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martes, 21 de enero de 2020


"A la luz de Jordán Bruno Genta"




Con su paisana vasca Concepción Lizárraga, "mi dulce costumbre", don Miguel de Unamuno fue padre de nueve hijos. Se conocieron en Bilbao ambos con 12 años y se casaron con 26. Sabido es, admitida la verdad de los momentos difíciles por que transita cualquier relación de pareja (incluso la Sagrada Familia conoció momentos de turbación, crisis y zozobra), que estamos hablando de un matrimonio totalmente bien avenido, hoy día considerado por cierto muy «a la antigua usanza».


En la actualidad cada vez más impensable, sobre todo en Occidente, por causa de la movida feminista supremacista. Sí: el feminismo supremacista, radicalmente abortista y destilador de odio contra el hombre y el patriarcado, ha mandado al baúl de los recuerdos a mujeres «de otro tiempo» como Concepción Lizárraga, con quien Miguel de Unamuno llegó a estar tan vinculado, fundido, enamorado, fusionado, que a menudo -según confiesa el propio autor de Del sentimiento trágico de la vida- al tocar en el lecho nupcial el muslo de su mujer no terminaba de distinguir bien si era el muslo de ella o el suyo de varón y esposo el que tocaba.


De hecho, a los dos meses y tres días de fallecida escribe el maestro bilbaíno pero transterrado en Castilla estos versos (esta coplilla): ¿Fue ella?, ¿fui yo quien murió?/ ¿Fue ella?, ¿fui yo quien me morí?/ Pues yo no sé quién era yo/ ni quién ella, ¡pobre de mí!

Qué asco de feminismo supremacista, abortista, antihombre, radicalmente ateo o ateizante, ultrasecularizado (pese a la mentira de las progrecatólicas o dizque católicas, que pretenden ser feministas radicales y católicas, cuadratura del círculo que al menos yo no me creo, ni tampoco se la creyera san Juan Pablo II, con permiso), en gran parte culpable del desierto demográfico que vive España, el cual está alcanzando ya cifras tremendamente dramáticas.


Feminismo supremacista, radical o de la tercera ola potenciado por sociatas, podemitas, separatistas, y hasta por vinculados a Ciudadanos y al Partido Popular, con pingües subvenciones salidas de los impuestos de todos los españoles: los famosos chiringuitos fomentadores de la ideología de género, el feminismo supremacista, el marxismo cultural. Feminismo supremacista o la dictadura del laicismo y lo políticamente correcto, todo en nombre de la democracia burguesa, y todo para hacer más urgentes y necesarias las palabras que siguen de Jordán Bruno Genta, padre de familia, filósofo, profesor, mártir de Cristo, nacionalista católico argentino:




Ustedes se dan cuenta de la falacia que representa por ejemplo este falso dogma de la soberanía popular. Esta cosa monstruosa, diabólica, inventada en la Revolución Francesa por los que desterraron la Soberanía de Dios[…]. Y la expresión concreta de esa soberanía del hombre que reniega de la soberanía de Dios, es la voluntad de las mayorías, la omnipotencia del vulgo[…]. ¡Qué espectáculo denigrante, viendo a soldados, sobre todo, dispuestos a ser sacrificados en el altar de la soberanía popular, y sin ninguna disposición para renovar el sacrificio ellos mismos de la Cruz, por ese soberano que es Cristo, Soberano real y verdadero[…]. Y al soberano popular, a ese monstruo, la expresión acabada de la servidumbre de las pasiones, y de los apetitos del voto de esas multitudes[…]. Si pusieran a un caballo de candidato, lo votan al caballo, no tengan dudas.


El asalto terrorista al poder, Buenos Aires, Santiago Apóstol, 1999,p. 63.
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Porque el laicismo de un mundo sin Dios -que es, no olvidemos, el proyecto fundacional de la Revolución Francesa- nos ha traído a nuestro tiempo histórico todos sus hijos pródigos: la guerra de sexos, la destrucción de la familia tradicional, la totalitaria y absurda aberración del animalismo, el secularismo y la descristianización de las sociedades occidentales, el desprecio a la verdad en nombre del relativismo, el irenismo y aun la más descarada declaración de connubios con la postverdad…


Postdata. Hijo de un anarquista ateo y anticlerical (ateos, librepensadores y anticlericales fueron la inmensa mayoría de los anarquistas), Jordán Bruno Genta evolucionó y alcanzó la madurez total de su pensamiento justo en las antípodas ideológicas al pensamiento libertario de su progenitor. Pero algo en común los unió, a saber: el rechazo a la democracia burguesa, también llamada formal o representativa.

Me figuro que el padre de Jordán Bruno Genta abogaría por una democracia de corte autogestionario, ácrata (más o menos según el clásico anarquista ni Dios, ni rey, ni patria, ni amo), fundamentada en la toma del montón: a cada una según sus necedidades, de cada uno según sus capacidades... Por su parte el hijo (a quien el padre puso tal nombre en honor al celebrado monje dominico italiano Giordano Bruno, condenado como hereje por la Iglesia a morir en la hoguera), nacionalcatólico hasta los tuétanos, situó a Dios y situó a la patria en el centro de su praxis, de su discurso, de su pensamiento todo, de su existencia toda.

Amó a Dios y a la patria Jordán Bruno Genta siguiendo esta también celebrada sentencia del sacerdote, escritor y teólogo argentino Leonardo Castellani, una de las glorias literarias de aquel país hermano y a su vez preclaro representante del nacionalismo católico. A saber: "Amar la Patria es el amor primero/ y es el prostero amor después de Dios;/ y si es crucificado y verdadero,/ ya son un solo amor, ya no son dos."

Solo que ambos, padre e hijo, descreyeron de la democracia burguesa, representativa o formal. El progenitor, desde las tesis del anarquismo, tradicionalmente vinculado a la izquierda (extrema izquierda); el hijo, desde las tesis del nacionalismo católico, tradicionalmente vinculado a la derecha (extrema derecha).

Así las cosas, quién habitó más en la plenitud de la verdad, ¿Luis Carlos Genta o su hijo Jordán Bruno Genta? Quién ha alcanzado más en plenitud la verdad, ¿el santo padre Pío de Pietrelcina o los anarquistas Ángel Pestaña, Buenaventura Durruti, Cipriano Mera o Salvador Seguí?


Dónde abundó más la verdad (vamos, sobreabundó más la gracia, dicho a la manera de san Pablo), ¿en el nacionalcatolicismo franquista o en las breves colectivizaciones libertarias que se dieron en Aragón, Levante y Castilla en los primeros compases de nuestra contienda civil (julio de 1936-agosto de 1937)?

Si somos católicos habitantes del entusiasmo de creer en plenitud en la verdad de Cristo revelada a la Iglesia, y ello nos lleva a mostrar alguna simpatía por figuras como la de Jordán Bruno Genta, ¿también nos cabe otorgar ciertos aplausos y simpatías al testimonio militante de no pocos esforzados anarquistas, verbigracia, ese auténtico santo laico que fue el gaditano Fermín Salvochea (nuestro paisano Nicolás Estévanez, canario con vocación universalista, federalista y finalmente anarquista, mantuvo trato con Salvochea), del que se cuenta que llegó a ser tanta su pasión por la solidaridad y la causa de los humildes que, literalmente, acabó repartiendo entre los pobres todos sus bienes, y no creía en Dios?

Si somos católicos habitantes del entusiasmo de creer en plenitud en la verdad de Cristo revelada a la Iglesia, ¿nos es lícito establecer puentes entre el santo italiano san José Moscati (1880-1927), médico, investigador científico y profesor universitario, y el célebre anarquista y médico sevillano Pedro Vallina (1879/1970)? Ambos ejercieron la medicina situando en el centro la predilección por los pobres (a menudo no cobraban las consultas médicas): el primero, por la causa de Cristo; el segundo, por la causa de la Idea. Al entierro de Giuseppe Moscati acudieron multitudes de pobres (había fallecido su médico, el santo médico de los pobres); en su exilio mexicano, Pedro Vallina continuó creyendo en la Idea y así no dudó en poner sus conocimientos médicos al servicio de las poblaciones indígenas.

A decir verdad, siento que no tengo respuestas completamente lúcidas y firmes para las perplejidades que he traído aquí, y que, ni que reconocerlo habría, forman parte sustancial del humus de mi alma. O lo que es lo mismo: la plenitud de la verdad es Cristo y su Iglesia, vale, y por ello he de mostrar interés -se entiende que en la medida de mis posibilidades, mi tiempo, y si yo quiero y me da la real gana y todo eso archisabido-  por la forma como trató de vivir su fe católica alguien como Jordán Bruno Genta, pongamos. Vale. Porque a su manera (con sus luces y sombras, aciertos y desaciertos, acentos y patinazos) fue un testigo de la fe en el Crucificado-Resucitado, Quien es la verdad de Dios para la salvación de la humanidad (todo sea dicho: Cristo es el gran ausente entre los anarquistas). Solo que todas las actitudes, obras y acciones justas, bellas, humanistas y nobles realizadas por anarquistas, ateos, socialistas, librepensadores...

Lo intento expresar de una última manera si afirmo que al lado del testimonio de una vida entregada en pro de la justicia social de alguien como, qué sé yo, pongamos Diego Abad de Santillán -a quien algunos círculos anarquistas llegaron a repudiar en España por considerarlo en parte "contaminado" de posibilismo burgués-, mi testimonio es pírrico, exangüe. Admitido. Pero si reparo en alguien como san Francisco Javier y al momento vuelvo la atención al citado Diego Abad de Santillán...

Sin embargo, a mi modo de ver las cosas hoy día las ideas anarquistas han saltado como dinamitadas por los aires, hasta el extremo de que es como si hubieran quedado sepultadas, y muy lejos ya en la memoria y en el tiempo los gloriosos nombres de los Teresa Claramunt, Abad de Santillán, Cipriano Mera, Ascaso... Así las cosas, en nuestro tiempo histórico los viejos ideales libertarios se han metamorfoseado en otras tantas tendencias e ideas que, como sueltas, libres, sin ataduras o independientes, caracterizan en buena medida la atmósfera epocal de nuestro tiempo histórico, y asimismo caracterizan y salpican a multitud de conglomerados ideológicos a los que une un mismo denominador común.

Salpican la mentalidad y costumbres de las mujeres y hombres que defienden el amor libre y promiscuo, la contracepción, el aborto y el sistemático ataque a la familia tradicional, a la que acusan de perpetuadora del patriarcado; salpican el activismo de los ecologistas terracentristas e inmanentistas, cerrados casi completamente a la trascendencia; salpican los esfuerzos de los laicistas que sueñan con un mundo sin Dios; salmodian las luchas de los animalistas; impulsan las convicciones de los adoctrinadores en la ideología de género; tensan la belicosidad de todos los colectivos izquierdistas que, llegado el momento -sobre todo si sienten peligrar el chollo de sus chiringuitos subvencionados-, salen enardecidos a la calle para amedrentar, injuriar y etiquetar con los archisabidos sambenitos a la derecha, el fascismo, al neofranquismo, a VOX, etcétera; salpimentan la lucha de los que enarbolan la bandera multicolor del activismo LGTBIQ: ideología totalitaria, anticientífica, liberticida y moralmente degenerada, empeñada en deformar la conciencia moral de las gentes, ya desde muy temprana edad (asunto ahora de actualidad con la propuesta del pin parental de VOX); impulsan las certezas de los multiculturalistas, versión actualizada del internacionalismo proletario, todo con el aval de la agenda globalista del NOM enemigo a muerte de la civilización cristiana... Y claro, ya todas estas ideas, por mucho que se reivindiquen herederas del ideario anarquista, particularmente el de su etapa clásica o heroicamente militante, lo cierto es que chocan a menudo frontalmente con la doctrina de la fe católica, con lo cual de nuevo el conflicto vuelve a estar servido: el conflicto, la cuestión disputada, la controversia, la perplejidad…
Mas entonces, siempre al final de esta lucha, con todas mis perplejidades y limitaciones (cognitivas, morales, existenciales de todo tipo…), hago la misma apuesta: sí a Cristo y a su Iglesia, que constituyen mi fidelidad fontanal o fundante, mi fidelidad primera y última.

   
16 de agosto, 2019 (revisado el 21 de enero de 2020). Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, bloguero, escritor, militante social.

jueves, 22 de septiembre de 2016

"Soy caña pensante, mas no a la altura de Pascal (ni remotamente)"

Esta caña pensante acepta los papas del Concilio Vaticano II, salvo la permanente duda que le suscita Jorge Mario Bergoglio: ¿Será el Papa legítimo? ¿Sus permanentes heterodoxias no lo “inhabilitarían"” como legítimo sucesor de Pedro? ¿No es doctrina católica que un hereje no puede ser Papa porque un hereje cae en excomunión latae sententiae y queda por tanto fuera de la necesaria comunión eclesial? ¿No es cierto como reconoce el propio cardenal belga Godofredo Danneels que el cardenal Jorge Mario Bergoglio es el resultado de las maquinaciones de la llamada Mafia de san Gallo contra el papa Benedicto XVI con vistas a la reforma-modernización de la Iglesia colocando en la Sede de Pedro a un Papa más acorde con las ideologías mundanas dominantes? Image result for blas pascal


Preguntas como las anteriores se formulan día a día en numerosas bitácoras católicas de información y formación en Internet, todas de línea más o menos tradicionalista; las páginas progres, las pocas que van quedando también en Internet, en general son entusiastas del papa Francisco, cuando lo cierto es que con los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI se mostraron sectaria, agresiva y desafortunadamente críticas, críticas hasta la injuria, acusándolos a ambos de ser papas conculcadores del Concilio Vaticano II, siendo la verdad que los que no aplican como es debido el Vaticano II son los progre-eclesiales, siempre empeñados en apelar al espíritu del Concilio a base de ignorar, manipular y conculcar toda su letra. Pero sobre todo, las preguntas anteriores formuladas en voz alta y pública, esto es, por escrito, por un seglar que soy yo, también plantean esta perplejidad, que es como un temor: ¿Un seglar hace bien en formular dudas como las anteriores, y no esconderse para hacerlo? 


Así las cosas, a mí a estas alturas las típicas críticas de la progresía dizque católica a la Iglesia y a una supuesta no aplicación del Vaticano II por causa de la reacción restauracionista que ya viene del último período del pontificado de Pablo VI y se acentuó durante los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, qué quieren que les diga, me causan risa, aunque dan pena de lo sectarias, heréticas y falsas anticatólicas que son. Personajes todos estos y sitios de Internet que para el común de los tradicionalistas principalmente merecen este calificativo: "son herejes y enemigos de la Iglesia infiltrados que tienen como principal objetivo demoler y dinamitar la Iglesia desde dentro". 


Incluso en bitácoras comúnmente clasificadas como sitios de catolicismo neocón (me refiero principalmente a Infocatólica, Infovaticana, Religionenlibertad), aparecen con frecuencia foristas realmente disconformes, perplejos, disgustados y hasta indignados con el pontificado del argentino Jorge Mario Bergoglio, sobre todo en Infovaticana, entiendo, sitio que censura menos este tipo de críticas al actual Papa que las otras dos citadas.


Y no digamos si uno acude al Denzinger-Bergoglio, bitácora que lleva ya publicados casi 200 trabajos en que pretende demostrar la incompatibilidad entre el magisterio de Jorge Mario Bergoglio como papa Francisco y el Magisterio infalible de la Iglesia. Debo haberme leído todos esos trabajos, y muchos otros publicados por el argentino Wanderer, por En Cristo y María, por Enraizados en Cristo y Nazareusrex, por Nacionalismo católico san Juan Juan Bautista, por Adelante la Fe -y se me quedan algunas bitácoras en el recuento de memoria-, todos sitios digitales, y desde luego, de ser cierto lo que sostienen, es para echarse las manos a la cabeza porque la gravedad de la enfermedad de la Iglesia en nuestros días es verdaderamente de drama y de pánico: la Barca de Pedro es zarandeada por temibles tempestades que surgen de fuera de la Iglesia, como por cierto siempre ha sido, mundanales tormentas, pero de forma brutal es zarandeada por tempestades que nacen de dentro de su esponsal y maternal seno.Image result for blas pascal
 
 
Y nótese que las publicaciones citadas son, como mucho, filolefebvristas, así el caso de Adelante la Fe; el diagnóstico sobre la pavorosa crisis de la Iglesia que ensayan sitios tradicionalistas aún más radicales o extremistas como Foro Católico, Católicos Alerta, Radio Cristiandad, Vaticanocatólico, y varios más, es aún más desgarrador.Image result for blas pascal
 
 
Y sin embargo, el papa emérito Benedicto XVI en su libro de inminente aparición en español Últimas conversaciones (conjunto de entrevistas realizadas por el periodista alemán Peter Seewald, colaborador suyo en otros dos libros anteriores), insiste en que renunció al ejercicio de su ministerio petrino de manera voluntaria, sin ser forzado. Afirmación que no coincide con unas confesiones recogidas en su última biografía autorizada por el cardenal belga G. Danneels: este prelado reconoce que hubo la así llamada por ellos mismos "Mafia de san Gallo" empeñada en tramar contra el papa Benedicto XVI, haciéndole la vida imposible, con el fin de obligarlo a renunciar, al objeto de colocar en la Sede de Pedro a Jorge Mario Bergoglio. Tengo entendido que de probarse que todo esto realmente fue como nos es presentado, todos los cardenales y obispos componentes de esa "mafia" conspirativa (los alemanes Walter Kasper y Karl Lehman, el cardenal y afamado biblista italiano Carlo Maria Martini, fallecido hace algunos años, jesuita liberal, gran figura cardenalicia del ala progresista de la Iglesia, y varios más, el antedicho G. Danneels...) y el propio cardenal Jorge Mario Bergoglio ahora papa Francisco, habrían incurrido en excomunión automática o latae sententiae. Image result for blas pascal   
 
 
¿Y entonces, de ser las cosas así? A este respecto, el sedevacantismo sentencia que se puede afirmar sin ninguna duda que Jorge Mario Bergoglio es un hereje formal; en general el lefebvrismo tiene al respecto una postura más matizada, más de reserva: Jorge Mario Bergoglio es un hereje material, pero solo compete a la alta jerarquía de la Iglesia sentenciar si es también un hereje formal. Asimismo, hay católicos que no tienen por qué ser todos ellos propiamente tradicionalistas, que en efecto asumen la realidad actual de Iglesia remanente (en efecto, cfr. Lucas 18, 8; Mateo 24, 22). Pero estos católicos sí aceptan el Concilio Vaticano II como integrante del Magisterio infalible de la Iglesia, y por ende a todos los papas del Concilio, menos a Francisco, al que consideran un hereje, apóstata, falso papa, usurpador del trono de Pedro. Los católicos adscritos a esta sensibilidad eclesial reconocen que el Papa sigue siendo Benedicto XVI, y que Jorge Mario Bergoglio es un falso papa, un antipapa, un usurpador del trono de Pedro. Pero el caso es que Benedicto XVI ha dicho que él acepta al papa Francisco, con el que mantiene una fluida comunicación, y que incluso se siente en sintonía espiritual y doctrinal con el papa Bergoglio.Image result for blas pascal


Con toda esta problemática eclesial muy presente, en mi comentario primero para este artículo de Infovaticana quise hacerme eco de esta sangrante realidad eclesial. Ante la cual yo mismo tengo pocas respuestas, más bien perplejidades. Desde luego, lo que sí me parece grosero y de una falta total de caridad cristiana es que en algunos sitios sedevacantistas manifiesten certeza de que -por ejemplo- el santo papa Juan Pablo II no solo no es santo (o beato, si no se acepta como válido el pontificado de Francisco, que es quien ha canonizado a Juan Pablo II), sino que fue un falso papa, un hereje y apóstata de la fe enemigo de Cristo, la Iglesia y la Santísima Virgen, y que por tanto se pudre ahora y por toda la eternidad en el infierno en compañía de los falsos papas del Concilio Vaticano II (Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI cuando Dios lo llame de esta vida a la otra…). Todos estos falsos papas del Vaticano II estarían pudriéndose en el infierno, también en compañía de falsos santos como la Madre Teresa de Calcuta y de los demoledores teólogos que hicieron posible o vertebraron todo el edificio doctrinal del Vaticano II: Henry de Lubac, el dominico Congar, el eminente cardenal Augustin Bea, el arzobispo brasileño Dom Hélder Cámara -actualmente abierto su proceso de beatificación-, el ya beatificado monseñor Óscar Romero…Image result for blas pascal


Para los sedevacantistas, todos estos “herejes” y muchos de su jaez o estilo están pudriéndose en el Infierno. Y no se cortan un pelo y lo aseguran, con expresones a mi juicio inmisericordes, de un rigorismo impresentable que al menos a mí -igual será porque sé poca teología- corresponden a sensibilidades integristas. Tan integristas, que al mismísimo Marcel Lefebvre, no en balde considerado el paladín del integrismo católico, lo llaman hereje también, con todo lo que esto entraña de peligro: los herejes salvo milagro de Dios, se condenan al Hades.


De manera que en mi comentario primero para este hilo, más bien quise hacerme eco de que en efecto existen católicos que aplican este rigor -a mi juicio de simple católico de a pie, del montón, rigor integrista, inmisericorde, soberbio e intolerante a tope- a otros católicos de sensibilidad eclesial, teológica o pastoral distinta a la de ellos, que se erigen así en los únicos católicos que van quedando en este tiempo que sí es de apostasía universal y de pavorosa crisis de la Iglesia.


Solo que también insisto en esto: dado que no es tanta la filosofía y la teología que domino, me podrán replicar con que el errado soy yo. Pero errado y todo -supongamos, hipótesis-, me parece de un salvaje e inmisericorde integrismo intolerante afirmar -pongamos por ejemplo, como botón de muestra- que en la vida y obra de alguien como el Mahatma Gandhi no hay nada digno de aplauso, dado que el pensador, activista y político hindú no fue cristiano. O que no hay nada digno de aplauso en el legado de alguien como Abraham Lincoln, ni siquiera considerando el magnicidio de que fue víctima, o su imprescindible lucha en pro de la abolición de la esclavitud de la raza negra en EUA, dado que Abraham Lincoln solo profesó tibias ideas cristianas protestantes y además fue simpatizante de la masonería.


Como los dos anteriores, se podrían citar miles y miles de testimonios de personalidades próceres de la humanidad a las que empero habría que despreciar absolutamente y por supuesto mandar al Infierno si se aplicara el rigorista integrismo de tendencias como el sedevacantismo o incluso el lefebvrismo en sus tendencias más extremas.
 
 
 
23 de septiembre, 2016. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social. 

jueves, 29 de mayo de 2014

"Brevísimo apunte sobre Alberto Methol Ferré"

El filósofo uruguayo Alberto Methol Ferré (fallecido en 2009, a los 80 años de edad) y su “discípulo” el papa Francisco dan en la diana: lo que ambos llaman “ateísmo libertino” es llamado por otros “ateísmo práctico”.


Hijo desencantado del ateísmo mesiánico de raíz marxista, el ateísmo libertino o práctico es más, “de hecho y aun de derecho”, hijo de Narciso (prototipo o paradigma del egoísmo, de la egolatría, del “narcisismo) que de Prometeo (el “dios” de los humanistas no “teístas”). De ahí que sea más individualista que comunitarista o libertario el ideario de ese ateísmo libertino o práctico. Y más próximo, en todo caso, al Marqués de Sade que a Bakunin, a Kropotkin, o incluso a K. Marx.idem supra


Es un microrrelato en realidad: el ateísmo libertino o práctico huye, como por sistema, de la pretensión sistematizadora y mesiánica de los grandes relatos otorgadores de sentido, a saber: cristianismo y marxismo, principalmente. Se trata, asimismo, de un ateísmo libertino o práctico tan “universalizado”, tan imperante en nuestro mundo, que nos afecta a los católicos; ciertamente, se ha ido colando en la propia Iglesia. Dicho con palabras de Marcelino Legido: “El mundanismo [y ese ateísmo libertino o práctico es un mundanismo tremendo] ha entrado hasta el cenáculo en la propia Iglesia”.


Por último, repárese en que el ateísmo libertino o práctico, en lo que tiene de forma postmoderna de vulgarización y radicalización del epicureísmo, es radicalmente antiplatónico: la como imparable euforia hedonista, que parece ser el principal motor de la vida, queda disociada de toda búsqueda de la verdad, de la justicia social y del bien. De modo que vivir consistiera en darse a una permanente borrachera de gozo hedonista: más allá de la “tragedia” nietzscheana de la muerte de Dios, la vida convertida en fiesta (bacanal, gozo ilimitado, placer, ruido, vomitorium,  venereum.  sexo por un tubo o a calzón caído…).



2 de junio, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

viernes, 10 de mayo de 2013

"El arte de vivir, la vida que se siente (III)"


3/4/2012




Estimado Teófilo Salvatierra:

Los ataques a la clase trabajadora perpetrados por el gobierno de Felipe González (cancha libre a las empresas de trabajo temporal, toda clase de privilegios a las subcontratas, acuerdos golosísimos con la Banca, amaestramiento de los sindicatos a base de subvenciones, cultura del yupismo y del pelotazo, impunidad ante la corrupción de la casta política, caso del PSOE en Andalucía por ejemplo, etcétera), continuaron con Aznar, que para eso es la derecha oficial, siguieron continuando con Zapatero -que para eso es la derecha real- y parecen querer llegar al paroxismo de la degradación con Mariano Rajoy, que vuelve a ser la derecha oficial.Resultado de imagen de baruch spinoza frases


Ante este panorama dramático, amigo, refúgiate en lo que quieras, en lo que te haga más feliz, humano, solidario, justo y bueno, y no permitas que los políticos y sus políticas te amarguen la fiesta de la vida. Tú que eres simpatizante de la causa judía, léete a Baruch Spinoza, ese genio filosófico del siglo XVII -me acordé de él en mi charla de este sábado pasado en Ingenio-, expulsado de la Sinagoga judía. Yo, sin creerme todo lo que dice, lógico, soy ya admirador de su libertad de pensamiento, de su modus vivendi, de su humanidad, de su sencillez de vida, de su libertad de criterio renunciando a honores académicos y optar por seguir ganándose la vida como humilde pulidor de lentes...Resultado de imagen de baruch spinoza frases

Nos vemos.


Luis Henríquez. 10 de mayo, 2013.