No obstante, más allá de esas objeciones que tú haces extensivas a la Iglesia, debe de ser Carlos Herrera un gran comunicador radiofónico; o al menos presumo que lo tiene por tal alguien como Federico Jiménez Losantos, toda vez que este no se lo piensa dos veces a la hora de disparar incluso contra compañeros de la profesión periodística radiofónica cuya trayectoria, pareceres u opiniones el director de EsRadio considera criticables. Y de momento al menos, Carlos Herrera es una vaca sagrada de la radiodifusión española respetada por la muy afilada y documentada lengua de Losantos. 
Herrera Carlos sigue siendo un buen comunicador radiofónico, y articulista a tener en cuenta. Que se haya movido por la pasta al abandonar Onda Cero y fichar por COPE, muy probable. Que no ha estado a la altura de un católico militante en su deseo de "felicidad matrimonial" al político del Partido Popular Javier Maroto, sin duda. Que participe de ciertas simpatías hacia los ideales masónicos, por lo demás tan presentes en la Iglesia, pues acaso sí.
O no. Con todo, masones en diverso grado fueron Abraham Lincoln, José Martí, Duke Ellington: los tres, prohombres cuyas respectivas vidas abundaron en hechos loables, y aun (los casos del prócer y literato cubano José Martí y del que sigue siendo mi músico de jazz favorito, Duke Ellington) en obras artísticas inmortales. Apunto esto porque no ignoro las advertencias y condenas de las autoridades de la Iglesia contra la masonería, solo que como muchos hechos, valores y obras artísticas altamente loables se los tenemos que agradecer a adeptos de la masonería...
Volviendo a Jiménez Losantos, quien es liberal y no masón, agnóstico y no católico, y no precisamente amigo del papa Francisco, tengamos presente que aprueba el aborto, no lo olvidemos, en algunos supuestos, está a favor de una ley del aborto, por la que incluso no ha dudado en hacer campaña, desde su ideología liberal. Como que se sabe, porque él mismo no lo ha ocultado, que los tres partidos políticos a los que principalmente él ha mostrado su apuesta o apoyo son el Partido Popular, Unión, Progreso y Democracia, y últimamente Ciudadanos. De modo que como buen liberal agnóstico que es, Losantos incluso acepta la homosexualidad, tengo entendido. Particular que también acepta otro liberal y genial literato como Mario Vargas Llosa, sin que tal idea suya, de D. Mario, acaso en parte al menos también mediatizada por su agnosticismo, me impulse a mí a negarle el pan y la sal en su ya dicha calidad exquisita como literato.
Volviendo a Jiménez Losantos, quien es liberal y no masón, agnóstico y no católico, y no precisamente amigo del papa Francisco, tengamos presente que aprueba el aborto, no lo olvidemos, en algunos supuestos, está a favor de una ley del aborto, por la que incluso no ha dudado en hacer campaña, desde su ideología liberal. Como que se sabe, porque él mismo no lo ha ocultado, que los tres partidos políticos a los que principalmente él ha mostrado su apuesta o apoyo son el Partido Popular, Unión, Progreso y Democracia, y últimamente Ciudadanos. De modo que como buen liberal agnóstico que es, Losantos incluso acepta la homosexualidad, tengo entendido. Particular que también acepta otro liberal y genial literato como Mario Vargas Llosa, sin que tal idea suya, de D. Mario, acaso en parte al menos también mediatizada por su agnosticismo, me impulse a mí a negarle el pan y la sal en su ya dicha calidad exquisita como literato.
El Nobel Vargas Llosa ha roto su matrimonio de cincuenta (50) años y se ha emparejado con Isabel Preysler, amor de senectud. Ciertamente reprobable desde la perspectiva de la moral católica, yo empero no les deseo que sean infelices, por más que no termine de aprehender o discernir si este buen deseo mío es católicamente legítimo o ilegítimo. 
Con todo o comoquiera que sea, de Vargas Llosa me interesan casi exclusivamente sus novelas, que juzgo magníficas, porque incluso las menos buenas de entre ellas, no me parecen para nada malas. 
Nota: al confesar que de Mario Vargas Llosa me interesa principalmente su obra literaria, siento que me asalta una duda o perplejidad, a saber, ¿estaré siendo un mal católico por limitarme a preferir de Vargas Llosa sus libros, con independencia de sus convicciones morales, de la salvación o condenación de su alma, las cuales, por lo demás, son realidades sobre las que nada puedo hacer, más allá de mostrar mis discrepancias o coincidencias hacia ellas?
¿O sí puedo hacer? Continuará...
29 de septiembre, 2015. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades,educador, escritor, bloguero, militante social.