plantea el resto de los partidos políticos -en buena medida PP incluido-, se llama VOX, a la que ciertos canallas sectarios, descerebrados y desalmados, comunistas recalcitrantes, golfos morales e indecentes, se empeñan en llamar Fos* (canarismo con el que designamos el mal olor). Por eso toda la mugre de podemitas, sociatas y separatistas se ha alineado contra VOX, con toda suerte de algaradas callejeras, lanzamiento de piedras, amenazas, insultos, acoso, intoxicación a través de los medios de comunicación cómplices del NOM.

Acaso estemos en los tiempos apocalípticos o preapocalípticos previos a la Gran Tribulación, a la Parusía de nuestro Señor, quien vendrá en toda su gloria al final de los tiempos. Solo que los tiempos de Dios no son los nuestros. Los nuestros, hoy por hoy, apuntan a sospechar y plantear con notable fundamento que no hay pandemia sino plandemia, que no hay Covid-19 sino coronavirus, que las vacunas son una grandísima manipulación de nuestras libertades y una estrategia del NOM y de su perversa y siniestra Agenda 2030.

De momento no obstante, como Madrid es de los pocos sitios de España en que queda vida civil, como certeramente y con su inconfundible estilo periodístico señala Losantos, es de máxima trascendencia que la pinza sociata-podemita no se acabe apoderando de la capital de España. Es cuestión de vida o muerte, porque si estos cretinos se acaban adueñando de Madrid, el proyecto chavista bolivariano que urden Coletas and company... Madrid debe ser la tumba de la PSOE y de Podemos, partidos nefastos para España, y no del racismo, la tumba del racismo, como cacarea (mintiendo, claro, enredando, sin saber ni lo que dice) el jefe de los manteros y candidato por Podemos a las autonómicas de Madrid.

Coda (o como éramos pocos parió la abuela). Como queriendo tener su minuto de gloria, los progresaurios, herejes y apóstatas del Foro de Curas de Madrid acaban de recomendar, hace apenas unos días, que se vote a cualquier partido político en las próximas elecciones autonómicas madrileñas menos por VOX y por Partido Popular. Incluso el PP, por el que nunca he votado por la principal razón de que tradicionalmente he votado por partidos de izquierda o directamente no hje votado o he votado en blanco, está más cerca de la doctrina católica que la PSOE, que Podemos, que los separatistas... Y no digamos VOX... Con el permiso de los falangistas, patriotas e identitarios que conforman otras organizaciones españolistas, VOX es hoy por hoy referencia del voto católico. Menos, según parece, para estos impresentables curas, dinamitadores de la Iglesia desde dentro, pertinaces mundanizadores desde dentro de la esposa del Esposo.

Porque es obvio: si no recomiendan que se vote por el PP ni por VOX en las próximas autonómicas madrileñas, mucho menos recomendarán el voto por las citadas organizaciones a la derecha del PP y del partido presidido por Santiago Abascal. Y como tampoco lo recomendarán por una organización como SAIN (Solidaridad y Autogestión Internacionalista: confesional pero de izquierdas, y me creo que no progre, o no del todo progre, que no estoy tan al tanto de la misma como cuando yo hasta votaba SAIN y hacía campaña por esta organización), impepinablemente la recomendarán por las organizaciones de la izquierda al uso.

O sea, que estos curitas del Foro de Curas de Madrid aconsejan que se vote aborto, ideología de género, marxismo cultural, apoyo a las movidas LGTBIQ, fecundación in vitro, hedonismo, eutanasia, libertinaje sexual, feminismo supremacista, nuevos modelos de pareja contrarios a la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio, Ley de Memoria Histórica, globalismo, invasión migratoria, islamización de España, laicismo, relativismo moral, irenismo, indiferentismo religioso, kaleborroca callejera contra VOX, blanqueamiento de la ETA... Vamos, que aconsejan que se vote por los herederos de los que quisieron estirpar de España a la Iglesia católica, de manera asesina, desde el año 1931 al 1939.

Ni PSOE ni Podemos ni los separatistas ni Más España condenan la violencia callejera contra una organización totalmente democrática y constitucional como VOX; ergo, ni PSOE ni Podemos ni los separatistas ni Más España exhiben una cultura verdaderamente constitucionalista y democrática. Los curas del Foro de Curas de Madrid, como buenos progresaurios y marxistillas devotos de un inexistente Concilio Vaticano II al que invariablemente manipulan haciendo decir lo que no dice, al satanizar a VOX por "sus políticas neoliberales que empobrecen a las capas más humildes de la sociedad" (esto es lo que afirman estos cerebritos para negar el pan y la sal, esto es, el voto, a PP y sobre todo a VOX), en realidad manifiestan no querer especialmente a los pobres, pues estos son fabricados como por sistema por los partidos de izquierdas, no en balde especializados en fabricar pobres, ¡será porque los aman tanto por lo que los multiplican! 

Solo Dios conoce el alcance del daño que siguen haciendo a la Iglesia estos nidos de progresaurios o dizque católicos, entre los que no escasean clérigos y seglares que durante décadas han ocupado cátedras de facultades católicas, porque los obispos responsables así lo han estimado (pues consideremos entonces, si esto sucede a escala universitaria, lo que sucede con no pocos profes de Religión en Secundaria: la nula o escasa sintonía de algunos de los tales con la doctrina de la fe de de la Iglesia es una vergüenza, que invitara a reír si no invitara a llorar). Nos referimos a tentáculos de la secularización de la Iglesia como Redes Cristianas, Atrio, Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, Foro de Curas de Madrid, Somos Iglesia, Cristianos por el Socialismo... Impulsores de todas estas movidas progreeclesiales que son filocomunistas, filosocialistas, filoanarquistas, tienen la poca vergüenza de insinuar o sugerir el voto para los actuales partidos herederos de los sanguinarios asesinos de miles de monjas, curas, obispos y seglares por odium fidei, desde el 31 al 39 del pasado siglo XX en España, en la considerada por los estudiosos la más cruenta persecución desatada contra la Iglesia en la bimilenaria historia de esta. 

Alucinante, por no escribir indecente. 


25 de abril, 2021. Luis Alberto Henríquez: profesor de Humanidades, educador, bloguero, militante social, escritor.  

domingo, 11 de abril de 2021

 

"Un vistazo a nuestros adolescentes y apenas jóvenes actuales"



Brindis”

«A mis amigos de Santander que festejaron
mi nombramiento profesional.



Debiera hora deciros: -«Amigos,
muchas gracias», y sentarme, pero sin ripios.
Permitidme que os lo diga en tono lírico,
en verso, sí, pero libre y de capricho.
Amigos:
dentro de unos días me veré rodeado de chicos,
de chicos torpes y listos,
y dóciles y ariscos,
a muchas leguas de este Santander mío,
en un pueblo antiguo,
tranquilo
y frío,
y les hablaré de versos y de hemistiquios,
y del Dante, y de Shakespeare, y de Moratín (hijo),
y de pluscuamperfectos y de participios,
y el uno bostezará y el otro me hará un guiño.
Y otro, seguramente el más listo,
me pondrá un alias definitivo.
Y así pasarán cursos monótonos y prolijos.
Pero un día tendré un discípulo,
un verdadero discípulo,
y moldearé su alma de niño
y le haré hacerse nuevo y distinto,
distinto de mí y de todos: él mismo.
Y me guardará respeto y cariño.
Y ahora os digo:
amigos,
brindemos por ese niño,
por ese predilecto discípulo,
por que mis dedos rígidos
acierten a moldear su espíritu,
y mi llama lírica prenda en su corazón virgíneo,
y por que siga su camino
intacto y limpio,
y porque este mi discípulo,
que inmortalice mi nombre y mi apellido,
… sea el hijo,
el hijo
de uno de vosotros, amigos».



De Gerardo Diego, con diferencia el más católico de entre todos los autores de la Generación del 27. Ojo, dilectos alumnos y alumnas: nuestro Pedro García Cabrera y más aún si cabe la también canaria Josefina de la Torre (hermana del muy laureado y reconocido Claudio de la Torre), aunque no aparecen en la nómina de los autores del 27 sí que estuvieron vinculados, por lazos de amistad y de ciertas sintonías estilísticas, a dicha generación literaria, que suele considerarse que conforma la llamada Edad de Plata de nuestras letras, luego del Renacimiento y Barroco literarios, que conformarían nuestro Siglo de Oro. Esto dicen, y así lo estudiamos nosotros, crítica u obsequiosamente. Por más que yo mismo les haya confesado, como simple aficionado a estos asuntos, que en lo tocante a adjudicar esa condición de Edad de Plata también me parecería apropiado y justo que le hubiese tocado en suerte a la generación literaria y cultural posterior a la Generación del 27, esto es, a la llamada Generación del 36, pues no en balde esta estuvo conformada por una nómina, más nutrida aun que la del 27 si cabe, de poetas, prosistas, ensayistas, dramaturgos, novelistas y hasta filósofos de primera categoría. De manera que por mi parte, salvando las distancias con el admirable Gerardo Diego (autor de uno de los sonetos más emotiva y enigmáticamente magistrales de todos los escritos hasta la fecha en la lengua de Cervantes), dedico este escrito a mis alumnos de ayer, de hoy y de mañana.



Con el debido respeto a los realizadores, conductores y protagononistas de Caso Cerrado, de la productora Telemundo -quienes, estos últimos, cuentan sus casos en este muy seguido y no poco controvertido programa de televisión latinoamericano-, me gustaría ir desgranando algunas consideraciones.

No obstante, España está que arde, sin duda. Verbigracia: toda la escoria política contra Isabel Díaz Ayuso; esto es, la izquierda cainita, descerebrada, sectaria, globalista (totalmente al servicio del Nuevo Orden Mundial y de su Agenda 2030), desalmada y enemiga de España (desde la PSOE hasta Podemos, pasando por Nueva Canarias y todos los separatismos, hasta llegar a Ciudadanos, Coalición Canaria y Agrupación Socialista Gomera, todos al servicio del globalismo y de la consiguiente invasión migratoria), se prepara para intentar el asalto a los cielos y playas de Madrid, que no en balde pasa por ser uno de los últimos bastiones patrios de libertad y de prosperidad económico-empresarial. Pero bueno, vale, disculpas por este desvío del curso principal de este escrito: tal asunto al rojo vivo quedará para otras reflexiones. Ahora a lo prometido, así que veamos. 

Reconozcamos que es más desgracia que nuestros adolescentes y jóvenes apenas que estudian Secundaria no escuchan a alguien como José María Rodríguez Olaizola, pongamos, y sí que casi todos ellos han visto y escuchado a menudo programas de Caso Cerrado, subidos a Youtube. Obviamente, de este joven jesuita español no tendrán ni idea. A ver: quiero indicar que no cabe exigirles que ya a su edad conozcan a alguien como este religioso español, no, ni modo; lo que pretendo es señalar que, por lo común, nuestros adolescentes y jóvenes que estudian la ESO, el Bachillerato, o los actuales ciclos de la Formación Profesional (ámbito en el que desarrollo mi actividad profesional), son especial y delicadamente adictos a los reclamos de la sociedad de consumo: sexo banalizado, superficialidad, egoísmo, hedonismo, individualismo, consumismo crónico, televisión basura, cine de muy baja calidad...Y a la vez están lejos, a menudo totalmente lejos, de la búsqueda de Dios, la espiritualidad, la práctica sacramental católica... 

No cabe, en efecto, exigirles que ya a su edad conozcan a alguien como José María Rodríguez Olaizola, quien es un jesuita progesista, valga la redundancia: hoy por hoy, en efecto y salvadas las honrosas excepciones de rigor, ser jesuita y ser progresista van de la mano, como en el mismo lote. (Excepciones, esto es, jesuitas en clave ignaciana, a la antigua usanza, serían los padres Alfonso Sáenz, argentino, el uruguayo Horacio Bojorge, ambos casi nonagenarios ya, algunas pocas promociones recientes repartidas por esos mundos de Dios, y pare usted de contar.)

De tal manera que, ciertamente, ni siquiera entre los pocos adolescentes y jóvenes estudiantes de Secundaria que aún hoy día pudieran confesarse católicos practicantes, salvo alguna rara avis que pudiera haber entre ellos, el nombre de este joven jesuita les sonará de algo. Normal. Porque además se me ha ocurrido referirme a él no para personalizar en su figura un aspecto que querría tratar en esta reflexión, sino más bien para poner el dedo en la llaga sobre la tendencia al pasotismo, a la irreligiosidad y la indiferencia religiosa, a la cultura hedonista, al individualismo y en general a la cultura basura, tan arraigada en la mentalidad imperante entre las filas de los adolescentes y jóvenes de nuestro tiempo.

Ergo: el problema no es tanto que no escuchen la palabra autorizada de Olaizola, SJ, y sí sobre todo que no se interesen por el testimonio de los santos, ni por la fe católica que aun han podido conocer en sus abuelas, más que en sus madres, muy probablemente, ni por ir dando respuestas a las grandes preguntas por el sentido de la vida... Porque, en definitiva, por lo que no se interesan, salvo honrosas excepciones, es por los modelos mejores de personas a imitar. 

De modo que el problema es que ven y sobre todo escuchan los casos morbosos que aparecen (marca de la casa), en Caso Cerrado. Entonces, ¿hace falta poner una vez más de manifiesto lo que ven y escuchan en Caso Cerrado? Pongamos que aquí y ahora, sí. Veamos: a través de este programa muy bien conducido por la cubano-norteamericana Dra. Ana María Polo (abogada, presentadora de televisión, cantante, mujer sin duda carismática y a lo que parece muy buena profesional), conocen los casos de grosero libertinaje y degradada inmoralidad sexual protagonizados por adictos a la pornografía; por practicantes de la zoofilia; por practicantes de orgías sexuales; por empresarios que montan prostíbulos para perros; por hombres que a mitad del coito con sus parejas recurren al coito interrupto y siempre se acaban limpiando la eyaculación con pañuelos y, encima, están convencidos de que así obran rectamente; por mujeres que dan de mamar la leche lactante de sus pechos a hombres que pagan por tal servicio; por miembros de clubes de solosexuales: estos son individuos e individuas que acuden a locales en que se masturban juntos, a menudo sin conocerse de nada, sin tocarse ni hablarse, cada participante congregado, concentrado en sí mismo, afanado tan rica y solipsistamente; por usuarios y usuarias de juguetes eróticos que reemplazan a las personas en sus relaciones sexuales; por exmonjas y exsacerdotes que, luego de tener deslices sexuales, acaban convertidos en libertinos y así son presentados en el programa; por personas de tendencia sexual hermafrodita o intersexual, como se prefiere llamar hoy día, tan contentos y felices con su tendencia desviada; por mujeres que abandonan a sus hombres porque estos contraen deudas monetarias o dejan de eyacular en el acto sexual por causa de alguna disfunción; por estafadores y mentirosos compulsivos y sin escrúpulos; por padres que violan a sus hijas; por abuelos que, tras violar a hijas, se convierten automáticamente en padres y abuelos a la vez; por homosexuales (gais) que sienten que el mundo se les viene encima y que han protagonizado lo peor de lo peor, el peor de los pecados posibles, tras haber experimentado que una mujer enamorada los engañó y los acabó violando; por tías que mantienen relaciones sexuales con sus sobrinos; por jóvenes pornógrafas que usan la voz de menores en páginas de sexo virtual por teléfono tras fotos de ellas mismas como mayores de edad; por parejas en que uno de los miembros se dedica a la pornografía, es contagiado del SIDA por su hembra despechada, quien no le perdona que le haya sido infiel con mujeres del mundo del porno (casi simulando que valoran en algo la castidad y todo), al tiempo que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, ultrapromiscuos y contagiados a su vez de SIDA; por libertinos y desalmados que, a sabiendas de que están contagiados de SIDA, mantienen durante años múltiples relaciones sexuales a través de las cuales contagian la enfermedad indiscriminadamente; por parejas que, prácticamente en el cien por cien de los casos, viven su noviazgo no desde la castidad sino desde la lujuria, el libertinaje, la promiscuidad incluso, el uso generalizado de anticonceptivos; por hermanos de padre y madre o medio hermanos que, aun conociendo su parentesco, mantienen relaciones incestuosas que a veces acaban en embarazos; por mujeres obsesionadas con ser biológicamente madres hasta tal extremo que llegan a quedarse embarazadas tras mantener relaciones sexuales con hombres recién fallecidos que aún mantienen su erección.

Y acabamos con esta truculenta relación en párrafo aparte. Particularmente aberrante y degradante me ha parecido el caso de una mujer joven. Esta trabaja dejándose abusar, pegar, golpear, maltratar y finalmente violar por hombres, quienes encima tienen que pagar altas sumas de dinero por tales servicios, mediante los cuales ella pretende hacer un servicio a la sociedad al considerar que tales terapias físicas van a acabar propiciando que los hombres que perpetran tales violaciones acabarán autodisiadiéndose de seguir violando a otras mujeres. A todo esto su pareja presente, solo se dignaba lamentar que este sea un mal negocio a efectos meramente crematísticos, sin decir el hombre joven ni media palabra sobre la espeluznante inmoralidad que está llevando a cabo se pareja, quien en verdad lo que está haciendo es ejercer la prostitución, con el añadido o agravante de sufrir palizas, golpes, malos tratos físicos.

Desde luego, un horror, un asco. En fin, lo propio de un mundo radicalmente enfermo este nuestro que ha vuelto desesperanzadamente la espalda a Dios y que, así, chapotea en la inmundicia. Casi como una casa de los horrores lo que se exhibe en Caso Cerrado: morbo, lujuria, degeneración moral máxima, toda clase de aberraciones sexuales, pornografía, inmoralidades y bajezas de todo tipo que no tienen ni nombre... Uno se pregunta cuánto hay de realidad y cuánto de simulación, mera búsqueda del morbo y recreación más o menos dramatizada en estas historias para no dormir. Comoquiera que sea, según se advierte al final de estos casos en un apunte escrito que sale en pantalla, "los casos contados en Caso Cerrado no expresan la opinión de la productora, del programa en sí, sino la de los participantes, que pueden contar casos reales". De manera que, tomando esta advertencia al pie de la letra, en efecto los juzguemos como casos verídicos. Casos que ciertamente ocurren o que comoquiera que sea en todo caso pudieran ocurrir y que, a decir verdad, ponen de manifiesto la radical podredumbre moral de este mundo que, habiendo dado la espalda a Dios, chapotea en el pecado, en las mayores bajezas morales que quepa imaginar. Y todo ello sin sentir en lo más mínimo conciencia de pecado, temor de Dios, nostalgia de Dios...

La enfermedad de un mundo que agoniza muy bien diagnosticada por estupendos obispos como D. Juan Antonio Reig Pla, guiados por un intenso celo pastoral, por solo citar un nombre, de entre otros varios que cabría nombrar entre el episcopado de una Iglesia universal que también, ciertamente, presenta un rostro muy afeado, muy desfigurado por los estragos que viene causándole la apostasía. Un mundo, en definitiva, en el que las masas ya no manifiestan sentir sed del agua buena, sed del agua de la vida, sed de eternidad y de infinito que dijera nuestro Miguel de Unamuno, sed de Dios, y sí más bien sed de Cocacola, si se nos permite la analogía. 

Sí: todo un subproducto nacido de una inmoralidad sexual y de una bajeza espeluznantes, propias de estos tiempos de radical apostasía que vivimos y que harían palidecer a los de Sodoma y Gomorra. De manera que no pocos de nuestros estimados adolescentes y jóvenes ven y escuchan estos contenidos. ¿Los sabrán discernir? ¿Sabrán separar la paja del trigo? ¿Verdaderamente conocen que la pornografía y el libertinaje sexual son la tumba del verdadero amor entendido como donación incondicional y para siempre, abierta a la vida, a la ternura, a la delicadeza por el otro, al don de los hijos desde la confianza depositada en la providencia de Dios?

Desde luego, dudo muy mucho que sepan que esas historias por lo general son basura degradante que en verdad no los forma como chicos y chicas en proyecto de ser hombres y mujeres honestos, serviciales, generosos, idealistas... De modo que sí que tragan y tragan y, de tanto tragar y tragar, algunos acabarán inevitablemente asumiendo que es normal lo que se trata en tales programas. Porque como además nunca escuchan a José María Rodríguez Olaizola, SJ. Esto es, como nunca van a misa; como nunca escuchan a buenos testigos de Cristo y de su Iglesia; como nunca o casi nunca se encuentran con buenos sacerdotes que predican a Cristo, nuestro Señor, el Salvador de la humanidad, el único camino para llegar al Padre; como nunca o casi nunca se sientan a escuchar a los mayores de su familia o ámbito vecinal; como por lo común no tienen por costumbre interesarse por las vidas de hombres y mujeres ilustres (ilustremente buenos, sabios, nobles, justos, santos) que en la historia han sido; como nunca o casi nunca visionan buen cine (cine con valores, que se decía hasta no hace mucho, cine para propiciar un posterior palique o cinefórum...); como no es normal que cultiven la cultura de la reflexión personal y la introspección; como muy a menudo escuchan casi exclusivamente estilos musicales degradantes como el reguetón y jamás de los jamases a nuestros clásicos Beethoven, Brahms, Chopin, Falla, Mozart (Mozart solía decir que todo en esta vida es una preparación para el saber morir), Johan Sebastian Bach (nada en el arte musical hay más sublime que lo más sublime de J.S. Bach)...



Parte II



No obstante, a decir verdad gracias a Dios en Caso Cerrado no todo es morboso, moralmente degradado y asqueroso sino que también aparecen testimonios de personas que juzgaríamos como edificantes, y desde luego dramáticos. Considero en estos momentos el de una joven mexicana que a los siete años de edad pierde a su madre, luego a los trece a su padre, quedando sola con su hermano, dos años mayor que ella. Son acogidos como huérfanos por sendas familias. Cumplida la mayoría de edad se reencuentran, separados durante años desde el momento de la acogida cada uno por su respectiva familia, y restablecen el fraterno contacto, según se habían prometido. Restablecido el contacto, al poco su hermano muere en accidente automovilístico. Ella queda sola y desfondada, totalmente acongojada y perdida en este mundo, sin asideros. Decide entonces rebelarse contra Dios, al que juzga culpable de sus desgarradoras desgracias. Y la forma como concibe esa rebelión contra Dios es bajo la especie de un compulsivo deseo de seducir sexualmente a sus ministros ordenados. Confiesa haber consentido relaciones sexuales con al menos tres o cuatro sacerdotes, uno de los cuales -con quien llega a participar en un trío en el que uno de los integrantes es una religiosa católica- la deja embarazada. Se trata de un sacerdote joven con una increíble pinta de pardillo y que está dispuesto a colgar los hábitos para casarse con su amante. Pero ella no tiene tal intención, porque para colmo de males o por si hubiesen sido pocas sus desgracias, le han comunicado que padece un tumor cerebral incurable.  

Del caso anterior me he ocupado en mi artículo "Como si fueran heraldos del Pathos", publicado en algunas bitácoras. Con todo, entre Caso Cerrado y Olaizola, SJ, no hay color. El religioso español es también sociólogo y escritor de notable éxito o eco; yo, que me atrevo a confesar verdades y contenidos más católicos a menudo que los confesados por este Olaizola y en general por los eclesiásticos de su cuerda progresista i, soy solo conocido en mi casa a la hora del almuerzo, y entre algunos amigos a la hora de la merienda. 

De manera que no estando de acuerdo con su aperturismo en cuestiones de moral sexual, ideología de género, feminismo supremacista, inmigración, laicismo, etcétera, de la autenticidad de su vocación religiosa ni quiero ni debo dudar (es más, considero que claro que sí debe tener vocación religiosa, ¡faltaría más!). Pero con su estilo de ser cura, cercano y cordial hasta el tuteo, con su aparente sencillez (ojo que desconozco todo de su vida), con su acento en presentar a un Jesús identificado especialmente con los pobres, los marginados y las víctimas todas de la historia, sí estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo en bastante con su forma de ejercer el ministerio, que es claramente hija del Vaticano II, tan puesto en solfa por tantos en la crisis actual de la Iglesia, en esta hora aciaga en que Dios mismo permite que pase todo lo que está pasando, creemos que para acrisolar la fe de muchos, y porque profetizado está que los tiempos últimos se habrían de caracterizar por una apostasía generalizada, especialmente dramática en la cúpula de la Iglesia. Entre el Pueblo de Dios conformado por los seglares no digamos (comenzando por mi mal ejemplo como discípulo de Cristo y de su Iglesia); y entre los ministros ordenados y los religiosos consagrados, ¡uf, entre ellos y ellas, qué dramática la pérdida del oremus, del celo apostólico por la salvación de las almas, hasta haber acabado convirtiéndose en meros burócratas del culto, o en una suerte de funcionarios buenistas del tipo común en las oenegés!

De manera que en sintonía, sí, de siempre, con esta forma para algunos aseglarada de ejercer el ministerio ordenado que personifican sacerdotes como este bueno de Olaizola. Me gusta, he crecido con tal sensibilidad desde adolescente (desde adolescente en grupos católicos, desde niño en verdad), es de mi estilo de conducirme así por la vida: mis alumnos me tutean prácticamente todos, como por lo demás es común en nuestros días. Hasta el extremo de que a menudo he considerado que, de ser yo cura o de haberlo sido, me gustaría o habría gustado que me tuteasen o hubiesen tuteado, aun llevando traje talar o clériman, sin relajos ni indebidas confianzas, pero sí que tuteado; o aunque me hubiesen llamado también padre o don; si bien, ojo, también me parece digna y buena la actitud de los que prefieren marcar las distancias, tratar de usted a los eclesiásticos, que es además forma más en consonancia con lo tradicional, solo que esto de marcar las distancias no va tanto con mi modus vivendicredendi y operandi como ese tuteo del que hablo, que por lo demás usan para conmigo el 99 por ciento de los alumnos.

Un tuteo desde el que hubiera ido conformando en mí un corazón de circo bullanguero (tal debe ser el corazón del célibe por el Reino de Dios y su justicia), parafraseando un verso del misionero claretiano, obispo y poeta Pedro Casaldàliga, recientemente fallecido. Pero en fin, bueno: el caso es que demasiados de nuestros adolescentes y jóvenes ven y escuchan los casos nada edificantes de Caso Cerrado. Hasta tal extremo que, siendo así las cosas ¿cómo extrañarse de que esta cultura nuestra hedonista e individualista a tope produzca a mansalva personas narcisistas y psicópatas de los llamados integrados o subclínicos? Estando como están huérfanos de verdaderos modelos de humanidad y de conducta, ¿cómo vamos a exigirles encima que prefieran seguir el modelo de santa Teresa de Calcuta, por ejemplo, o el de la italiana santa Gianna Beretta Molla ii, y no el del último joven que han visto en Caso Cerrado y que se conduce por la vida, tan pasota, narcisista y egoístamente él, cambiando de pareja y de auto como quien cambia las sábanas de su cama? ¿Cómo vamos a exigirles que, pasando tantas horas delante de la caja tonta, o navegando a veces por Internet en páginas pornográficasiii, viendo cine casi todo en Neflix o en la hipersectaria televisión española, prefieran los modelos de vida de los santos, los héroes, los prohombres y promujeres de la humanidad, las vidas de los grandes escritores, a las vidas de esos auténticos antihéroes que ven en Caso Cerrado?

Es de elemental Perugrullo que con los referentes culturales imperantes en la decadente cultura actual, radicalmente secularizada, descristianizada, nuestros chicos y chicas apenas jóvenes y adolescentes muy difícilmente van a encontrarse con Cristo y con su Iglesia. Muy difícilmente van a descubrir algún día que el matrimonio entre hombre y mujer es Iglesia doméstica, espacio privilegiado para la donación, la gracia, la lucha por el Reino de Dios y su justiciaiv. Como igualmente será casi imposible que entre ellos surjan vocaciones a la vida consagrada, al ministerio ordenado (ojo, que digo casi, no afirmo que imposible, pues Dios sigue llamando, siempre llama obreros para trabajar su mies: cfr. Mateo 9, 35-38). 

Dios siempre llama, sí, a pesar de la pavorosa apostasía que despelleja viva a la Iglesia, esposa amada del Esposo, en estos tiempos nuestros que a todas luces parecen los tiempos apocalípticos profetizados. Y en todo caso, los del Gran Reseteo que ya tiene preparado el Nuevo Orden Mundial, para un nuevo diseño global de la familia humana, con su Foro de Davos incluido, con su pandemia del Covid-19 asumida y estratégicamente manipulada, con su invasión migratoria, con su ataque sistemático al cristianismo (no lo olvidemos: la única religión verdadera, el único camino de salvación), con su marxismo cultural o perroflático: sectaria Ley de Memoria Histórica, aborto generalizado, etcétera.

Como que en uno de mis cursos en Lanzarote solía coincidir en misa con una alumna de Bachillerato II que, amén de muy guapa ya, era estudiante ejemplar, me decían, muy madura (con todo, yo no le daba clases, no era alumna mía), y que parecía madura hasta como joven católica. Siempre atenta, cariñosa y delicada conmigo cuando alguna vez me veía fuera del instituto, hasta me hizo fantasear alguna vez que otra: “Qué muchacha más prometedoramente interesante; desde luego, tiene madera de futura gran mujer… No me importaría esperar a que tuviera bien encarrilada su carrera y, mientras, pasarla cultivando la amistad con ella, en tanto iría cumpliendo años y ya tal vez con veinte y algunos cumplidos y... Y calla o basta, insensato, ¿o es que tú no ibas a ir cumpliendo años también, o es que no ves que tienes edad para ser perfectamente su padre, y aun, biológicamente hablando al menos, hasta su abuelo? Estos amores solo se dan en el cine, entre viejos ultramillonarios de los que se enamoran jovencitas treintañeras, o a condición de que te llames Pablo Casal, José Millán-Astray, Antonio Machado, Michelangelo Antonioni, Clint Eastwood, Woody Allen, Fernando Sánchez Dragó, Charles Spencer Chaplin...v.” 

Mas sobre todo al cabo de unos pocos años me vine a enterar de que del IES en que di clases había salido para el Seminario Diocesano un chico de la tierra. Uno de esos cinco héroes que decía monseñor Cases, entonces titular de la diócesis, cuando se refería a los solo cinco seminaristas que había hasta el curso pasado en que él llevó las riendas de nuestra diócesis de Canarias. Sin duda, sí, un mirlo blanco, desde luego, un héroe en los tiempos de increencia que corren, frente a tanto caso cerrado al soplo de la gracia, a la virtud de la castidad en medio de este mundo ultraerotizado.

Porque ciertamente nuestros chicos y chicas, apenas jóvenes y adolescentes, casi que son lo mejor en el ámbito de la enseñanza, ahora con el respeto debido a tanto buen profesional docente como sigue habiendo. Lo mejor porque entre ellos y ellas van descubriendo la vida y a veces te hacen partícipe de tales descubrimientos, y porque a veces surgen entre ellos y ellas testimonios muy generosos, sorprendentemente loables, beneméritos, incluso vocaciones. Parece ser que a condición de que les presentemos las cosas como son, sin descafeinarlas o aguarlas, la fe como es, la radicalidad como es, la entrega a Cristo el Señor, el Hijo del Dios Uno y Trino, justamente como es.



Parte III



Coda o guinda. Me nace acabar esta reflexión como hace con no pocas de las suyas el admirable Dr. Antonio Caponnetto: argentino, historiador, pensador católico, apologeta de nuestra fe, hijo fiel de la Iglesia, poeta. Salvando las distancias él y yo (también las geográficas en este caso), pondré la guinda a esta reflexión mía con los versos que siguen, incluidos en mi inédito Como lirio entre los cardos (escritos entre los años 1994 y 1996, ahí siguen durmiendo el sueño de los justos). Tanto el Dr. Caponnetto como yo reconociéndonos, seglares que somos, apóstoles de Aquel que nos amó primero, desde esta convicción impresa en el seguimiento o discipulado del Divino Maestro :"Ay de mí si no evangelizara" (cfr. 1Corintios 9, 16b) porque "quien dé testimonio de mí ante los hombres, será testimoniado por mí delante del Padre" (cfr. Mateo 10, 32-33).

Y que valgan también estos versos como argumento literario, el cual viene a ser un aspecto del comentario de textos que se exige hoy en día a los chicos y chicas de Bachillerato II en su examen de Lengua Castellana y Literatura para la EBAU. Asimismo, me parece que, habiendo algún que otro adjetivo valorativo en estos versos míos, ellos y ellas, curiosos alumnos, sabrán localizarlo. Veamos:



Renuncia



VAS entrando, Señor, Tú vas entrando,

como un acero dulce y qué exigente.

Vas manando, Señor: eres la fuente.

Bebiéndome la vida vasme amando.



Confundes mis pronósticos, sonríes.

Jugando con mis días vas ganando

Tú siempre la partida. Vasme amando.

Y al cabo todo pides: Dame síes,



Tú nos pides. Lo pides siempre todo.

Vas entrando, Señor, como una aurora

maravillosa y pura y redentora

sobre mi faz de hombre hecho de lodo.



Y me quemas por dentro, enamorado

Tú del hombre, del hombre y su destino.

Todas mis naves quemas y mi tino.

Me has quemado hasta el ser, desarbolado.



Menesteroso y frágil, desfondado

me has: vas timbrando acentos en mi risa.

Y no te importan noes, ni la prisa,

ni mi carne furiosa o lo pasado.



Amándonos primero por ser tuyos

nos sembraste en lo hondo tres palomas:

la Caridad, la Fe y la Esperanza. Que Tú tomas

como dones que son, como capullos



de eterna primavera. Somos tuyos,

Señor, pródigamente somos los hijos tuyos.

Y ningún hombre fuera si Tú no asomas

tu rostro que no vemos. Tú desplomas

las piedras y las faltas.

Todos los muros de todas las lamentaciones.

Tú tomas y retomas,

más que siete por siete y setenta veces siete,

el perdón que nos das y todas nuestras traiciones.

Y las tres palomas

bajadas a la vida

Tú las tomas, Señor, las tomas y las retomas

como fuentes que son de tu agua viva. 



Las palomas que Tú eres, Señor nuestro,

eternizándonos que te estás

eternizándonos y esperándonos,

para cuando nos llegue el final de esta partida.



I Así, frente a falsos ecumenismos, la centralidad de la Iglesia católica como la única fundada por Cristo sobre la roca de Pedro; y frente a desatinados diálogos interreligiosos, la afirmación de que solo Cristo salva, solo Cristo es el camino, la verdad y la vida, el Hijo del Dios trinitario. Afirmaciones confesionales e interreligiosas que, desde luego, cabe sostener con los documentos del Concilio Vaticano II en la mano, a condición de que se eviten las lecturas tendenciosas del mismo que la progresía dizque católica viene realizando, desde hace ya medio siglo. Y a condición de no rasgarse las vestiduras por tomar conciencia, en efecto, de que entre los documentos del Vaticano II hay lugares ambiguos, oscuros, confusos, los cuales precisarían, como mínimo, una suerte de syllabus interpretativo y aclarativo, según deseo expreso de monseñor Atanasio Schneider.

II Canonizada por el santo papa Juan Pablo II, patrona de las mujeres embarazadas, murió por complicaciones en el cuarto de sus partos, al negarse a que la trataran de un tumor que padecía y que hubiera podido poner en peligro la vida de su bebé, que finalmente acabó naciendo con vida.

III Las páginas pornográficas siguen siendo las más visitadas, con diferencia, de Internet, como ha señalado incluso la fundadora y actual superiora de Iesu Communio, la estupenda y muy carismática sor Verónica Berzosa, en una deliciosa charla suya subida a Youtube (hermana, sí, claro, del obispo y celebrado teólogo Raúl Berzosa).

IV Una pareja de personas homosexuales no es nunca un matrimonio, y además su unión es gravemente ilegítima, inmoral, en sí misma pecado. Reconocido esto con todo el respeto debido a las personas de tendencia homosexual, a menudo discriminadas en la sociedad y en la propia Iglesia, con la delicadeza máxima que se exige en estos casos, pero también con toda la lealtad exigida para con la verdad. Por mucho que digan personalidades eclesiásticas tan publicitadas como el jesuita norteamericano James Martin, quien no en balde es uno de los principales valedores de la causa LGTBIQ en la Iglesia, esta siempre ha condenado la práctica de la homosexualidad, basándose precisamente en la Revelación, la Tradición y el Magisterio, instancias teológicas (lugares teológicos) que conforman todo el edificio de nuestra doctrina de la fe, como perfectamente conoce el propio padre Martin, SJ. Revelación, Tradición y Magisterio siempre han considerado que los actos sexuales son gravemente inmorales, intrínsecamente desordenados, y que, no pudiendo en ningún caso recibir aprobación alguna, en verdad no se corresponden con una verdadera reciprocidad afectiva ni con el don de la vida naturalmente inscrito en la naturaleza sexuada del hombre creado varón y hembra, a imagen de Dios (obviamente, véanse al respecto los consabidos versículos bíblicos y los correspondientes números del Catecismo de la Iglesia Católica, entre otros documentos diversos). Esta enseñanza tradicional de la Iglesia hoy por hoy es sistemáticamente atacada, puesta en solfa, e incluso rechazada y conculcada por dignidades eclesiásticas: por prestigiosos doctores, sacerdotes, obispos incluso… Hasta tal punto la cosa que es un secreto a voces que tales personalidades, que llegan a conformar nutridos sectores de conferencias episcopales, han llegado a tentar al actual pontífice, aprovechando que este de alguna manera se presta a ello, al confesarse desde luego “más que tradicionalista, progresista, de izquierdas, simpatizante de la llamada teología del pueblo, entusiasta del ecumenismo, atento a no pocos reclamos y exigencias del mundo...” Aprovechando asimismo que se ha fotografiado (retratado, como decían nuestras abuelas) con no pocas personas homosexuales, y que incluso los ha recibido en el Vaticano o con ocasión de sus viajes apostólicos por el mundo. Sin que de tales visitas haya trascendido que Francisco manifestara que condena la práctica homosexual de esas personas, en fidelidad al bimilenario Magisterio eclesiástico. Está a este respecto su famoso “¿Quién soy yo para condenar?”, en referencia directa, me parece recordar, al espinoso asunto de la relación homosexual que había mantenido nada menos que monseñor Battista Ricca con un guardia suizo. Postura de Bergoglio que es la continuación lógica de esta opinión previa del, casi nada al aparato, ilustre Carlo María Martini, también jesuita, imponente e importante biblista, príncipe de la Iglesia (y principesco, digo de porte), Premio Príncipe de Asturias de Humanidades, referencia mundial de la progresía católica y eterno papable, cuando en alguno de sus últimos libros-entrevista (Coloquios nocturnos en JerusalénEstamos todos en la misma barca...) le confiesa a quien lo entrevista: “Conozco a personas homosexuales a las que juzgo de excelentes; no me considero digno de juzgarlas, y mucho menos de condenarlas”. Estas declaraciones chocan con la enseñanza tradicional católica, salta a la vista este dato, y son en efecto fruto del aggiornamento hijo del Vaticano II, del cual tanto hablaron maravillas los canonizados Juan XXIII y Pablo VI, quien sin embargo, ante la deriva secularizante-mundanizante que estaba acarreando a la Iglesia el famoso espíritu del Concilio, se vio obligado a lamentar, nada más iniciada la década de los setenta, que el humo de Satanás hubiera acabado penetrando por alguna rendija de la Iglesia. Hasta la cocina misma de la esposa del Señor, como yo mismo le escuché una vez lamentar al gran Marcelino Legido, probablemente uno de los más preclaros místicos modernos de la Iglesia que peregrina por España. Pero lo dejamos aquí, toda vez que contemplar el estado de penuria moral y espiritual en que se encuentra la Iglesia en la actualidad, a la vez que se toma conciencia de cuán perseguido está el cristianismo a escala global... En fin.

V En Primavera en otoño (realizado en 1973), título del magistral Clint Eastwood que sin duda no está entre sus mejores trabajos, sucede una historia de amor entre los personajes del maduro William Holden y la joven actriz revelación en esa cinta, la veinteañera Kay Lenz (20 años justos; por su parte mister Holden, 55 primaveras). Antonio Machado tenía 34 años cuando se casó con Leonor, de 15. Se habían conocido un par de años antes. El matrimonio solo duró 3 años: Leonor fallece, con solo 18, víctima de la tuberculosis. Significativa diferencia de edad, empero lo que siempre me ha llamado la atención, más incluso que esa diferencia de edad entre ambos, es el hecho de que Leonor tuviera 15 años cuando contrajo matrimonio con Machado, en ceremonia religiosa católica, siendo Machado bastante anticatólico por liberal, krausista, librepensador, humanista laicista, etcétera. Solo que a tenor de lo que de ella confiesa en los inmortales versos de Campos de Castilla en que rememora a su Leonor recientemente fallecida, nuestro poeta sevillano sí que debió estar profundamente enamorado de su jovencísima esposa. Por su parte Charlot se casó cuatro veces. La última, con Oona O’Neil, hija de Eugenio O' Neil, uno de los maestros del teatro del absurdo: Chaplin, con 54 años; Oona, con 18. Vivieron un matrimonio de 34 años, y tuvieron 8 hijos, entre estos la famosa Geraldine Chaplin, la primogénita de la familia, laureada y muy internacional actriz tan vinculada a España (su español es óptimo), como que fue pareja y musa de nuestro Carlos Saura. Y si aún no nos lo creemos, que se lo pregunten también a los cineastas Anthony Quinn, o a Clint Eastwood. Particular que también podríamos preguntar a los músicos del rock and roll Mick Jagger, Phil Collins, David Gilmour, Rod Stewart, Ritchie Blackmore: legendario guitarrista de Deep Purple y de Rainbow que está ahora casado, y es su su cuarto matrimonio, con la también músico Candice Night, 26 años más joven que él, a la que conoció con 18 años, él con 44, y con la que ha sido padre a los 65 y a los 67 años.



21 de marzo, 2021. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

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"Estos son mis principios (y no tengo otros)"


Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros (atribuida a Groucho Marx)


Amar la Patria es el amor primero, /y es el postrero amor después de Dios, /y si es crucificado y verdadero, /ya es un solo Amor, ya no son dos. 

R. P. Leonardo Castellani SJ (sacerdote argentino, escritor, poeta, teólogo, narrador)


Es penoso tener que recordar que en la descatolización de España ha jugado un papel importante el progresismo eclesiástico; ha sido una concausa en todos los órdenes del derrumbe de la catolicidad. La enseñanza heterodoxa, durante décadas, de teólogos que con sus clases y sus publicaciones han inficionado al clero causando estragos doctrinales y espirituales, también envenenaron la formación de generaciones de seminaristas.

Monseñor Héctor Aguer


Si Dios no existe todo está permitido; y si todo está permitido la vida es imposible.

Fiódor Dostoyevski (Los hermanos Karamazov)


Franco no se levantó contra la República, se levantó contra la chusma que se había apoderado de ella.

Manuel Azaña, presidente de la Segunda República (miembro del Partido Reformista, de Acción Republicana, de Izquierda Republicana)



Frente a los Castillos, González Faus, Masiás, Pikazas, Vidales, Forcanos, Forcades, Tamayos, Aradillas, Torres Queirugas, Atrios, Redes Cristianas, Comunidades de Base, Somos Iglesias y resto de plataformas mediáticas, grupúsculos y células del catolicismo progre, con su Magisterio* paralelo cultivador de la sistemática disidencia y la infidelidad a la doctrina, la moral y la liturgia de la Iglesia, poco a poco he ido derivando hacia plataformas, publicaciones y realidades eclesiales empeñadas en poner el acento, cada una con su especificidad, con su particular estilo o intensidad, en la fidelidad a la Sagrada Escritura, la Tradición, el Magisterio, la Patria y las raíces civilizatorias cristianas, que son identitarias de Europa.

Distinguidos: les agradeceré siempre todo cuanto de verdadero, noble y bueno hayan podido enseñarme, solo que permítanme la acaso inmodestia de declarar, por si acaso, que ni yo soy tan burro ni ustedes han de creerse tan sabios. Por ejemplo: ni que reconocer que el recientemente fallecido Hans Küng supo inmensamente más teología que la que yo hoy por hoy he alcanzado a conocer. Sin embargo, no hace falta ni siquiera ser un teólogo titulado para percatarse de un dato que me parece muy obvio, a saber, la teología de Küng es poco sacramental, muy poco patrística, poco espiritual; y desde luego, es una teología que parece moverse del mundo hacia la Iglesia, no desde la Iglesia hacia el mundo, con lo cual el dato doctrinal resultante acaba contaminado en exceso de mundanismo y no de sacralidad o sacramentalidad católicas. No soy quién en el sentido de que no me considero autoridad teológica para poner en duda la genialidad del suizo Hans (no confundir con otro suizo y también Hans y teólogo, para mí mucho más católico, sugerente, espiritual, patrístico y sacramental; sí, claro, me refiero a Hans Urs von Balthasar), a quien siempre agradeceré todo cuanto haya podido aprender de los libros y escritos suyos que he alcanzado a leer, solo que nunca me pareció un teólogo muy espiritual. Sí un gran erudito, un agitador de masas, un teólogo burgués, pero no un pensador de profundis, dicho a la manera de Óscar Wilde.

Por lo demás, abundando en este particular recuerdo hace más de un lustro cuando participaba como forista en una bitácora referencia del ideario progreeclesial. Literalmente me linchaban: cada vez que defendía la postura tradicional de la Iglesia sobre cualquier aspecto, pero sobre todo por lo que respecta a los referidos a la moral sexual. A veces hasta con insultos de foristas a los que solo faltaba espetar blasfemias y amenazas como las que se estilaban durante la persecución religiosa desatada en nuestro país del 31 al 39 del pasado siglo XX. Y eso que se suponía que la bitácora en cuestión concitaba sobre todo católicos; católicos progres, claro, o vergonzantes, católicos vergonzantes de esos que, cuando están ante la presencia de plataformas de izquierda, piden perdón por ser católicos y oler a cera y a incienso.

A este proceso de evolución ideológica y espiritual lo llaman derivar hacia postulados conservadores de derechas. Que lo llamen así o como quieran llamarlo; no me quita el sueño. Porque si tal evolución se ha producido en una persona no tan mayor como quien estas líneas escribe y que en su momento llegó a votar hasta por organizaciones comunistas leninistas, la misma se debe a un firme propósito de fidelidad a Cristo y a su Iglesia.

De mis antiguas simpatías izquierdistas me queda lo que yo llamo la liturgia o lo litúrgico. A saber: sigo reconociendo que la llamada canción de autor es un género de la música popular secularmente vinculado al pensamiento de izquierdas, a los movimientos sociales. Esta es una verdad tan de Perogrullo que no necesita explicación alguna. Ergo, a mí me sigue gustando la canción de autor, de manera que la ideología comunista y la defensa del castrismo que hace alguien como Silvio Rodríguez no me impide seguir apreciendo y degustando su música. Conozco a antiguos devotos del cantautor cubano que ya no le perdonan su impenitente castrismo, hasta el extremo de que hoy por hoy no soportan escucharlo; no es mi caso.

De manera que lo mismo hago con los clásicos de la canción de autor y con otros más jóvenes: desde Atahualpa Yupanki, Horacio Guaraní, Jorge Cafrune, Violeta Parra, Víctor Jara y compañía hasta Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute, Pablo Guerrero, Víctor Manuel, Luis Pastor, Hilario Camacho, José Luis Perales, Joaquín Sabina, desembocando en los más actuales Pedro Guerra (desde la época de su Taller Canario, del que salieron valedores de la canción de autor canaria como Rogelio Botanz, Andrés Molina, Marisa Delgado), Jorge Drexler, Tontxu, Javier Álvarez, Ismael Serrano, Andrés Suárez, Pablo López, Pedro Pastor, Rupatrupa, Road Ramos, Patricia Lázaro, Los Flacos, Eliana Poveda, Rozalén, el grupo Funambulista liderado por Diego Cantero, el malagueño el Kanka, Luis Ramiro, entre varios más que van a perdonarme que no cite y que ahora mismo sigo escuchando, o descubriendo, escuchando por primera vez -que son la mayoría-.

Sigo teniendo en un pedestal a Mercedes Sosa, y lo mismo me da por volver a disfrutar de su voz incomparable que volver a deleitarme con las voces femeninas de la música negra: Sarah Vaughan, Billie Holiday, Ella Fitzgerald, Mahalia Jackson, Nina Simone, Dinah Washington... De modo que esto queda claro -y quede claro-, esta fidelidad mía a estas músicas más bien propias y deudoras de un pensamiento de izquierdas, si se me permite la analogía un tanto gastada.

Por tanto, no me hago conflicto con esto. Y si luego de haber vuelto a escuchar a Mercedes Sosa o a Alberto Cortez, el rock sinfónico de King Crinson o a Carlos Cano, me apetece sumergirme en la espiritualidad musical del canto gregoriano, de Tomás Luis de Victoria, de J. Sebastian Bach, etcétera, lo hago. Mas -cambiando de tercio- con lo que no puedo es con un tipo, para mí tipejo, como el podemita Pablo Iglesias, pongamos. El nota este hasta hace apenas un lustro iba de descamisado, apenas tenía donde caerse muerto, vivía como de prestado en un modesto piso que ni era suyo sino de su madre en Vallecas, prometía que nunca abandonaría ese barrio emblemático de Madrid para la clase obrera, y resulta que hoy vive en un casoplón en zona residencial madrileña que quita el hipo al más pintado, con servicio doméstico, guardaespaldas, policía permanentemente vigilando su mansión, y se conoce que su patrimonio actual ronda el millón de euros.

Qué asco. Así las cosas, ¿cómo es posible que haya ciudadanos que aún voten por tipos como este Coletas? El mismo Iglesias este que jalea, juntamente con toda su tropa podemita de Echemingas Domingas y sobones Monederos, el acoso callejero a un partido como VOX, para lo cual también cuenta con el placet de los errejonianos de Más Madrid, el del sanchismo y el del separatismo. Jarabe democrático lo llamó en su día este sacamantecas bolivariano, siniestramente bolivariano. El mismo Iglesias, sí, que hasta hace apenas unos años pontificaba demagógico que "es inadmisible que si el español medio no llega ni a mileurista, los políticos cobren las millonadas que cobran". Hala: el Chepas este se va hoy por los 8.000 euros mensuales libres de impuestos, netos, más lo que debe cobrar su señora, la todavía ministra Irene Montero, flamante marquesa de Galapagar. Los hace apenas un lustro paladines de los pobres, defensores proletarios de los descamisados, hogaño reconvertidos en ricachones de tomo y lomo. Manda cojones la cosa.

Y que no haya forma de echar de las instituciones más pronto que tarde a toda esta gentuza insana, a toda esta tropa de fulanos y fulanas que están en política con la única intención de forrarse, de llenarse los bolsillos, de ganarse muy relagadamente la vida, aun al precio de desmantelar España (serviles esbirros a los dictados del Nuevo Orden Mundial).

En Canarias Podemos garantiza el llamado pacto de las flores, a la cabeza del cual está la PSOE (el partido más cleptómano, guerracivilista y corrupto de cuantos ha habido en la historia de España), más los progresaurios y farsantes de Nueva Canarias, sin olvidarnos de los neocaciquiles de Agrupación Socialista Gomera. Responsables todos de la invasión migratoria que amenaza con llevar a nuestro Archipiélago a la ruina. 

También me quedan de mis pasadas simpatías izquierdistas la admiración y el reconocimiento a socialistas y comunistas parece que muy honrados, idealistas, justos, nobles y humanísimos. Los casos de los históricos socialistas Bruno Alonso y Julián Besteiro, por solo citar a dos de una innúmera lista de hombres y mujeres en verdad militantes de los ideales socialistas. Y lo mismo para con algunos comunistas de preclara memoria. Y especialmente por lo que respecta a las figuras del anarquismo, por las que sigo experimentando admiración, asombro, identificación y empatía. Por más que muchos socialistas, comunistas y anarquistas hayan sido responsables de crímenes atroces, de las siniestras checas, de juicios sumarísimos que fueron una farsa de juicio, de Paracuellos, de la terrorífica y sádica persecución a la Iglesia en España, por odium fidei, entre los años 1931-1939.

Mas pare usted de contar. Porque mi sed de justicia sigue intacta -de acuerdo a mi condición falible y pecadora necesitada de permanente conversión-, de modo que justamente por esto ¿cómo iba yo a aplaudir a los Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, Icetas, Albertos Garzones, Iglesias, Marlaskas y compañía? No considero que estos citados sean otra cosa que indecentes sacamantecas, vividores de la política sin pasión alguna por la justicia social.

Vayamos acabando. Coincidiendo con el fallecimiento del ultraheterodoxo teólogo suizo Hans Küng leía yo en cierto lugar digital que es, por méritos propios, uno de los últimos nidos de los progreeclesiales, un artículo del exfranciscano vasco José Arregui. En el mismo, este hipercrítico y ultraprogre que fuera contra la ortodoxia católica del obispo José Ignacio Munilla, plantea que la Iglesia debe enterrar la Humanae Vitae de Pablo VI, y las encíclicas de Juan Pablo II sobre teología moral y teología fundamental (Fides et Ratio, Veritatis SplendorEvangelium Vitae...); en fin, que plantea una superación de la teología moral tradicional de la Iglesia, a base de pedir al Magisterio auténtico la aceptación de la anticoncepción, la ideología de género, el feminismo supremacista, el aborto, la eutanasia, los nuevos modelos de familia, casi todo el marxismo cultural, la masturbación incluso. 

Individuos e individuas que, a menudo, han sido mimados por la Iglesia, que ha confiado en ellos para el desempeño de cátedras universitarias, el asesoramiento a editoriales, para responsabilidades pastorales diversas, en tanto ellos y ellas pagan a la Iglesia con la moneda de una ácida y resentida crítica al Magisterio, pontificando ellos y ellas, queriendo convertirse en la voz del Magisterio, más papistas que el Papa, negando con esto la palabra misma de Cristo, quien dio a Pedro y a sus Apóstoles el cometido de confirmarnos en la fe y de salvaguardar la memoria del Evangelio. 

Lo que tan lúcida y proféticamente señala el arzobispo dimisionario argentino Héctor Aguer en su artículo "Adiós, España". A saber: "De manera especialmente dramática en España, el progresismo eclesial ha hecho mucho daño a la Iglesia que peregrina por la que nosotros los hispanoamericanos sentimos como la madre patria". 

Entonces, ¿cómo alinearse con comunistas, filocomunistas y protocomunistas que, incombustibles al desaliento -y de paso cerrados a la verdad-, en el colmo del sectarismo, la malvada mezquindad, la ruindad y la más grosera tergiversación de la historia siguen afirmando que el "asesino Franco dio un golpe de estado fascista contra la idílica y legal Segunda República", más el resto de lugares comunes que la izquierda falsaria sigue queriendo poner en circulación a través de subterfugios como la Ley de Memoria Histórica, entre otras coartadas manipuladoras? ¿Cómo y por qué preferir los sectarismos, mentiras, maldades, tergiversaciones y resentimientos de todos estos izquierdistas y no preferir la impagable contribución a la causa de Cristo y de su Iglesia de espacios como el canal de Youtube QNTLC llevado por el joven sacerdote argentino, historiador y apologeta católico Javier Olivera Ravasi? ¿Cómo y por qué preferir los sectarismos, mentiras, maldades, tergiversaciones, falsificaciones, necedades y resentimientos de todos estos izquierdistas y no preferir la confesión de la Verdad con mayúscula, que es Cristo y su Iglesia, que llevan a cabo canales de Youtube como Adoración y Liberación, Arturo Periodista Católico o Radio Rosa Mística Colombia, por solo citar a tres, de una lista más prolija? ¿Cómo alinearse con plataformas formativas e informativas progreeclesiales que se dedican a poner a caer de un burro a papas restauracionistas como Juan Pablo II y Benedicto XVI al tiempo que en sus medios dan espacio a feministas, abortistas, comunistas, podemitas, sociatas, separatistas, neomarxistas, adalides de la ideología de género, librepensadores, anticlericales, anticatólicos, adalides del relativismo, irenistas, lesbianas, gais...? ¿Cómo alinearse con el PSOE, con Podemos, con Nueva Canarias, con los separatistas, con las heterodoxias de José Arregui y con las de Hans Küng si uno lo que desea es mantenerse fiel a Cristo y a su Iglesia, y uno se siente español y agradecido a la patria, ahora mismo amenazada por todos sus puntos cardinales? Si uno lo que pretende es confesar a Cristo el Señor, el Mesías, el Salvador -como que solo es posible la salvación a través de Cristo-, y confesar que la única Iglesia fundada por Cristo sobre la roca de Pedro es la católica (cfr. Mateo 16, 18-19), ¿cómo aceptar a PSOE, Podemos, Más Madrid (Más España, el chiringuito del niñato Errejón), Nueva Canarias, Castillos, Arreguis, González Faus, Aradillas, Atrios, Redes Cristianas, Somos Iglesia, coordinadoras feministas varias y resto de plataformas de la progresía al servicio más descarado de la descristianización de la sociedad y del Nuevo Orden Mundial, con su siniestra Agenda 2030? 

Que alguien me lo intente explicar, si lo tiene a bien, por favor. Que me lo explique en este tiempo de apostasía mundial, con una Iglesia que va como barco a la deriva, sin timón. Una Iglesia en la que muchos de sus pastores han perdido el oremus, o lo que es lo mismo, el celo apostólico por la salvación de las almas, que es el cometido principal dado por Cristo a la Iglesia (cfr. Mateo 28, 18-20; Marcos 16, 15-16 y ss).

Corolario. Consideremos la cita traída aquí de Iván Karamazov, personaje central de la novelística de Dostoyevski. Así, por mi parte no puedo sino considerar que si en verdad Dios no existe, habrá dado lo mismo, al final de nuestro particular y respectivo periplo por este mundo, la entrega de la propia vida por conservar la pureza ofrecida por mártires y santos de la Iglesia, que las perversiones sexuales degradantes a más no poder que se exhiben en un programa como Caso Cerrado, de la productora Telemundo, al que ya me he referido en algunos escritos míos. Si Dios no existe y todo da igual por estar todo permitido, al final irán al pudridero, que no al campo santo, lo mismo los individuos e individuas que exhiben en Caso Cerrado bajezas, degradaciones y libertinajes sexuales de la peor ralea que quepa imaginar y aún nos quedáramos cortos, que los padres y madres de impresionantes hogares cristianos que vivieron, no sin mucho sacrificio, la fidelidad conyugal, la apertura generosa a la vida, la pasión por el Reino de Dios y su justicia... Si Dios no existe y todo da igual por estar todo permitido, para acabar en el pudridero y no en el campo santo habrá dado igual haber pasado por la vida como pasaron políticos de la talla de Robert Schuman o Giorgio La Pira, ambos solteros, sin hijos, ambos hoy siervos de Dios camino de los altares, que como caminan por la vida los individuos e individuas que pasan por Caso Cerrado exhibiendo toda clase de inmundancias sexuales difícilmente imaginables por lo degradantes y deshumanizantes que son, esclavos de sus pasiones e incapaces por ende de alzar el vuelo hacia Dios.

De suerte que quizá tenga toda la razón ese genio de las letras, desde la pasión conversa por Cristo, que se llamó León Bloy. A saber: "Al final de la vida solo habrá una tristeza: la de no ser santos".


11 de abril, 2021. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, bloguero, escritor, militante social.