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sábado, 31 de agosto de 2019

"El precio de la verdad"



Dios no me ha enviado a criar cerdos, sino a evangelizar a mis hermanos (Guillermo Rovirosa, alma máter de la HOAC, actualmente en proceso de beatificación)



Conocida la versión de Juan Manuel Cepeda sobre el asesinato del joven falangista sevillano Antonio Corpas Gutiérrez, publicada en este El Correo de Madrid ("Antonio Corpas, el humilde obrero falangista que asesinaron por veinte pesetas y que la falange sevillana supo vengar": 28/08/2019), por su parte de la manera que sigue informa una publicación libertaria o anarquista sobre el mismo asesinato del joven falangista sevillano, a manos de su amigo Jerónimo Misa Almazán, militante anarquista también sevillano.


Antes, querría destacar varios aspectos. El autor del escrito libertario presenta a Jerónimo Misa Almazán, alias "Titi", como un militante anarquista ejemplar totalmente volcado en el Ideal (a falta de sentimientos religiosos y de sentimiento de filiación con la Iglesia, los anarquistas desde su ateísmo militante o, como mucho, masonería, panteísmo y similares, abrazaban el Ideal en sustitución del Reinado Social de Cristo: la lucha militante por un reino de justicia social totalmente al margen de la fe de la Iglesia). Y asimismo no nombra para nada el dato que aporta Juan Manuel Cepeda (entusiasta historiador del falangismo en España) en su artículo publicado en El Correo de Madrid. A saber: el paso de Jerónimo Misa de su militancia anarquista en CNT y en la FAI (Federación Anarquista Ibérica), a la militancia comunista en la sevillana Unión Local de Sindicatos.Resultado de imagen de cnt fai


Dos. Como buen progre que sin duda debe ser el autor del apunte, habla del Alzamiento Militar del 18 de Julio en términos de "golpe de Estado fascista". En verdad, por muy anarquista que sea el autor de la loa a Jerónimo Misa, alias "Titi", a estas alturas seguir hablando de "golpe militar fascista contra la legalidad de la Segunda República" es una majadería que no merece mayor refutación ni comentario, de suerte que ya se refuta sola por su mismísima o intrínseca inconsistencia.

Tú mismo, comentarista: si sigues creyendo en tamaña necedad y mentira histórica, allá tú. En lo mismo creen José Luis Rodríguez Zapatero (alias Zetaparo), Pablo Iglesias el Coletas y Pedro Falconetti Sánchez, ¡casi nada al aparato o fíjate qué siniestros personajes sostienen la misma mentira histórica que tú!


Y tres. Cuando se refiere a que algunos compañeros falangistas sevillanos vengaron la muerte por asesinato del jovencísimo Antonio Portas Gutiérrez tiroteando los locales de la Unión Local de Sindicatos de Sevilla (con un saldo de cuatro muertos), carga las tintas de tal modo que da a entender que los falangistas fueron en España unos sanguinarios fascistas y facinerosos ocupados en asesinar a esforzados e idealistas militantes izquierdistas, quienes nunca, por cierto, habrían roto un plato, quienes nunca quemaron iglesias y asesinaron curas y monjas y seglares por el mero hecho de ser católicos...

Falso de toda falsedad, pues ciertamente los falangistas acabaron respondiendo al pistolerismo perpetrado desde sectores extremistas del PSOE y de la CNT FAI, con la dialéctica de los puños y las pistolas, dicho a la manera joseantoniana, solo que ello fue una respuesta a la brutal agresión primera perpetrada por las citadas fuerzas izquierdistas contra la Falange, agresión que produjo en torno a veinte víctimas mortales antes de producirse en efecto esa reacción violenta de defensa propia por parte de Falange.Resultado de imagen de la falange española

De manera que es tan falso el dato que aporta el divulgador anarquista, históricamente hablando, que acaba por trufarse en cínico, ¡como si a su autor o propalador le importase un bledo mentir, particular por lo demás que bien pudiera resultar cierto, pues sabido es que para amplios sectores de la izquierda la mentira funciona como un arma revolucionaria!


Sin embargo, a todo esto que nos viene ocupando cabría añadir que yo nunca he sido falangista, más bien he militado en organizaciones de izquierdas, incluso próximas al movimiento libertario, en las últimas tres décadas de mi vida. Hasta el extremo de que ante la sola pronunciación de nombres ilustres del movimiento anarquista español como Fermín Salvochea, Diego Abad de Santillán, Cipriano Mera, Salvador Seguí, Ángel Pestaña, Melchor Rodríguez y tantos otros, yo sigo experimentando como un escalofrío de admiración y asombro. Porque sigo entendiendo que los nombrados, juntamente con otros y otras enamorados de la causa o Ideal, entregaron su vida entusiasmadamente a la lucha por un mundo de radical justicia social y de crítica permanente a los excesos y estragos del poder político, económico, eclesial... Pero henos aquí con que aunque nunca he militado en las filas del falangismo sino más bien en sus antípodas, algo me lleva a considerar que hay mucha más verdad en el escrito del historiador del falangismo español Juan Manuel Cepeda que en el escrito del anónimo simpatizante de la causa anarquista.


Y asumo el riesgo de mi apuesta, toda vez, en efecto, que en mi decisión no pesa precisamente el rigor científico, claro, lo admito, es una decisión la mía determinantemente subjetiva. Mas sin embargo, considero que no deja de haber también ciertamente un dato de aliento científico o documental que sí pesa lo suyo: un simpatizante de la causa libertaria que es capaz de repetir el topicazo (mentira histórica como una catedral de grande) del "golpe de Estado fascista o franquista contra la legalidad republicana", de entrada me genera desconfianza. Porque además pareja con la propalación de este topicazo, o sea, mentira, viene la contumaz negación de la atroz persecución religiosa contra la fe católica que las izquierdas (con particular saña de muchos anarquistas, todo sea dicho, si bien otros, como Juan Saña, padre del historiador y pensador libertario hispano-alemán Heleno Saña, llegaron a salvar a monjas de ser asesinadas) llevaron a cabo en España ya años antes del estallido de la Guerra Civil. Y esta negación, totalmente asumida por los sectores de izquierda más radicales con muy pocas excepciones, ya me parece blasfema, inmoral, cínica, a tope falsaria, despiadada, diabólica.


Así que vamos con el escrito del anónimo simpatizante del ideal anarquista:



Jerónimo Misa Almazán: El 17 de noviembre de 1914 nace en Sevilla, el militante anarquista y anarcosindicalista Jerónimo Misa Almazán, también conocido como Titi. Militante de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) trabajó en la Casa del Pueblo de Sevilla. Con José Silíceo Victorio y Miguel Arca, formaba parte de un grupo de defensa confederal que actuaba en la capital andaluza. Fue implicado en el atentado el 7 de agosto de 1935 del dependiente de comercio y falangista Antonio Corpas Gutiérrez, que murió al día siguiente. Procesado por un Tribunal de Urgencia sin garantías judiciales, fue condenado a muerte por la Audiencia Provincial de Sevilla. Resulta que Antonio Corpas Gutiérrez, ex militante de la comunista Unión Local de Sindicatos de Sevilla, era amigo íntimo de Jerónimo Misa Almazán y por ser la última persona que lo vio con vida y militar en el anarquismo, enfrentado a muerte con el falangismo ,fue procesado en un típico montaje policial. Tres días después del atentado, el 10 de agosto de 1935 un pelotón falangista tirotea los locales de la Unión Local de Sindicatos de Sevilla causando cuatro muertos. Se montó una campaña pidiendo el indulto de Misa con mítines y artículos en la prensa libertaria. Incluso el Ayuntamiento de Sevilla y José Antonio Primo de Rivera, en un discurso pronunciado en el «Frontón Betis» de Sevilla el 22 de diciembre de 1935, pidieron el indulto. Más tarde, el 6 de febrero de 1936 le fue conmutada la pena por la de 30 años de reclusión mayor. Ese mismo año fue amnistiado y participó en las barricadas levantadas contra el golpe militar fascista. Después luchó en el Ejército popular y al terminar la guerra fue detenido. Jerónimo Misa Almazán fue fusilado, con otros 47 compañeros, el 27 de abril de 1940 en las tapias del cementerio del Este de Madrid en una de las muchas sacas que se realizaron en aquella época.


No soy digno de desatar las sandalias de algunos militantes ateos, llegó a reconocer el filósofo católico francés Emmanuel Mounier, sin duda parafraseando a Juan 1, 27: "Él viene detrás de mí, y yo no merezco soltarle la correa de la sandalia" (palabras puestas en boca del profeta Juan el Bautista, llamado el Precursor, referidas a Cristo Jesús). Lo mismo por mi parte: ante la altura moral descomunal y la pasión por la justicia social de los clásicos del anarquismo en España (ojo, empero tal admiración no me lleva a canonizar a personas que, por otra parte, habiendo sido ateas...; ciertamente, perpetraron injusticias, errores, tropelías, hasta crímenes...), yo debo ser un mindundi, vale. Por más que por ello no pueda dejar de admirar la talla humana de toda esta gente -ni quiera-. Aunque ojo, al menos de ser al lado de ellos un mindundi, lo soy católico, mindundi católico, fe que prácticamente ninguno de ellos profesó, ni siquiera anarquistas de la talla humana compasiva y misericordiosa de Melchor Rodríguez, El ángel rojo.

Y asimismo como no he sido nunca militante falangista pero sí creyente en los valores de la civilización cristiana (otros autores la llaman el Reino de Dios y su justicia, la Realeza de Cristo, el Reinado Social de Cristo), no tengo reparo alguno en confesar que frente a las estúpidas animalistas españolas que han hecho viral estos días un vídeo en que aparecen rompiendo contra el suelo huevos de gallina con el propósito de aleccionarnos con que "los huevos les pertenecen a las gallinas y los humanos no tenemos derecho alguno a comerlos" (sic), me comunica inmensamente más la figura de José Antonio Primo de Rivera, pongamos, asimismo haciendo notar en tal preferencia mía que esas dos descerebradas animalistas se confiesan ekofeministas, ekolibertarias, femianarquistas, transfeministas interseccionales, antiespecistas abolicionistas, ecologistas anticapitalistas, asamblearistas, comunistas libertarias... ¡Con dos ovarios!

Femianarquistas, sí, lo dicen ellas, ellas que son las anarquistas de nuestro tiempo, las que igual hasta se reivindican herederas de los clásicos del anarquismo, por más que me huelo que yo mismo debo saber inmensamente más sobre la historia del movimiento obrero que estas femianarquistas... Asimismo lo cierto es que son abortistas, ultralaicistas, ateoides, relativistas, ultraapóstatas, enamoradas de las versiones más sectarias de la antropología cultural (para cualquier feminista de estas, la antropología cultural es palabra de Dios), globalistas, partidarias de la invasión migratoria... De manera que servidor como católico y por mucho que admire a los Cipriano Mera y compañía, ¿cómo va a admirar también a estas jóvenes que degradan lo más sagrado de la condición de la mujer, y que a menudo transitan de la pasión por la justicia (social) a la pasión por la gusticia (sexual)? Y además, por cierto, ahora que lo pienso mejor, ¿qué tienen que ver en verdad estas tiparracas con Salvador Seguí, Cipriano Mera, Ángel Pestaña, Melchor Rodríguez, incluso con Teresa Claramunt (una de las históricas del anarquismo en España, madre biológica de un rancho de hijos y...)?

Comunistas libertarias, transfeministas interseccionales y animalistas abolicionistas como estas sujetas son culpables de la dramática crisis que vive la familia en la actualidad, pues estas individuas como feministas supremacistas y por tanto radicalmente antinatalistas que son vienen a ser divulgadoras de todo ese rollo de la crítica al patriarcado y otras hierbas, todo lo cual esconde un rechazo visceral al tradicional papel de la mujer como buena esposa y madre. Si precisamente hoy día escasean las mujeres jóvenes decididamente partidarias del ideal de la familia cristiana (mujer apasionada por Cristo y su Iglesia, militante, sensible, con sobresaliente instinto maternal, deseosa de ser buena esposa y madre...) es porque tiparracas como estas femianarquistas de nuestros días no comedoras de huevos lo han jodido todo, intoxicado todo, lo han echado todo a perder con sus desquiciadas movidas de feminismo supremacista y antipatriarcal; para más inri, apoyado desde sectores dizque católicos o progreeclesiales, por feministas supuestamente católicas, por progresaurios y demás familia.

Si España hoy día es un desierto demográfico, en gran parte la culpa la tienen tipas como las dos descerebradas y desalmadas (sin alma, o con el alma extraviada, adormecida, aletargada, imbecilizada) que han hecho viral el vídeo de los huevos de gallina, ¡a qué tamañas mentecatadas puede dar lugar una sociedad que ha perdido casi todos sus referentes morales y que por tanto chapotea en las aguas purulentas de la dictadura del relativismo de que nos hablara nuestro recordado Benedicto XVI!

Si nuestra vieja piel de toro es hoy en día un erial de secularismo, descristianización y paganismo, en alguna medida es por mi culpa, dado mi muy mediocre testimonio como militante católico, pero sobre todo es por culpa de individuas como estas veganas y anarkotransfeministas antiespecistas que no comen huevos.

De manera que si la admiración por las prácticas modernas del anarquismo ha de pasar por el aplauso a las extravagancias llevadas a cabo por tipas como las traídas aquí, que se vaya esa admiración por el sumidero o a freír puñetas: estas anarkofeministas postmodernas, veganas abolicionistas y demás hierbas o apellidos, a falta de temor de Dios en sus vidas se dedican a hacer apostalado del ateísmo y de las más absurdas extravagancias.


Porque eso es lo que ustedes han llegado a ser, chicas, preciso es decirlo con firmeza y también con delicadeza, pero no callarlo, por falsos respetos humanos: ustedes son la muestra del extravío ético y moral al que nos puede conducir un mundo que ha dado la espalda a Dios, al buen Dios Uno y Trino. Ustedes mismas -y lo peor es que ni lo reconocen- son la muestra de lo que es el drama del humanismo ateo, parafraseando aquí y ahora un conocido ensayo del teólogo y jesuita Henry de Lubac. Por más que a decir verdad la movida de ustedes ya ni humanismo sea sino transhumanismo, transespecismo: ojo, peligro con todas estas derivas de la desantropologización del hombre (fase final de su deconstrucción), tal como nos lo está advirtiendo el último Michel Onfray, uno de los enfant terrible de la actual filosofía francesa, por cierto nada sospechoso de católico y sí de todo lo contrario.


De suerte que siempre nos quedará París, esto es, los ideales de Dios, patria y justicia social que sumar a lo mejor del ideal libertario por un mundo en verdad de paz, justicia y libertad, pero abierto a la trascendencia y al servicio del hombre (varón y hembra), que no al de las gallinas.


2 de septiembre, 2019. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

lunes, 19 de agosto de 2019

"Tan imperfecto como Matteo Salvini pero..."




Por más que produzca consternación y asombro a estas alturas de la película, lo que sigue es un extracto de lo que piensan de Matteo Salvini los católicos progres (no faltan las voces que los tildan sin ambages de seudocatólicos) de un portal de Internet de cuyo nombre no me quiero acordar. Estos diletantes, a la vez que cierran filas en torno a toda la hez anticatólica que pulule por esos mundos de Dios, califican sin ningún reparo, pudor y sin ningún fundamento de «extrema derecha, neofascismo, neofranquismo» a todo lo que les suene a pensamiento católico patriota e identitario, o a todo lo que según su alucinado, falsario o infundado argumentario en favor de un supuesto espíritu del Concilio Vaticano II, vaya en contra de este. Es el fragmento que sigue:


¿Qué hace Salvini con una cruz como collar al cuello? ¿Qué hace ese infame y mediocre politicastro enarbolando el Evangelio en sus mítines? Denunciemos su hipocresía, y que lo denuncie la propia Iglesia desde el púlpito, tan dada a veces a soflamas menos justas y más interesadas. “Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me acogisteis”, que empiecen todos los que dicen defender los valores cristianos de Europa por esta frase del Evangelio. Que todos los conservadores sean consecuentes con sus propios postulados y que conserven de verdad lo mejor de nuestra tradición europea: el predominio del bien común y la inclusión del otro como uno más de nosotros.


Causantes directos del vaciamiento de los templos católicos por causa o mediación de sus propuestas de ultramundanización de la doctrina de la fe ("a fin de que la Iglesia se amolde al mundo y no al revés, el mundo iluminado a la luz del Evangelio"), los ultraprogres pululan por la Iglesia y sobre todo por el extrarradio y las fronteras de la misma acaso porque los obispos no se deciden a llamarlos por su nombre: herejes, moscas cojoneras, enemigos del Magisterio… Obispos, ciertamente, que no ejercen, salvo honrosas excepciones cuya calidad y número solo Dios conoce, de pastores celosos en proteger a las gentes sencillas del tóxico influjo de toda esa caterva de herejes y ultraheterodoxos. 


Pero de casi nada cabe extrañarse hoy día: la Iglesia católica atraviesa la peor crisis sufrida en su bimilenaria historia, una crisis que amenaza con hundir la Barca de Pedro, que hace aguas por todas partes (las expresiones son de Benedicto XVI), desgobernada y dejada de la mano de Dios por tantos pastores sumidos en la apostasía, el mundanismo, la masonería, el servilismo a los intereses y postulados del sorosiano Nuevo Orden Mundial...  


Y no parecen tener además ni la más mínima vergüenza y yo diría que tampoco tienen sentido del ridículo estos progreeclesiales. O sencillamente es que son unos retorcidos y malintencionados. Ya es que da asco y repelús el acercarse siquiera a sus postulados babosos, demagógicos, ultrasecularistas, mundanos y anticristianos. 


Estos tipos y tipas dizque católicos que se permiten recomendar el voto para PSOE, Podemos, Equo, Izquierda Unida, Nueva Canarias y resto de grupúsculos de la izquierda más ferozmente anticatólica, atea e históricamente genocida, ¿cómo tienen la poca vergüenza de exponer en público y en sus publicaciones ese pensamiento sobre Matteo Salvini? Resultado de imagen de mateo    salvini


A decir verdad, el político italiano (sí, dicho sin ninguna vergüenza, sin ningún ánimo de canonizar al personaje, y por más que las horas actuales de Salvini no sean acaso las mejores en su carrera política luego de haber perdido sus responsabilidades como vicepresidente del Gobierno y Ministro del Interior de la República italiana) tendrá sin duda mil defectos personales de todo tipo, mil y una limitaciones de toda índole, y habrá cometido errores de bulto y, por cierto, nunca se insistirá lo suficiente en que ni siquiera los partidos tradicionalmente considerados católicos integristas (los de la máxima alianza posible entre el trono y el altar), encarnan en plenitud el Evangelio, solo que como adalid o impulsor de los valores de la tradición cristiana, que son la base de la cultura occidental que precisamente Europa ha exportado al mundo, Matteo Salvini queda convertido en amigo (o llámese aliado, colaborador, simpatizante, allegado...) de los que sueñan y luchan por el concepto de Reinado Social de Cristo, Realeza de Cristo: verbigracia, toda la obra literaria del  sacerdote argentino Leonardo Castellani (1899/1981) consiste en un titánico y no poco genial esfuerzo por alumbrar las mejores condiciones para el advenimiento de ese Reinado Social de Cristo, que precisamente partidos como los mentados (PSOE, Equo, Izquierda Unida, Nueva Canarias, Pacma, Podemos, Ciudadanos...) se encargan de negar, combatir, conculcar.


Y todo esto afirmado por más que estos tocapelotas progreeclesiales (aunque algunos den clase en facultades teológicas de la Iglesia, presidan revistas supuestamente católicas, o hasta hayan sido ordenados, desde luego exhiben un pensamiento que ya no es católico, tipo José María Castillo y otros progresaurios por el estilo) a las primeras de cambio lo llamen a uno también «facha, fascista, ultracatólico, retrógrado, preconciliar»…


Y perras para el cine, añadiría yo, so farsantes, termitas demoledoras de la única Iglesia de Cristo, ultrasecularistas y demagogos.





27 de agosto (22 de septiembre, 2019), 2019. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

domingo, 1 de julio de 2018

"Por si al final acaban desacralizando el Valle de los Caídos"

 
No es digno de mí el que no toma su cruz para seguirme. El que procure salvar su vida la  perderá, y el que sacrifique su vida por mí, la hallará.
 
Mt 10, 38-39
 
 
Todos los conventos de España no valen la vida de un republicano (palabras del socialista Manuel Azaña, presidente de la Segunda República, ante la ola de incendios de iglesias, conventos, asaltos a sedes de la derecha política, asesinatos de falangistas a manos de extremistas del PSOE y asesinatos de católicos, que se desató a un mes escaso de proclamarse la Segunda República).
 
 
Una de las frases de Los mitos de la guerra civil que más escándalo han causado es la de que Franco respetó más que Azaña la legalidad republicana. Algunos han adulterado la frase, para hacerla más atacable, transformándola en la de que Franco era más "demócrata", cosa muy distinta. Franco aceptaba la democracia sin entusiasmo, y acató el régimen, sin pensar en rebelarse mientras no derivase hacia la revolución. No entró en la intentona de Sanjurjo, frenó tres posibles golpes de estado, y en octubre de 1934 defendió la legalidad contra los partidos izquierdistas que la asaltaban. Cuando él se sublevó, en julio de 1936, se habían alzado contra la república, además de Sanjurjo, los anarquistas, los socialistas, los nacionalistas catalanes, los comunistas y... Azaña. Si los líderes izquierdistas hubieran mostrado el mismo respeto que Franco a la legalidad, la guerra nunca habría estallado, y a Franco sólo lo conocerían hoy los especialistas en historia militar de la época.
 
Pío Moa, Los crímenes de la guerra civil y otras polémicas 
 
 




Correligionarios de los mismos que conspiraron antaño contra la legalidad de la Segunda República (no olvidemos que la Revolución de Asturias de octubre del 34 fue propiciada por el sector más extremista del PSOE encabezado por Largo Caballero, el Lenin español, con el apoyo del separatismo golpista catalán y el de los anarquistas) hogaño acusan a Francisco Franco de haber dado un golpe de Estado contra esa legalidad, y asimismo se frotan ahora las manos porque Izquierda Unida está decidida a presentar una propuesta de ley tendenciosa y sectaria, más memoria histórica manipulada y marxistizante: desacralizar el Valle de los Caídos, exhumar los restos mortales del "dictador" Franco y los del fundador de La Falange José Antonio Primo de Rivera.



Nunca he militado en organización falangista alguna, tampoco en grupos franquistas, ni siquiera en la OJE, más bien he militado en organizaciones consideradas progresistas y de izquierdas, pero por lo que experimento como elemental honestidad intelectual mía, no me nace empeñarme en negar contra toda evidencia la amistad entre José Antonio Primo de Rivera (figura emblemática del bando nacional) y el poeta Federico García Lorca (artista genial que aunque haya sido "ganado" para la causa frentepopulista, por muchos aspectos de su rica personalidad, por su impronta como de "señorito andaluz", por su vinculación con algunos falangistas de la época, tal el caso del también magistral poeta Luis Rosales,  y por su voluntario no decidirse a tomar partido político, es en verdad una figura inclasificable), si bien este es un hecho que poco debe importar al sectarismo izquierdista. El fundador de la Falange -que no fue exactamente fascista al estilo de Benito Mussollini, gracias sobre todo al sincero catolicismo del hijo del dictador Miguel Primo de Rivera, y mucho menos nazi, claro que más allá  de la impronta sí ciertamente filonazi de las JONS de Ramiro Ledesma- tuvo más conciencia social, inmensamente más sentido de la justicia, que los gerifaltes del PSOE actual, Podemos y resto de progres, honrosas excepciones aparte que solo Dios conoce. Y desde luego más amor a Dios y a España, y por ende a la civilización cristiana, huelga reconocerlo y... Mas este dato ¿qué les importa a tales sujetos?



Ellos y ellas persistirán en su sectarismo: que si defender a España frente a los separatismos y el globalismo dinamitador es de fachas, de franquistas, que si la Segunda República fue pródiga en demócratas, que si Franco fue un asesino genocida fascista, que si un frente neofascista encabezado por líderes identitarios de Hungría, Austria, Polonia e Italia está recorriendo Europa y bla bla bla. Total, ninguna extrañeza: hay que estar precavidos o preparados porque todo lo acaban con la acusación de fascista: Fulano es fascista, Mengano es fascista, cosa que muy bien tampoco se sabe lo que es, aunque desde luego sí que suena muy feo y como terrible en boca de tamaños totalitarios. 


En palabras del periodista Javier García Isac, "su obsesión enfermiza por Franco no terminará nunca. No finalizará con la profanación de sus restos. Con ello buscan tapar sus propios crímenes, sus propios delitos y corruptelas".



Esto es, Pasteleo, paridas, falsear la historia, manipularla, siempre la misma cantinela de la progresía, más falsa que un duro de cuatro pesetas. No hay tal fascismo; mas si lo hubiera ¿por qué no critican también y sobre todo el comunismo, que ha ocasionado más de 100.000.000 de muertos en menos de 100 años? ¿Por qué siguen empeñados en acusar a Franco de todos los males pasados, presentes y futuros de España, al tiempo que silencian los crímenes del comunismo, la ruina social y económica que el comunismo ocasiona en todos los países que tienen la desgracia de sufrirlo? Ideología perversa el marxismo que jamás ha sido propia de demócratas sino de totalitarios (cfr. el mismísimo Frente Popular, totalitario a más no poder), muy al contrario que Franco, que al menos hasta el Alzamiento del 18 de julio de 1936 aceptó, con mejor ánimo o peor, la legalidad democrática republicana, e incluso participó al comando de las operaciones en la defensa de la legalidad de la Segunda República frente a la llamada Revolución de Asturias de octubre del 34, que no fue sino un golpe de Estado en toda regla protagonizado por sectores extremistas de la izquierda contra la República. ¿Por qué la sempiterna matraquilla contra Franco, quien al menos salvó a la Iglesia de ser exterminada por el terror rojo republicano, socialista marxista y anarquista? ¿Es que no les parece este hecho suficientemente trascendental como para tener hacia el gobernante católico una mirada distinta, por más que pudiéramos aceptar, vale -es un suponer-, que el Caudillo cometiera innúmeras tropelías, crímenes e injusticias? ¿Es que por el solo hecho de haber salvado Franco a la Iglesia en España de la más atroz persecución religiosa desatada desde la época de las grandes persecuciones en los primeros siglos del cristianismo bajo el Imperio Romano, no es merecedor de un mejor trato que el que dispensa esta peña marxistoide a los sanguinarios y genocidas dictadores comunistas que por el mundo han sido? 



Mas me temo que todo es inútil: no hay peor ciego que el que no quiere ver, que es lo mismo que decir que quienes se empeñan en odiar a Cristo y a su Iglesia... De modo que no nos engañemos o dejemos engañar: lo que el felón, arribista, pequeñoburgués y guerracivilista Pedro Sánchez (increíblemente devenido en presidente del Gobierno) odia, es la Cruz del Valle de los Caídos: 150 metros de símbolo de la reconciliación de Dios con la humanidad caída, divisables a 40 kilómetros de distancia. 




150 metros de cruz que quieren simbolizar la reconciliación entre todos los españoles: muertos de ambos bandos yacen en el Valle de los Caídos; los presos republicanos que trabajaron en la construcción de la magna obra, que se prolongó durante 20 años, nunca debieron pasar de 1.000, en cifras redondas, y convivieron en general con notable armonía con los trabajadores libres, más cualificados o técnicos que los presos republicanos; estos recibían un sueldo o jornal por el trabajo desarrollado, y veían conmutada su pena: por un día de trabajo, varios días de condena conmutados; los hijos de los presos que trabajaban en la construcción de la obra, junto con los hijos de los funcionarios de prisiones y de los trabajadores libres, ya se ha dicho que en general personal obrero más cualificado frente al peonaje de los primeros, iban juntos sin problema alguno a las escuelas de la zona; por lo general, las familias de los presos recibían toda clase de ayudas o facilidades para visitar a sus reclusos, e incluso en algunos casos algunas familias llegaron a ocupar permanentemente casas próximas a la obra en construcción; hubo casos de presos republicanos o frentepopulistas con condenas a muerte por delitos de sangre perpetrados en zona de retaguardia, no en el frente de batalla (por lo común, no se considera delito de sangre ocasionar la muerte del enemigo en combate), que vieron conmutada su pena capital merced a años de trabajo en la construcción del Valle de los Caídos; durante los 20 años que ya se ha dicho se prolongó la construcción de la magna obra, hubo 14 obreros fallecidos en accidente de trabajo, o acaso 18, en algunos casos ocurridos esos accidentes no a pie de obra sino en episodios de circulación automovilística fuera o en las inmediaciones de la zona, por ejemplo, pero en ningún caso los cientos o miles de víctimas "sometidas a condiciones de esclavitud" que sin fundamento alguno barajan o esgrimen los voceros del izquierdismo más sectario, comunistoide e infundado.







Pero de qué extrañarse, insisto: odian la fe: odian a Cristo y a su Iglesia. Odian la civilización cristiana. Odian la verdad: son sectarios a tope. Con decir que hasta hacen burla de un periodista excepcional como Federico Jiménez Losantos, al que ninguno de estos por otra parte le llega a la suela de los zapatos y al que no le perdonan que haya transitado de su marxismo maoísta juvenil de hace 40 años a su condición actual de crítico feroz del comunismo; desde luego, de Losantos se puede discrepar, y yo mismo, imberbe en no pocos asuntos, discrepo en algunos puntos, pero de ahí a afirmar, como se atreven a hacer algunos de esta tropa, que los ensayos de Jiménez Losantos contra el marxismo (especialmente su último libro, la monumental Historia del comunismo) son un panfleto, ¡panfletos personificados sí que son ellos!



De manera que nada debe extrañar, siendo así las cosas, que se haya reunido recientemente el señor presidente Pedro Sánchez con ese príncipe del mal que es George Soros, uno de los amos del mundo, el gran magnate de la masonería, el globalismo y la inmigración invasiva contra Occidente: siguiendo el plan Kalergi, el enemigo a batir es la civilización cristiana. La misma que el "dictador" Franco salvó: sobre 7.000 religiosos entre obispos (un total de 13), sacerdotes, monjas, religiosos, y varios miles de seglares católicos asesinados (amén de la vandálica quema de iglesias  y de toda clase de edificios vinculados a la Iglesia: se calcula que pudieron ser devastados alrededor de 20.000 templos católicos), por el solo delito de ser católicos, a menudo de las maneras más sádicas que quepa imaginar: fotos hay de milicianos profanadores de tumbas de curas y de monjas posando para la posteridad macabramente al lado de los ataúdes y cadáveres. Y todo este terror, todo este espeluznante odio a la fe como no había habido otro igual desde la época de las persecuciones religiosas bajo el Imperio Romano, desatados por los sectores más radicalizados del Frente Popular. 








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Hoy como ayer, odian a Dios aunque afirmen no creer en Él. Y acaso odien a Franco en no poca medida porque este derrotó, no la legalidad republicana -que es el viejo mantra de la progresía-, que ya estaba en demasía deslegitimada por el clima de caos y terror que las fuerzas del llamado Frente Popular venían provocando en la nación y por las sucesivas conspiraciones de sectores izquierdistas contra la Segunda República, y sí el proyecto bolchevique o estalinista de convertir España en una república soviética, previo exterminio de la Iglesia católica y de todo rastro de Dios que pudiera llevar a la misma.



Como que lo afirma mucho mejor de lo que yo pudiera el economista y humanista español Roberto Centeno en su artículo "Contra la infamia guerracivilista de la exhumación de Franco por el ilegítimo Frente Popular" (Rambla Libre, 2 de julio, 2018):



<<Como afirma el más prestigioso historiador de las guerras modernas, el inglés Antony Beevor (1): “La guerra civil española es uno de los pocos conflictos mundiales cuya historia la han escrito con mayor eficacia y mendacidad los perdedores que los vencedores. Las generaciones más jóvenes no pueden ni imaginar cómo era la vida en España desde Febrero de 1936”. En esa fecha, un Frente Popular formado por totalitarios socialistas, comunistas y anarquistas y por separatistas golpistas, se hicieron con el poder a través de unas elecciones fraudulentas, y de inmediato desataron una ola de violencia, quema de iglesias y asesinatos de quienes no pensaban como ellos y paralizando la economía del país.

El 12 de julio la policía republicana asesina al líder de la derecha José Calvo Sotelo, y el Gobierno en lugar de arrestar a los responsables detiene a la gente de derechas. Franco, que hasta ese momento se habría mostrado contrario al alzamiento con gran irritación de los conjurados, decide unirse a él. “El gobierno de Madrid ha caído en manos de unos pistoleros”, clamaría D. Miguel de Unamuno desde Salamanca, y uno de los padres intelectuales de la República. El levantamiento del 18 de Julio no se realizó contra un gobierno legítimo, como pretenden socialistas, comunistas y separatistas, sino contra un desgobierno revolucionario, decidido a acabar con la media España que no pensaba como ellos.



Estos hechos, exhaustivamente investigados y estudiados durante más de 70 años, están hoy fuera de toda duda razonable, excepto para el nuevo Frente Popular articulado alrededor de un botarate guerracivilista como Pedro Sánchez, un apóstol de la mentira y del odio, dispuesto a reabrir las trincheras de 1.936 y enfrentar a media España contra la otra media, imponiendo  la perversa visión del Frente Popular. Y para empezar, este miserable al que solo han apoyado el 15% de los españoles con derecho a voto, ha decidido exhumar los restos del general Franco, que consiguió contra todo pronóstico la victoria del alzamiento, tanto que Prieto visto lo extraordinariamente ventajoso del Gobierno en hombres y en medios, exclamaría: “Podría ascender hasta la esfera de lo legendario el valor de quienes se han alzado en armas contra la República, y aún así inevitablemente, inexorablemente, serían fatalmente vencidos”. No conocía a Franco.
Pero Franco hizo más, muchísimo más, sacó a España de su pobreza secular y creó una poderosa clase media, que la chusma política actual está destruyendo. En 1975 había situado a España como la octava potencia económica mundial, hoy la oligarquía política la ha hundido al puesto 16; la renta per cápita relativa a los 9 países que constituían la entonces CEE  llegó en 1.975 a su máximo histórico, el 83% de la media de estos nueve países; hoy se ha hundido hasta el 71%. La industria era el 36 % del PIB hasta que los socialistas la destruyeron en 1986 con la llamada “reconversión industrial”, y hoy es el 14% del PIB, y es que la casta política ha convertido España en un país de enchufados públicos, especuladores y camareros.  Franco borró del mapa la palabra paro y hoy tenemos el segundo mayor de Europa; la enseñanza pública era la tercera mejor de Europa, hoy es una de las últimas; los hijos vivían no mejor sino mucho mejor que sus padres, hoy por primera vez en siglos viven peor, y lo malo está por llegar. La deuda pública era cero, hoy es el 133% del PIB, lo que será la ruina de las generaciones futuras, etc.>>



Y sin embargo los muy sectarios filocomunistas, con su guiño a Bergoglio aunque odien a Cristo y a su Iglesia -a decir verdad, justamente por esto aplauden al muy heterodoxo Bergoglio-, con sus plataformas mediáticas, apoyo institucional, laicismo imperante, emisoras de radio y políticos sin escrúpulos ni vergüenza socialistas (falsos, ni que decir: cobran y bien que cobran por no ser socialistas), comunistas, podemitas, nacionalistas canarios de izquierda (¿?) y demás familia falsamente solidaria, a seguir bla bla bla con la demagogia y la fraudulenta manipulación de la historia. 


1 de julio, 2018. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.