Al contrario: como mediocre católico que desea llegar a ser cada día mejor discípulo de Cristo, lo que me extraña de sus palabras, papa Francisco (pronunciadas ayer miércoles 19 de junio en la homilía de su misa diaria en la Casa de Santa Marta), es lo que al parecer usted pretende concretar, santo padre, con esa expresión de "hipócritas de la casuística". Será -o no será- que soy un irremediablemente mal católico, pero lo cierto es que a los eclesiásticos en general -honrosas excepciones aparte que solo DIOS conoce "en verdad"- yo mismo los tengo por hipócritas, puesto que la hipocresía es el mal secular del clero.
Y además de la hipocresía generalizada, el nepotismo, que se practica secularmente en la Iglesia "a lo bestia". Y asimismo, el descafeinamiento de la fe: sobran burócratas, trepas y arribistas, y escasean los militantes, los evangelizadores entusiastas enamorados de Cristo y de su Iglesia.
Luis Henríquez. 20 de junio, 2013.