martes, 25 de marzo de 2014

"A propósito de una reciente entrevista a monseñor Elías Yanes"

En cierta ocasión, hace no tantos años, le escuché, a monseñor, como querer “reprender” amistosamente, en una sesión de conferencias impartidas o dictadas en la ULPGC, al socialista grancacanario, ministro, expresidente del Gobierno canario, melómano empedernido y muy bien informado, masón y homosexual reconocido Jerónimo Saavedra (yo soy pecador y por ende necesitado de la misericordia del Padre y de personal conversión, soy heterosexual, católico y socialista de verdad; Saavedra es homosexual, agnóstico y falso socialista: sé que por afirmar esto casi toda la intelligentzia canaria pasará aún más de mí), hombre “erudito”, sin duda, educado, si se quiere hasta culto, pero que de socialista auténtico -de los que “pagan por serlo”, militantemente, implicando la vida, "creciendo hacia abajo", como solía repetir ese maestro de militantes cristianos que se llamó Julián Gómez del Castillo- tiene lo que tengo yo de chinoparlante, o sea, nada.

O sea, nada: tú, de socialista auténtico o militante, Jerónimo Saavedra, no tienes nada.

Pero el “protagonista” aquí es D. Elías Yanes. Es un prelado de sólida formación intelectual, más bien vinculado a movimientos católicos progresistas, con fama de alta vida espiritual; siempre, moviéndose en el ala “izquierda” de la Iglesia, pero creo que sin rendirse al progresismo, al que se rindiera en su momento, por ejemplo, un obispo como el francés Jacques Gaulliot. 

De manera que, con independencia de sus pecados, errores y de algunas de sus opiniones, don Elías Yanes ha sido y es, creo, un obispo deseoso de fidelidad al Evangelio, la Tradición y el Magisterio.véase



Postdata: como prácticamente todo el mundo sabe en España, acaba de fallecer Adolfo Suárez, el primer presidente de la democracia española tras la dictadura de Franco. Hombre criado a las ubres del régimen dictatorial de Francisco Franco -no faltan quienes alegan que sería más exacto llamarlo autoritario, más que dictatorial-, más acertado o menos en sus decisiones políticas, pecador, sin duda, como lo somos todos los mortales que caminamos por este mundo... Sin embargo, parece que hay consenso en afirmar que no se enriqueció merced al ejercicio de la política partidista, cosa que no pocos políticos que a sí mismos se tienen por izquierdistas no podrían asegurar de sí mismos: vivir para ver, habiendo sido Adolfo Suárez un hombre no precisamente de izquierdas, sí dialogante, empero, de talante democrático...  



Luis Henríquez, 25 de marzo, 2014. Profesor de humanidades, escritor, bloguero, militante social.

lunes, 17 de febrero de 2014

"El papa Francisco rechaza a los 'lengua de serpiente' "

El papa Francisco rechaza a los "lengua de serpiente que matan la fama ajena y viven ellos mismos amargados".

Esto acaba de decir el Papa, ¿acaso porque conoce que los principales "lenguas de serpiente" se encuentran entre los eclesiásticos, que además de como lenguas de serpiente actúan a menudo como hipócritas y como nepotistas? Claro que ello sin que caigamos en el error imperdonable de ignorar que todos somos pecadores, en mayor o menor medida, a los ojos de Dios, que es el Solo Santo...El magisterio del papa Francisco


Santo padre Francisco, tú sabes que la Iglesia católica está radicalmente podrida, hermano mayor y siervo de los siervos de Dios que tú eres, estimado papa Francisco; y lo está, podrida, porque en lugar de militantes o evangelizadores fieles al Evangelio, el Magisterio y la Tradición, principalmente ustedes los eclesiásticos, que son los que más cortan el bacalao en la Iglesia, se han ido decantando por dar cancha en las comunidades eclesiales a toda suerte de trepas, burócratas, mediocres, antimilitantes, arribistas, figurones, antinatalistas, enchufados, mundanizantes, feministas proabortistas... Es decir, a católicos que no testimonian en sus vidas esa triple fidelidad : Evangelio, Magisterio y Tradición viva de la Iglesia... 



Esto es lo que abunda, santo padre Francisco. Abrumadoramente. Y ahora "sales" con eso de "lenguas de serpiente", advertencia que nunca está de más considerar, sin duda, solo que a condición de que tú mismo seas el primero -me parece a mí, perdona si te parezco muy osado, y también por emplear el tuteo nada menos que para referirme al sucesor de Pedro, a cuyo ministerio siempre he querido someterme- en señalar que ni la inmensa mayoría de los seglares que viven en lo profesional de la Iglesia católica dan, según cantan sus hechos de vida, sus obras -no me meto en sus conciencias, territorio velado...- un verdadero testimonio militante, santo padre Francisco... Y sin embargo yo, estimado papa Francisco, tan pecador pero tan idealista y tan deseoso de vivir en plenitud la fe en Cristo y en su Iglesia, ni ser escuchado he merecido, según el parecer de prácticamente todos los eclesiásticos con responsabilidades eclesiales a cuyas puertas he tocado.


Entonces en última instancia tu advertencia, estimado Papa, para qué, ¿para qué silenciemos la crisis de fe y de credibilidad que asola a la Iglesia católica? Esta, que es la Esposa de Cristo, o sea, del Esposo, de tan mundanizada que está da pena, la verdad; y a mí, como vengo repitiendo hasta la saciedad en no pocos de mis escritos (o sea, hasta el hartazgo provocado en mis lectores), me ha jodido bastante, papa Francisco, santo padre, siervo de los siervos de Dios: sin ir más lejos, tu homónimo de la Diócesis de Canarias, quien ni recibirme ha querido, santo padre, ni recibirme: nada, indiferencia total, ni recibirme, ya digo, ni contestarme: ahí te pudras, habrá resuelto el nota. 

Indiferencia total contra mí, ingenuo, idealista  y pecador que seré hasta la sepultura, pero empeñado en vivir esa triple fidelidad, santo padre Francisco: Evangelio, Magisterio, Tradición viva de la Iglesia... Eso sí: todo ello mientras la Iglesia católica peregrina por el mundo, gracias a la fuerza del Espíritu de Dios, ciertamente, pero no por ello ajena a toda clase de intereses mundanos, malsanos, nepotistas... Con la guinda de que comportándose a menudo como se comportan, no dudan los jerarcas católicos en gustar de recibir trato reverencial, cosa muy contraria al espíritu del Nazareno: "Sí, eminencia, usted tiene toda la razón, ilustrísima..."

En fin... Debo rezar por su ministerio petrino, Santo Padre, para que usted nos siga confirmando en la fe a todos los católicos, según el mandato dado por Cristo Jesús a Simón Pedro (cfr. Mt 16, 13-20; 23, 11; Mc 8, 27-29; Lc 9, 1818-20; Jn 6, 68-70; Jn 21, 15-23); y asimismo, debo esforzarme en tratar de aprehender cómo es posible que todo esto esté pasando en la Iglesia, Dios mío. Bueno, qué digo, no me sorprende casi ya nada a estas alturas de la película: es la obra del Demonio actuante en la mismísima Iglesia, mundanizada hasta los tuétanos. Por ello, santo padre Francisco, su homónimo y hermano suyo en el episcopado, a la sazón titular de la Diócesis de Canarias, ha pasado de mí, completamente, a pesar de mis insistentes ruegos durante casi 10 años (ni mi compromiso militante o de conversión en fidelidad al Evangelio, la Tradición y el Magisterio, durante los últimos 25 años de mi vida, ni mi cierta formación interdisciplinar, ni mi renuncia a un trabajo "por causa del Reino", ni mi apuesta por la familia cristiana solidaria y abierta con generosidad a la vida parecen haber servido de nada...), demostrando con ello que le importa un pepino mi vida, mi prosperidad, mi suerte o mi desgracia... 

Pero Dios está arriba, que dicen nuestros mayores, y que usted bien debe saber, Santo Padre; Dios está arriba, sí, y gracias a esto, porque de lo contrario, si solo fuese por el patético e hipócrita y degradado y nepotista testimonio de tanta gente católica, madre mía... Si solo fuese por la carnalidad de la Iglesia universal, una injusticia tan canallesca como la que creo han perpetrado contra mí tantas autoridades eclesiásticas, especialmente canariensis aunque no solo, bastaría para volverlo loco a uno, me parece, o lo experimento así. 

Y con ser esto malo para mí, santo padre Francisco, porque me afecta directamente, es aún mucho peor por lo que significa o supone de derrumbe de la fe: la fe viva en el Crucificado-Resucitado suplantada por una fe mortecina, mundanizada, aburguesada, domesticada, políticamente correcta. En tanto su homónimo y hermano en el episcopado a quien me he referido últimamente más de la cuenta, creo -total, para el afecto que hacia mí siente y despliega tan importante señor...; para tal afecto, quiero decir, papa Francisco, que prefiero releer la poesía de Agustín Millares Sall y la de Pedro Lezcano: como personas ateas o agnósticas que fueron ambos excelentes poetas canarios, me parecen más honestas que el susodicho jerarca católico-, más de lo mismo...

Un saludo, SANTO PADRE, y me quedo con su bendición, que sin duda usted querrá que yo reciba; y aunque sea solo esa bendición suya, pues audiencia, socorro y auxilio eclesiásticos no recibí en su momento, ni espero recibir ya, todo sea dicho, en vista de lo que hay. 


17 de febrero, 2014. Luis Henríquez, profesor de Secundaria, escritor, bloguero, militante social.

lunes, 27 de enero de 2014

"Amiga sor Lucía Caram, pero más amiga la verdad"

Se llama sor Lucía Caram, monja dominica argentina, pero desde hace años "incardinada" en Cataluña...libertad de expresión en la Iglesia universal 

Si eres una monja "mediática" (Facebook, twitera, apareces en medios de comunicación diversos...) que hace mucho bien a muchas personas, formidable. Si eres una religiosa profesa que da testimonio de pobreza, compromiso solidario, castidad, pureza de vida, obediencia, bendito sea Dios; esto es, si sinceramente deseas vivir en plenitud el Evangelio, razón de ser de tu opción religiosa profesa, solo me queda respetarte y felicitarte, y tratar de tomar ejemplo yo mismo, tan mediocre y pecador. 

Sin embargo, sin menoscabo de todo lo anterior, habría que considerar que tus opiniones sobre el aborto, la homosexualidad y sobre el papel mismo de la Iglesia en la sociedad son no poco "contrarias" a la doctrina de la Iglesia católica. Cierto que tú no defiendes abiertamente el aborto, cierto, pero con tu "postura", más pastoral que doctrinal, dejas la puerta abierta al aborto, y esto no. Cierto que a las personas homosexuales, sin duda no pocas de ellas maravillosas, excelentes personas, hay que amarlas, acogerlas, respetarlas: son personas, como lo son los hambrientos y también los ladrones de guante blanco... Sin embargo, la doctrina moral de la Iglesia católica condena el acto homosexual en sí, como tal, por grave y objetivamente desordenado.

La Iglesia católica, especialmente en Europa y los Estados Unidos, pero crecientemente también por toda Iberoamérica (a este respecto, demoledor un reciente informe efectuado por la Iglesia católica en Alemania: de miles de jóvenes católicos encuestados, se desprende que nueve de cada diez jóvenes católicos alemanas pasan olímpicamente de la moral sexual católica: usan anticonceptivos y mantienen relaciones sexuales prematrimoniales con total normalidad, y comulgan luego sin mayor problema de conciencia, según se desprende del informe), sufre un radical o rabioso proceso de secularización interna, al que contribuimos todos con nuestros pecados, nuestros desaciertos -yo el primero-, nuestro mal testimonio de vida cristiana, solo que también tú, sor Lucía Caram, quiero afirmar que también tú contribuyes a agravarlo, con algunas de tus opiniones laicistas, mundanizantes.

Y nada más, un abrazo en Cristo, la Iglesia y los Pobres.
  • Luis Alberto Henríquez Lorenzo DIOS premiará todo cuanto de justo, noble, verdadero y loable haya habido en tu vida -certeza de fe esta por lo demás muy "paulina"-, solo que la verdad de la Iglesia es la verdad, la diga Agamenón o su porquero
  • Valeria Fregossi De acuerdo contigo, Luis. La Verdad es la verdad y punto. A Dios no se le contradice en Nada, por algo es Dios! Humildad pido, primero en mi y luego en los demás. Señor guíanos hacia la verdadera Humildad!
  • Luis Alberto Henríquez Lorenzo Sí, Valeria, pero tampoco estoy defendiendo una verdad de la Iglesia "inamovible", como caída del cielo en forma de "inenarrancia", no -valga mi neologismo-, no es eso; es más bien el deseo de fidelidad crítica, abierta, dialogante, flexible, con la Iglesia, que es madre y Maestra, a pesar de su evidente crisis de fe, a pesar de su tremenda crisis institucional
  • Luis Alberto Henríquez Lorenzo Por tanto, la Iglesia, que es Madre y Maestra -y lo es, a pesar de su crisis de fe, e institucional, más que obvia-, sí está en todo su derecho, sor Lucía Caram, de iluminar la conciencia ética o moral de sus hijos e hijas, y de cualquier persona que se sienta interesada por la doctrina de la fe

LUIS HENRÍQUEZ, 27/1/2014. Profesor de Lengua y Literatura españolas, escritor, militante social, bloguero.

jueves, 23 de enero de 2014

"Sostiene monseñor Reig Pla..."

Afirma monseñor José Antonio Reig Pla -obispo español que ha ocupado responsabilidades episcopales importantes en comisiones de defensa de la moral y de la familia católicas- que "el feminismo ideológico es un paso en el proceso de deconstrucción de la persona (cursivas mías).la voz de los obispos católicos 

Así es. Solo que ello, monseñor Reig Pla, no es solo consecuencia de la labor "de zapa" de gobiernos laicistas como los del PSOE contra los valores de la tradición judeocristiana (facilidades para el aborto, el  divorcio, la homosexualidad activa...) sino que viene a ser consecuencia de una Iglesia católica atestada de "feministas radicales o ideológicas". Y si es así, es porque ustedes, los obispos -no sé en tu caso cómo ha sido, si has consentido esto o no- lo han consentido, por activa y por pasiva. 

Como han consentido -y siguen consintiendo- que toda una caterva de progres, mundanizantes, arribistas, enchufados, antinatalistas, figurones, espiritualistas desencarnados, trepas y demás CAMPEN A SUS ANCHAS EN LA IGLESIA, a menudo ocupando la escuela católica, las facultades teológicas... 

Es culpa de ustedes, principalmente, la situación generada; es decir, es de todos -mía también-, pero principalmente de ustedes, que son los que "cortan el bacalao" en la Iglesia. Y que son los que han recibido de Dios el mandato de pastorear, de aconsejar, de estimular en la fe, de enseñar la recta doctrina... Me parece a mí.


Postdata: imagínate, monseñor Reig Pla, que los eclesiásticos de la Diócesis de Canarias que han pasado de mí, como del agua sucia, lean esta breve reflexión. ¿Servirá de algo?, ¿cambiará en algo lo que impera en la Iglesia católica en la actualidad?, ¿se decidirán a meter tijera entre tanto trepa, burócrata, mediocre, mero enchufado, figurón, mundanizante, arribista, antinatalista, feminista proabortista y demás, y de paso serán justos conmigo, por una vez, según creo que merezco que se sea justo conmigo, merced a mi trayectoria militante, a mi fidelidad al Magisterio, a mi formación interdisciplinar, a mi apuesta por la familia cristiana solidaria, espiritual y abierta a la vida -cosa que ni la gran mayoría de tecnoburócratas enchufados eclesiales parece tomarse en serio-, a la generosa e idealista renuncia a un trabajo que hice cuando ingresé en el Seminario Diocesano de Canarias...? 

Más aceite da un ladrillo, ¿verdad, monseñor Cases Andreu? ¡Hipócrita!, ya te llegará tu hora, hermano, no creas que no, mediocre y trepa, que no eres más que un mediocre y un eclesial muy trepa, que no ha tenido ni el respetuoso detalle de contestarme, de recibirme, ¡hipócrita! No creas que todo va a ser en tu vida de campanudo mediocre e hipócrita ejemplar el ejercicio del poder y el poder y el figurar y el figurar... 

Tales eclesiásticos deben tener el corazón tan duro que lo tienen ya como piedra, o como de piedra. Como piedra inmisericorde -valga la imagen literaria-, sí, ni siquiera como la cantada por el gran poeta zamorano León Felipe: "como tú, piedra pequeña como tú, piedra ligera como tú..." Y encima muchos exigen tratamiento reverencial: "Sí, su ilustrísima, sí, eminencia..." Habráse visto: ¿Entiendes entonces por qué, monseñor Reig Pla, muchas personas prefieren tratar de ser felices, desde la alegría, el buen humor, la buena onda, el estado psicoemocional alegre, o la admiración por el cine de Jerry Lewis, que no es que sea Buster Keaton, cierto que no, pero bueno, no está nada mal? ¿Lo entiendes, Reig Pla? Cierto que hay mucha indiferencia social, mucho egoísmo, mucha alienación en las masas -ya lo vaticinaba, como proféticamente, hace casi un siglo, nada menos que el filósofo español José Ortega y Gasset-, pero la gente lo que está más bien es asqueada de ustedes, ¿o no lo entiendes aún, hermano? A-s-qu-e-a-d-a. 

Y cualquiera no: piensa, si no, en la miserable indiferencia, digna del más mezquino de entre los humanos, con que me ha tratado tu colega Cases Andreu, su ilustrísima encima, échale mojo, hermano. ¿Entiendes? Por esto mismo me resulta más creíble por sincero un ateo impío como Fernando Savater -con cuyo pensamiento mucho discrepo, ciertamente, y también mucho converjo- que un obispo mediocre, trepa, figurón e hipócrita como tu colega al que acabo de referirme, Reig Pla.

En fin, menudos hipócritas, verdaderamente engañados por el Maligno: la escuela católica, las facultades teológicas, los docentes de Religión católica para la escuela pública, los centros culturales confesionales católicos deben ser plataformas y sujetos activos para la nueva evangelización, para el ejercicio o despliegue del compromiso militante o evangelizador en fidelidad al Evangelio, la Tradición y el Magisterio, y empero resulta que la gran mayoría de esas plataformas y de sus sujetos activos son lo que he dicho: trepas, burócratas, enchufados, figurones, mediocres, mundanizantes, arribistas, antinatalistas... en tanto yo, antes de denunciar todo esto (durante 7 años de infructuosa solicitud de ayuda y de comprensión a las autoridades diocesanas canarias, y allende nuestros límites diocesanos), solo merecí indiferencia, rechazo, ninguneo, desprecio; y obviamente, desde mis primeras denuncias hechas públicas hasta aquí (desde primeros del 2012 hasta la fecha), más indiferencia, desprecio, rechazo, difamación...

De modo que siendo esta la realidad eclesial, monseñor Reig Pla -al menos, buena parte de la misma-, ¿cómo ha de tomarse uno tus palabras, distinguido monseñor? A mí, algunos amigos y amigas me dicen: "No te rindas, no es en vano tu lucha, Dios está contigo, y María te acompaña... Dios te hará justicia, no te rindas, la Iglesia está podrida, ya lo sabemos, pero ya esto estaba escrito, predicho en profecías: la Iglesia mundanizada y como engañada por Satanás será piedra de escándalo..."

Pues eso, amigos y amigas: gracias, sí, que tampoco es tan duro el vivir ignorado, ninguneado, despreciado y machacado (hipérbole o redundancias aparte) por tamaños eclesiales hipócritas, pero conste al menos la denuncia, que vale por lo que vale. Me temo que personajes como no pocos eclesiásticos católicos, de tan engañados que están por el Maligno, se iban a descojonar de mis quejas, o casi, de mis cuitas, de mis críticas eclesiales, de mis penas...  

En verdad, no puedo más que considerarme un pecador, pero la visión de lo que abunda en esta Iglesia católica actual me lleva indefectiblemente a considerar las vidas de católicos de la valía de Marta Obregón (española violada, ultrajada y finalmente asesinada hace algunos lustros, a pocos días de su 23 cumpleaños), de san Rafael Arnaiz (monje trapense, fallecido, a consecuencia de complicaciones de su diabetes, con 27 años), de santa Teresa de Lisieux (fallecida a los 24 años, patrona de las misiones, doctora de la Iglesia...), de santa Gianna Beretta Moya (médico pediatra italiana, fallecida a los 39 años de edad, por las complicaciones derivadas de su cuarto embarazo, y asimismo todo complicado por causa de un tumor que padecía), de Bárbara Castro García (joven andaluza fallecida a los 31 años, por causas y  
circunstancias similares a las sufridas por la italiana Gianna Beretta Moya)...

Eclesiásticos de la Diócesis de Canarias que habéis pasado de mí, como del agua sucia, ¡la escuela católica no evangeliza, señores, es ya esperpéntica!, por no hablar del testimonio cristiano de los que enseñan en el ISTIC: a ver cuántos de los que ahí están han construido matrimonios cristianos verdaderamente militantes: solidarios, espirituales, abiertos con generosidad a la vida...! Salvo honrosas excepciones de rigor, en la escuela católica no se evangeliza, esto es, no se promocionan militantes, no se promociona la familia cristiana, que es iglesia doméstica, escuela de solidaridad, espiritualidad conyugal compartida y generosa apertura a la vida. Y siendo así, ¡ustedes han pasado de mí, corazón de piedra inmisericorde el de ustedes! ¡Hipócritas! No es que no haya sido merecedor yo de una ayuda de ustedes, es que no he merecido ni ser escuchado, oído, tenido en cuenta.

Qué pasada más grande, la verdad. Y qué impotencia. 


23/1/2014. Luis Henríquez: profesor de Lengua y Literatura españolas, escritor, bloguero, militante social.