Para empezar a creer yo en eso que usted dice, las autoridades de la Iglesia deberían ir poniendo de patitas en la puta e inhóspita calle a toda la tropa de trepas, burócratas, antimilitantes, antinatalistas (la mayoría de los seglares que viven en lo profesional de la iglesia católica, lo son), arribistas, figurones, mundanizantes y meros enchufados que muy poco o nada arriesgan en el camino de la fe.
No digo que me "recompensen" a mí por causa de todo el daño moral, profesional y económico que han perpetrado contra mí los hipócritas eclesiásticos de mi diócesis de origen (mis "insultos" contra ellos son pecatta minuta al lado de todo el mal que han causado a mi vida), sino que afirmo que no van a hacer nada, pese a los alabables gestos del papa Francisco. por ejemplo para ir poniendo de patitas en la puta calle a gran parte de toda esa tropa a que me he referido.
Y no lo harán porque la Iglesia está en exceso podrida. Yo lo sé, salta a la vista; y me toca por ello joderme, buscarme la vida completamente al margen del paraguas eclesial, por más que en su momento por idealista e ingenuo renunciara a cosas tan importantes como un trabajo, "por causa del Reino", y los eclesiásticos todos no hayan querido saber nada de mi caso, esto es, se hayan lavado las manos como Pilatos.
Dios está arriba.
13 de julio, 2013