Me gustaría estar a la altura de la recomendación formulada por el recordado sacerdote español José Luis Martín Descalzo. Porque yo, pecador y falible siempre, soy de los que a menudo se ensañan en despellejar a Fulano o a Mengana, sin reparar lo suficiente en que Fulano y Mengana son hijo e hija de Dios, como yo.
Y más ahora estarlo en que estas bellas y lúcidas palabras del papa Francisco me han hecho recordar las del ya fallecido sacerdote y escritor Martín Descalzo, de cuya obra literaria tanto gocé en su momento.
Saludos. Buen fin de semana.
Luis Henríquez. 14 de junio, 2013.