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lunes, 22 de julio de 2019

"Instaurare omnia in Christo"




"La imposible tarea de tener un partido identitario en España en medio de una derecha social acomplejada y sin orgullo racial", podemos leer en Alerta Digital (20/07/2019).



Veamos. Considero que cualquier fiel católico que se precie, hoy día debe vivir el ideal del patriotismo identitario inspirado y sustentando, ni que reconocerlo habría, en los valores y principios de la tradición cristiana. Sin embargo, siguen existiendo los católicos tocapelotas (también llamados católicos vergozantes, antipapa, dizque católicos, secularistas, mundanizantes, seudocatólicos, paraeclesiales, progres, progresaurios, termitas demoledoras o caballos de Troya infiltrados en el seno de la Esposa del Esposo con el objeto de seguir demoliéndola y desfigurándola para hacerla aún más atractiva según el espíritu del mundo, que no según el corazón de Cristo) que, con invariable desprecio, a todo el movimiento patriota, identitario y ni que decir que cristiano que avanza tímida pero imparablemente por Europa, lo descalifican como «extrema derecha, fascismo, neofranquismo»…


Progresaurios y dizque católicos secularistas que siguen perfectamente las consignas y dictados del Nuevo Orden Mundial radicalmente anticristiano; vamos, como que le prepara el terreno al Anticristo… Vaya faena o vaya drama. Cuando además resulta que entre algunos de esos progresaurios o dizque católicos vergonzantes que yo mismo conozco, los hay ocupantes de altos cargos en la acción caritativa, social, sanitaria y educativa de la Iglesia.Resultado de imagen de lgtbiq



Vaya por Dios, qué cosas. A decir verdad, con tantos guiños como siguen prodigando los progresaurios y resto de dizque católicos secularistas o vergozantes al secularismo anticristiano que nos invade por doquier, desde luego no parecen tomarse precisamente muy en serio estas exhortaciones papales: «Restaurar todo en Cristo» (san Pío X), «abrid sin temor de par en par las puertas a Cristo»: san Juan Pablo II. Y sin embargo me consta que un buen número de católicos identitarios y patriotas sí desean tomarse «gravemente en serio» las antementadas exhortaciones papales, pero ya vemos, qué lástima: los progresaurios y resto de dizque católicos vergozantes o secularistas, a los identitarios y patriotas los despachan de un plumazo: «Son la nueva extrema derecha, facha, fascista y neofranquista, a la que es preciso pararle los pies».


Parararle los pies, sí, aunque sea al precio de formar un frente común con los contrarios y aun enemigos de la Iglesia: con perroflautas, neomarxistas, laicistas, globalistas irredentos, feministas supremacistas, adalides de la ideología de género y de las movidas LGTBIQ, ¡todos unidos contra el facherío de la nueva derecha que avanza imparable por toda Europa!



Menudos son estos paraeclesiales demoledores que, en nombre de una fidelidad a Cristo más falsa, infundada e impostada que un Judas de plástico, no hacen otra cosa que atacar a la Iglesia llevando la contraria a ese «restaurar todo en Cristo», a ese «abrid de par en par sin temor las puertas a Cristo». 



Hasta tal extremo que, quién sabe si acaso justamente por ser tan buenos católicos es por lo que se empeñan en llevar la contraria a la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio a base de justificar-legitimar el aborto; el feminismo supremacista; el laicismo; la ideología de género; el delirante, absurdo, totalitario, estúpido, irracional y deshumanizante animalismo; el globalismo o multiculturalismo; el marxismo cultural; las movidas de los colectivos LGTBIQ; la zapateril Ley de Memoria Histórica; el entendimiento con los podemitas y demás familia marxistilla; la justificación de regímenes políticos canallescos como el de los hermanos Castro en Cuba o el de Chávez-Maduro en Venezuela, al tiempo que siguen practicando las más groseras versiones del antifranquismo acuñado por la progresía (que si "Francisco Franco criminal, golpista, fascista, genocida" y demás topicazos y sandeces del antifranquismo más casposo y tóxico, incapaces de reconocer sus promotores, porque están cegados por el odio, el sectarismo y el ateísmo, que frente a sí asesinos genocidas como sus admirados Stalin, Lenin, Trotski, Mao y el largo etcétera de totalitarios comunistas, el pecador, falible, limitado y muy imperfecto Francisco Franco al menos fue un príncipe católico, ¡solo que estos desalmados filocomunistas odian a Cristo y a su Iglesia, con lo cual lo de príncipe católico se la suda a todos ellos!); la mentalidad anticoncepcionista, antinatalista y antivida, cuando la doctrina tradicional católica sobre la familia viene a ser una clara exhortación a formar familias generosamente abiertas a la vida, esto es, familias numerosas (las cuales prácticamente han desaparecido de las parroquias y resto de comunidades católicas en la España actual).



En fin, esto es lo que hay: si gustas, toma dos tazas; si no, arrállate un millo.


21 de julio, 2019, Festividad de san Luis Gonzaga, mi onomástica (aunque estoy a años luz de ser un santo, celebro casi más el día de san Luis Gonzaga que el de mi cumpleaños). Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.  

lunes, 12 de diciembre de 2016

"Dice el teólogo Juan José Tamayo: Tamayo 'dixit' "

 

“Dice el teólogo Juan José Tamayo…”


Mi trayectoria cristiana militante ha coincidido, innúmeras veces, en frentes de lucha común con no pocos cristianos progres (en su mayoría, católicos o que se dicen católicos); sin embargo, afirmaciones como unas recientes de Juan José Tamayo a propósito del inicio de las Jornadas de Teología de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, de la que es secretario el teólogo palentino, y puestas de relieve por el excelente bloguero Luis Fernando en un post publicado en Infocatólica -felicidades, hermano, eres bueno escribiendo, incluso cuando me parece discrepar de tus opiniones- me parecen increíblemente difíciles de asimilar incluso por parte de católicos con conciencia crítica, con conciencia social, y que se siguen considerando militantes de la izquierda.


Me explico. Podemos los católicos rezar a Dios por el Papa, pedir al Espíritu que lo ilumine en su delicada labor de pastor de la Iglesia universal; incluso, es lícito, me parece, desear que el Santo Padre sea más “siervo de los siervos de Dios que gobernador monárquico de la Iglesia universal” -cosa que un Francisco de Asís, por ejemplo, que se arrodillaba ante los obispos, también quería-; pero de ahí a insultarlo afirmando, como hace Juan José Tamayo, que “el papado es la institución fundamentalista por naturaleza”. Al tiempo que lanza la piedra, como suele ser habitual en él, dejando caer que vendrían a ser fundamentalistas todos los católicos deseosos de ser fieles al Papa… Resultado de imagen de el arbol de los zuecos



“Qué fuerte”, que dirían nuestros adolescentes. El teólogo castellano, también profesor de la Universidad laica Carlos III -impulsada nada menos que por Gregorio Peces Barba, verdadera alma máter de la citada-, hace tiempo que se pasa tres pueblos. Resultado de imagen de el arbol de los zuecos


Pero prosigamos. El Magisterio -incluido el ya santo Juan XXIII- condena la contracepción; los teólogos y teólogas de la Asociación Juan XXIII, no; por no hablar de muchas de las católicas feministas, no pocas de las cuales viven, en lo profesional, gracias a la Iglesia católica (técnicas de Cáritas y demás). Siendo así, ¿quién sirve al diálogo eclesial en la pluralidad, ciertamente, pero con vocación en pro de la unidad de la Iglesia universal?


El Magisterio -incluido, inequívocamente, Juan XXIII- condena el aborto, el divorcio, la posibilidad del acceso de la mujer al ministerio ordenado, la ideología de género, la eutanasia… Los católicos progres de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII y demás convocados en torno a esta, no. De modo que siendo así las cosas, ¿quién honra aquí la memoria y sobre todo la herencia espiritual y teológica del llamado Papa bueno?Resultado de imagen de el arbol de los zuecos


En su delicioso libro Orar, compendio de su pensamiento espiritual (editado en España por Planeta), el santo Juan XXIII, el Papa bueno, exhorta a los católicos a ser obedientes a la Iglesia, Madre y Maestra, como bien recuerda Luis Fernando en su post titulado “Sobre el diálogo con los fundamentalistas progres” (Infocatólica, 10/9/2011). Los que se autoconsideran herederos espirituales del Papa bueno, justo apelan a todo lo contrario, a una permanente actitud de disidencia eclesial. Extraño fenómeno, como poco.


En ese mismo libro, Juan XXIII exhorta a los matrimonios a vivir las bondades y noblezas del matrimonio cristiano, Iglesia doméstica, escuela de solidaridad abierta generosamente a la vida (rechazo implícito y explícito de la contracepción) y a la espiritualidad en comunión con la Iglesia. Como buen hijo de campesinos en la Italia profunda que tan magistralmente retrató el cineasta italiano Ermanno Olmi en su El árbol de los zuecos, el papa Roncalli debía tener muy claros cuáles eran los principios o fundamentos axiales de la vida. Empero, en los congresos de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, se habla elogiosamente de la contracepción, de la posibilidad del aborto, de los “nuevos modelos de familia” (incluidos los formados por personas homosexuales), del feminismo de género -quien conozca el magisterio de Juan XXIII o haya leído un librito como Orar, convendrá conmigo en que no tienen nada que ver, ni una ni otra instancia del Magisterio, con el feminismo de género, radicalmente incrustado en el seno de la Iglesia-…Resultado de imagen de el arbol de los zuecos


Acabo. Puede que los congresos de Teología promovidos por la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII sean absolutamente verdaderos, audaces, militantes, críticos, revolucionarios, proféticos y hasta clarividentes. Pero desde luego, ni son católicos, ni buscan la unidad de la fe católica, ni son en modo alguno expresión de la herencia espiritual y teológica de Juan XXIII. Son cualquier otra cosa, no afirmo que mala, puede que excelente -en verdad, quien estas líneas escribe sabe pocas cosas, muchas perplejidades, pocas certezas-, pero sí que no expresan el “sentir de la Iglesia cum Petro et sub Petro”, algo muy querido por el papa Juan XXIII, de quien se siguen reivindicando herederos espirituales.
Septiembre, 2011. Islas Canarias (revisado en México, 13 de diciembre, 2016).
Luis Alberto Henríquez Lorenzo.