"Un apunte sobre el Tercer Secreto de Fátima"

Denso artículo o post (casi un ensayo); ciertamente, se hace necesario conocer la versión que de los hechos tratados, de las cuestiones disputadas, tienen los clérigos acusados de filtrar la masonería y el marxismo en la Iglesia: Angelo Roncalli (esto es, Juan XXIII), Giovanni Montini (Pablo VI), el cardenal Augustin Bea, el cardenal Villot... Ni que decir que esto no es posible, por imperativos mortalmente biológicos que saltan a la comprensión de todos.

Pero lo que me parece indudable de este largo y documentado trabajo es esto: la apostasía en la Iglesia actual está alcanzando unas cotas que ni cuando la crisis arriana, ni modo, ni de lejos, porque aquella crisis no fue provocada por la apostasía de la fe sino por la herejía de la fe. Y empero en la actualidad, aunque innegablemente circula a mansalva la herejía, lo que impera es la apostasía.

Creo que ni los más liberales de entre los clérigos o jerarcas católicos podrían negar que la ruina de la fe en la Iglesia actual es el problema número uno al que se enfrenta la Esposa del Esposo, que si bien es indefectible por la promesa del propio Cristo su Señor, es igualmente innegable que en los tiempos que corren copula con el mundo, como gran ramera. Esto es, la Iglesia es la Esposa del Esposo, y por ende no puede ser la gran ramera del Apocalipsis -principal acusación vertida por las sectas protestantes contra la Iglesia-, pero que sí que muchos de sus hijos e hijas, apóstatas de la fe, han ramerizado grandes sectores de esta Iglesia, que presente así gangrenados algunos de sus miembros. La indefectibilidad del Cuerpo Místico que es la Iglesia, justamente por la promesa dada por su Señor "hasta el fin de los tiempos", propiciará que esos miembros gangrenados o cancerosos del Cuerpo Místico de Cristo no acaben llevando al cementerio de la historia a la Iglesia, pero sí que están causando estragos y estropicios brutales. Dramáticos.

A decir verdad, el Tercer Secreto de Fátima, a la luz de toda lo que se ha dicho sobre el mismo, ¿puede ser otra cosa que una advertencia profética de la Santísima Virgen sobre la ruina de la fe en la Iglesia en la actualidad y sobre lo soberbia y paganamente empecatado que está nuestro mundo, vacío de Dios a tope?