"Sobre un brillante artículo de Enrique de Diego"

Mientras el periodista Enrique de Diego en su artículo "Soros en Moncloa o Europa ha muerto", publicado (29/06/2018) en la digital Rambla Libre, por él fundada y dirigida, escribe que <<George Soros, el malvado financiador del multiculturalismo y de la invasión islámica de Europa, ha estado en carne mortal, a sus más de 90 años, en La Moncloa reunido con Pedro Sánchez, el Rey Mierdas, el de las sucias manos, y con el camaleónico Josep Borrell">>, informadores progresistas locales canarios (ya sea en versión comunista, masónica o laicista) hablan de Hungría, Polonia, Austria e Italia como países "fachas, neofascistas, racistas y xenófobos" a los que se debe combatir, neutralizar, ningunear. A los que las autoridades europeas supraestatales deben reprender, apretar las teclas.

George Soros en persona, sí, quien es una especie de encarnación o personificación del Mal. Fragmentando por nuestra cuenta y riesgo algunas de las opiniones del artículo que nos ocupa, encontramos que Enrique de Diego en su artículo de marras continúa con que <<Soros es el capo y amo de esta izquierda patética sometida a los dictados de los poderes más oscuros del capitalismo que son los que la financian y la dan de comer, sufragan sus asociaciones y onegés, sus aparatajes de la corrección política, sus medios infectos. No es extraño que el lacayo Alberto Garzón le rindiera pleitesía tildándolo de “filántropo”. En 2.017, incrementó en 15.000 millones los fondos de la Open Society para llevar a cabo sus planes destructivos>> y mientras, algunos de los citados informadores, al parecer tan progresistas, contra la evidencia y la verdad históricas, contra todos los datos contrastados de que se dispone, echan pestes del régimen de Franco (esto les encanta, culpar a Franco de todos los males posibles, y tildar a su régimen de dictadura, cuando hoy día hay consenso entre los historiadores que se precian de calificarlo de autoritario, régimen autoritario, que no dictadura, ¡dictadura ignominiosa la de los hermanos Castro en la hermana isla de Cuba!), se mofan del mismo, se cachondean, obviando que en las últimas décadas del franquismo se alcanzaron notabilísimas cotas de desarrollo social, seguridad ciudadana, sanidad (había muchas más camas sanitarias por habitante que en la actualidad), empleo (en el año 1975, el último de la "feroz" dictadura franquista, el paro en el país no llegaba al 2%; en los años del funesto Zapatero, el paro se disparó hasta casi alcanzar un 30%), frecuencia del llamado pluriempleo, frente a la generalización actual del mileurismo y el empleo precario... Pero pedir a un comunista amor a la verdad es como pedir peras a un olmo. 



Y por lo demás, aunque estos datos a un miserable y rufianesco personajillo llamado Gabriel -defendido, cómo no, por los voceros del marxismo cultural que emite desde Canarias y por los sociatas canarios y demás familia progre, insolidarios por origen unos y por ejercicio otros y por origen y ejercicio los más- le importan un bledo: el canallesco personaje este que odia a España y desea su ruina, empero se mama todos los meses la friolera de más de 10.000 euros salidos de los impuestos de todos los españoles. A pulso y con un par. 




Son datos, la verdad histórica, no son meras opiniones, porque si de meras opiniones se tratase yo mismo expresaría que no simpatizo del todo con el franquismo, por razones que no vienen a cuento y que en todo caso son o serían estrictamente personales, subjetivas, y que ni siquiera tengo deber alguno de expresar; empero, entre el franquismo y la constante apelación al socialismo "real" que hacen estos iluminados (esto es, reivindicación de la caótica y sectaria Segunda República, legitimación del castrismo y el bolivarismo, reivindicación del legado de asesinos guerrilleros...), mi elección está clara. Y más conociendo las infamias y tergiversaciones de estos voceros del marxismo cultural, que en el colmo de la desfachatez, la necedad y yo diría que incluso la malicia de tergiversar la historia, adjudican al comunismo, al terrorismo etarra y al separatismo catalán el advenimiento de la democracia postfranquista.

Pese a las informaciones -y me figuro que ajeno a ellas- que estos incombustibles al desaliento se empeñan en predicar, Enrique de Diego continúa, en su artículo de marras, con certeras consideraciones: <<Por supuesto, el Rey Mierdas –todo lo que toca lo convierte en mierda- está a sus órdenes y a su servicio en primer tiempo de saludo. Parafraseando al gran Beato de Liébana, ya le tildé de cojón de Soros. Lo que ha venido a ordenar es que hay que salvar como sea a Ángela Merkel sacrificando a España, cuestión a la que está bien dispuesto Pedro Sánchez, al que le importa una higa la Patria que ya la tiene de rebajas en el baratillo sedicioso y separatista>>. Mientras, los incombustibles al desaliento se empeñan en seguir aplaudiendo el aborto, el homosexualismo, la ideología de género, la eutanasia, el antinatalismo, el globalismo o multiculturalidad, el odio a Cristo y a su Iglesia, el marxismo cultural, el feminismo radical, la extinción de las raíces judeocristianas en Europa, el relativismo moral...

El impulsor de Rambla Libre lo tiene claro y por esto continúa en su artículo: <<Soros dijo el año pasado en París que “ya no son palabras, Europa está en riesgo“. Europa es la Unión Europea, Bruselas, la burocracia. También expresó que, desde la crisis migratoria de 2.015, “todo lo que podía ir mal, ha ido mal”. Y más recientemente, este anciano podrido y degenerado ha publicado un artículo en Il Corriere della Sera diciendo que no se puede tensar más a Italia porque eso reforzaría a Matteo Salvini. Ahora la que está en peligro es Ángela Merkel que tiene que llevar algo en la mano para que Horst Seehofer no cumpla la amenaza de su ultimátum, a lo que seguramente está predispuesto si se le da una salida honrosa.>> Y sin embargo, incólumes al desaliento los voceros del marxismo cultural, predicadores de las excelencias de los paraísos comunistas (Cuba, Venezuela, Corea del Norte, China...), amén de seguir aplaudiendo todos los "logros" sociales comentados en el párrafo precedente, intentan salirse con la suya llamando "fachas, racistas, neofascistas, de extrema derecha, xenófobos, capitalistas, insolidarios, homófobos o islamófobos" a periodistas como el aquí traído y a todas las organizaciones identitarias -a las que sistemáticamente y con desprecio la progresía pretende descalificar como de extrema derecha- y a todos los católicos no bergoglianos; no bergoglianos, sí, porque a Jorge Mario Bergoglio lo consideran uno de los suyos, un globalista: fidelidad a Cristo y a su Iglesia, ninguna; simpatías por Bergoglio, aún muchas.

Pero demos de nuevo la palabra a Enrique de Diego: <<Toda España puede ser convertida en un gran campo de refugiados africanos. Y digo lo de refugiados para entendernos en el lenguaje del Gobierno y esta izquierda apátrida, porque no lo son; es una invasión en toda regla pagada por el contribuyente, al que Pedro Sánchez se dispone a expoliar aún más>>. 

Y con el aplauso entusiasta de los voceros del marxismo cultural, colorín colorado este cuento no ha hecho sino empezar.

29 de junio, 2018. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

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