Pero no, Teófilo, el drama es que persiste la crisis: camino de los cinco millones de desempleados en España, que se dice pronto. Y los políticos de todo pelaje y color (izquierdas, derechas y centros) pasándose la pelota unos a otros; o esa al menos es la impresión con que nos quedamos muchos ciudadanos de este país que, no obstante, éxitos deportivos en el deporte de élite está cosechando más que nunca: fútbol, baloncesto, balonmano, ciclismo, motociclismo, automovilismo, tenis, "futbolsala"...
El Dios que nos manifiesta Jesucristo no puede querer esta situación dramática, trágica para no pocos en nuestro país. De modo que el deber del creyente cristiano no ha de ser otro que el de intentar solidarizarse con todos los que sufren (ya sean parados, inmigrantes más o menos marginados, mujeres prostituidas, niños y niñas esclavos, represaliados por la injusticia de los hombres, personas si hogar, hambrientos y míseros de toda condición...).
Sin embargo, la duda que a menudo surge es ¿cómo en efecto solidarizarse con los que sufren, con los crucificados de la historia, con todos los cristos caídos de este mundo, con todos los que, como cantaba la vieja canción de Horacio Guaraní "Si se calla el cantor", no hay razón alguna para que estén sin manta con que abrigarse, sin techo, sin comida...?
2 comentarios:
CON LOS NIÑOS EXPLOTADOS VENDIENDO DULCITOS EMPAQUETADOS EN SAN TELMO, IGUAL SE SOLIDARIZA TU AMIGO CARMELETE RAMIREZ, PARA SEGUIR CHUPANDO CARGO, SILLON Y SUELDO.
Si al menos leyesen este blog...
No, bromas y exageraciones aparte (mi propuesta es sencilla, como la tuya, y eso que tú recibes miles de visitas...), la llamada clase o casta política es lo que es, salvo honrosas excepciones de honestidad solidaria, que no me compete juzgar a mí...
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