martes, 27 de enero de 2015

"A favor y en contra de Hans Küng"


Si uno lee en tal listado de firmas hecho público en el portal de Internet Atrio las identidades de Rafael Díaz-Salazar, Manuel Fraijó y José Mª Castillo, por ejemplo, concluye con que poca duda puede haber sobre quiénes son: un conocido sociológico español, profesor universitario, experto en el movimiento obrero de inspiración cristiana; un exjesuita profesor emérito de la UNED, filósofo; un exjesuita pero sacerdote católico no secularizado, teólogo prolífico.

Al menos les honra el hecho de que dan la cara. Para apoyar heterodoxias doctrinales de Hans Küng, cierto, pero dan la cara. A los tres los he leído, y de los tres creo haber aprendido. Católicos progresistas los tres citados, puede que sea una "irresponsabilidad" por mi parte -según y cómo, claro- el afirmar que de los libros que he leído de ellos, es más lo bueno que lo malo que ha llegado a mi vida. Para mí, ni que aclararlo, no sé para otros. Y eso que, en efecto, no tengo mayor dificultad en admitir que, pongamos por caso, un autor tan heterodoxo y crítico con la jerarquía católica como el granadino José María Castillo puede ser acusado de haber contribuido con sus escritos a generalizar aún más la radical secularización interna que asola a la Iglesia católica, secularización eclesial que yo mismo lamento y rechazo en mis escritos, amén de tener que lamentarla en la experiencia de mi vida de frágil y muy endeble pecador.idem supra    


Podría ser, desde luego. Pero aun así y todo, creo que me quedo con lo positivo, loable, noble, verdadero, provechoso y justo que haya podido asimilar de los libros de los tres autores citados, que he traído a esta reflexión, no lo perdamos de vista, porque apoyan desde Atrio la iniciativa de rehabilitar como teólogo católico al desautorizado profesor de origen suizo y sacerdote Hans Küng: desautorizado por el papa Juan Pablo II para ejercer docencia como teólogo católico, pero no suspendido a divinis, esto es, que sigue pudiendo vivir y ejercer su ministerio presbiteral, según tengo entendido. Y estábamos en que José Mª Castillo, Manuel Fraijó y Rafael Díaz-Salazar apoyan tal iniciativa a que venimos refiriéndonos convocada por Atrio dando la cara, cosa que no sucede si uno firma simplemente con un Roberto, Raquel Ramírez, Eusebio Linares (un suponer), porque a saber cuántos Robertos, Raqueles Ramírez y Eusebios Linares hay en España, Hispanoamérica y aun en el mundo entero, a golpe de un solo clic para firmar esa petición de rehabilitación católica de Hans Küng lanzada desde el portal que ya hemos dado noticia...

El teólogo suizo es heterodoxamente sugerente, sobre todo para tratar de discutir sobre sus tesis. En la medida en que uno pueda: Küng es teólogo de oficio, de vastísima producción intelectual, hombre de una enciclopédica erudición teológica, muy bien informado de las corrientes filosóficas fundantes de la modernidad, perito en el Concilio Vaticano II... Sin embargo, lo que no termino de entender es por qué se pretende la cuadratura del círculo: Hans Küng es tan heterodoxo que no puede de ninguna manera ser considerado un teólogo católico. Pero es que por casi lo mismo, no tendríamos que intentar la rehabilitación del exteólogo y excristiano protestante L. Feuerbach, pongamos, para acercarnos a su obra luego de haberlo rehabilitado para la confesión cristiana protestante, la Iglesia luterana alemana, supongamos. No. No veo necesaria tal rehabilitación, en el caso de L. Feuerbach porque va a seguir siendo uno de los llamados “padres de la sospecha”,y como tal va a seguir interesando a millones de personas, hoy y mañana. Y en el caso del teólogo y profesor suizo Hans Küng, pues similar: díscolo, antioficialista, heterodoxo, su obra teológica lo sobrevivirá. Y como persona me merece un elemental respeto. 

Quiero decir que sin haberlo podido conocer en persona y aunque sus ideas sean heterodoxas, e incluso aun suponiendo que fueran extremadamente heterodoxas y hasta perniciosas para la ortodoxia católica, lo que no me parece de recibo es recurrir al insulto para tratar de desacreditar a alguien como Hans Küng. Quien, sin duda o siquiera muy probablemente, descalificará a los católicos tradicionalistas: a los que orbitan alrededor de sitios digitales como Lumen Mariae, Página Católica o Tradición Digital, pongamos. Quienes a su vez acusarán de apóstata y hereje a alguien como el profesor Küng, a quien por su parte -como que se me quería olvidar esto que sigue- no temblará el pulso a la hora de acusar de integristas a los que yo mismo acabo de denominar como tradicionalistas en esta reflexión.    

Reconocido esto, reconozcamos también que así debemos obrar o proceder con autores más católicamente ortodoxos y también, en la medida en que creamos poder y deber hacerlo, con autores heterodoxos.

Dios juzgará a cada persona cuando le llegue a cada quien su hora. Y la persona son sus obras, sus ideas, sus actitudes, sus aptitudes, sus escritos, su fe en Cristo y en su Iglesia o su fe en las fiestas a raudales los fines de semana y en las riquezas y placeres…


28 de enero, 2015. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

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