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lunes, 26 de septiembre de 2016

"Óscar Miñarro, alias el Chino"

Paco, Paco, Paco que mi Paco
Paco, Paco, Paco
 
 
Encarnita Polo



¿Y si resulta ser verdad de quilla a perilla lo que sugiere el argentino Wanderer sobre su compatriota el neoobispo Óscar Miñarro, alias el Chino, nombrete con el que más parece un personaje que otra cosa de entre todos los estrambóticos que desfilan en la divertida novela de Mario Vargas Llosa Pantaleón y las visitadoras? ¿Y si resulta ser la puritita verdad lo que apuntan algunos foristas de Wanderer y algunos foristas de la noticia de marras en esta La Cigüeña de la Torre y aun el propio Francisco José Fernández de la Cigoña?Image result for oscar miñarro
 


De ser verdad, la pura verdad lo que tales voces afirman, ¿qué hacer? Recuerdo que el propio Wanderer no se corta un pelo sobre este nuevo obispo en el post que le dedica en su bitácora: “Óscar el Chino Miñarro no profesa la fe católica, aparte de ser un mediocre intelectual de cojones” (el taco o expresión vulgar es de mi cosecha). Tétrico.
 
 
 
Recuerdo que hace un tiempito (calculo que sobre los dos años), un sacerdote español asiduo de esta cigüeñil torre,  allegado a la FSSPX y avecindado durante años en Gran Canaria, le comentó a un amigo mío que usaba el alias de Quijotario para sus andanzas en sitios y foros católicos en Internet: “Quijotario, conociendo el pelaje de ese otro Paco y el de su chambelán, ningún despropósito y ningún atentado contra la dignidad humana nos deben causar extrañeza”. Ignoro si el susodicho sacerdote sigue manteniendo esa opinión sobre ese Paco (un obispo español) y su chambelán (un vicario episcopal español); por lo que a mí respecta y a mi amigo Quijotario, no solo la mantenemos sino que la acrecentamos: creemos que ese obispo Paco y su vicarial chambelán son simplemente apóstotas de la fe y demoledores de la Iglesia.Resultado de imagen de oscar miñarro


 
Y henos aquí con el problemón: en la Iglesia actualmente, demasiados obispos Paco y demasiados vicarios chambelanes. ¿Monseñor Óscar Miñarro el Chino, uno de ellos? Según múltiples voces, sin duda: mediocre y no católico. Calificativos tremendos, terribles: “mediocridad, no profesión de la fe católica”. Entonces, de ser así las cosas, esto es, de ser cierto que muchos pastores de la Iglesia han devenido apóstatas y demoledores, y en consecuencia muchos seglares andan como ovejas sin pastor, ¿a quién puede extrañar la tenebrosa noche oscura que se está viviendo en la Iglesia?
 


Recientemente lo ha reconocido el obispo Atanasio Schneider, auxiliar de Astaná (no el equipo ciclista sino la diócesis en Kazajistán): “Hay clérigos y obispos que descaradamente están traicionando a Cristo y a su Iglesia. Y algunos de estos en puestos de alta responsabilidad eclesial”. O sea, hay demasiados obispos Paco y demasiados clérigos chambelanes, “hombres de Paco”, apóstatas y demoledores todos, en conjunto.
 
 
 
Y tal debe ser la cosa en la Iglesia hoy día que a uno le dan ganas de acabar este breve escrito con esto atribuido al gran san Juan Crisóstomo: “el camino al Infierno está jalonado con los cráneos de todos los obispos corruptos, porque muchos sacerdotes se condenan y no pocos obispos también”. Palabras de un Santo Padre de la Iglesia que no se andaba precisamente con chiquitas.Resultado de imagen de oscar  miñarro
 
 
 
Pero Dios es más fuerte, claro, solo que Él, que nos creó sin que le pidiéramos permiso, no nos salva sin nuestro consentimiento.
 
 
 
26 de septiembre, 2016. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

lunes, 4 de agosto de 2014

"Bien dicen de Demetrio Fernández"

La Iglesia está mundanizada-endemoniada. Radicalmente por cierto, a lo bestia. Con independencia de la categoría pastoral de este obispo, valga la expresión, que no pongo en solfa; y que incluso alabara…

Y lo está, mundanizada-endemoniada, por una causa que ya uno empieza a estar cansado de señalar, Dios quiera que desde una cierta conciencia profética. A saber: porque el espíritu mundano y las asechanzas del Maligno han ido reemplazando la fidelidad a Cristo y a su Iglesia: Evangelio, Tradición, Magisterio.

Por eso, puedes ser burócrata antimilitante (o sea, ciudadano o ciudadana políticamente correctos, a juego con la mentalidad descristianizada imperante), tibio en la vivencia de la fe (“A los tibios vomitaré de mi boca”, dice el Señor), mundanizante (o lo que es lo mismo, secularista, laicista), arribista (es decir, trepa, carrerista) y antinatalista de mentalidad neoburguesa, y aun así vivir en lo profesional de la Iglesia.

El que esto suceda en la Iglesia, “a lo bestia” en los tiempos que corren, es una ignominia que no arregla ni el buen nivel episcopal -seguimos suponiendo o afirmando que así en efecto es- de obispos como monseñor Demetrio Fernández. Y como resulta que de tanto quejarse uno de esta realidad de hipocresía, incoherencia, nepotismo y mundanización eclesiales, lo que se va a lograr es que -casi inevitablemente- te cataloguen algunos de resentido, envidioso, odiador, cátaro, fanático y fundamentalista enemigo de la Iglesia…idem supra

De modo que yo mismo experimento un sentimiento agridulce ante el testimonio de -sigamos suponiendo y afirmando que es un buen obispo- un pastor como D. Demetrio. Buen pastor, sí, vale, bendito sea Dios (¡y ojalá hubiera muchos más como él y hasta mejores!), pero la Iglesia católica en España azotada por la más patética de las mediocridades… La Iglesia universal asechada por el Maligno a tope, hasta el fondo, hasta el carbunco, según la expresión coloquial.

En fin: el drama de esta Iglesia mundanizada, endemoniada, descatolizada. De modo que bendito sea Dios por obispos como D. Demetrio Fernández, o como monseñor Munilla o monseñor Iceta, también entrevistados por Infovaticana. Y también bendito Dios en la acción santificante de su Espíritu por las buenas vocaciones sacerdotales, religiosas, por los santos matrimonios cristianos sensibles a la espiritualidad conyugal, la caridad cristiana y la pasión por la justicia, amén de por la acogida generosa de los hijos como don de Dios que son.


4 de agosto, 2014. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.