"Un
tal Paco (o cómo establecer algunos límites a la maledicencia)"
Por
Luis Henríquez Lorenzo
Ojo
al siguiente texto (agüita con él). Lo reproduzco tal cual aparece
en la bitácora El Diestro el
10 de agosto de este 2021. Veamos:
Al
parecer el autor del artículo está mendigando por todos sitios que
le publiquen sus caquitas, pues ya publicó la mitad de esta bazofia
en El Correo de España.
Y
como allí le dije le repito: es usted un completo ignorante en
cuestiones de Iglesia. Le guste o no, si la sede no está vacante
entonces el Papa es Bergoglio (1). ¿Desde cuando el Papado confiere
santidad a la persona? Ande, dele un repaso a la historia de la
Iglesia. ¿Y encima, se cree usted que Benedicto XVI fue un buen
Papa? En lo sustancial desde Juan XXIII en adelante fueron todos lo
mismo, mutatis mutandis: nos modernistas de tomo y lomo, y el
modernismo es una herejía condenada por la Iglesia.
Viganò
tiene razón, para un obispo espabilado que hay en toda la estructura
“oficial” de la Iglesia. Todo lo surgido del Concilio Vaticano II
se hizo con la intención de atacar la Santa Tradición: se
INVENTARON una nueva iglesia, una nueva misa y una nueva religión.
De nuevo demuestra usted una ignorancia que dá vergüenza ajena
sobre doctrina, liturgia e historia de la Iglesia, como ese 99% de
ignorantes (y dejamos a Dios el grado de culpa personal de esa
ignorancia en cada caso) ofendiditos al que usted pertenece.
Y
para El diestro, que se busquen mejores comentaristas en cuestión
religiosa.
Lo
firma un tal Paco (2), alias de Dios sabe quién. Lo que dice es lo
que yo le merezco como persona y como articulista (más concretamente
por mi artículo "A los hermanos católicos de La
luz de la fe");
ni que aclarar que, empero, a mí no me conoce de nada, salvo que yo
sí doy la cara publicando con nombre y apellidos. He de reconocer
que desde hace algunos días me había hecho una vez más la promesa
de no contestar a comentarios irrespetuosos no solo ya contra mis
escritos, que ni que decir que pueden ser más atinados o menos y
estar mejor o peor redactados, sino contra mi persona. Entre otras
razones porque creo en la libertad de expresión, acepto el
ecumenismo y el diálgo interreligioso según lo enseña la Santa
Madre Iglesia (particular que por cierto no aceptan todos estos
integristas que, como el tal Paco, atacan de malos modos a sus
contrarios, un día sí y otro también), y porque ya es de agradecer
que me permitan publicar en algunas bitácoras de Internet, "no
por andar mendigando", según calumnia del forista Paco, sino
porque deseo encontrar areópagos modernos desde los que comunicar
mis ideas. Es decir: si me contenta que me publiquen algunos de mis
escritos en algunas bitácoras, igual me pareciera excesivo que vayan
a dar también espacio a mis quejas ante ataques tan injustificados,
maledicentes, calumniosos y malignos como el del forista Paco, quien
por cierto lanza ataques similares en otras bitácoras, qué curioso,
él que se queja de que yo publique aquí y allá, donde me lo
permitan.
Comoquiera
que sea, me tomo la libertad de responder, con la venia de los
respectivos comités de redacción de las bitácoras en las que hasta
la fecha me permiten publicar mis reflexiones. Desde luego, si los
responsables de tales bitácoras o revistas digitales a que estoy
aludiendo consideran que es el precio que los autores han de pagar
por hacer públicos algunos de sus escritos, y además consideran que
no ha lugar a mis quejas en forma de esta respuesta, justamente por
respeto a los lectores y a los propios foristas aunque algunos de
estos te ataquen de malos modos, les pido disculpas, toda vez que
enviar este escrito que es una queja, sí que lo voy a hacer, vaya
que si no, como Luis que me llamo. Así que me repito: disculpas por
adelantado.
Con
disculpas y todo, empero, siga adelante esta queja. Este Paco,
agazapado tras un alias, sin conocerme de nada me insulta
descalificando mis escritos como "caquitas, bazofia propia de un
completo ignorante en la realidad de la Iglesia", además de la
ya consabida de acusarme de que "mendigo minutos de gloria en
diferentes bitácoras".
Resulta
que este Paco conoce, según presume él, tanta teología que es
sedevacantista, vaya por Dios: se manifiesta como sedevacantista.
Esto es: estamos ante un señor que está fuera de la comunión con
la Santa Madre Iglesia, por cismático y sectario. Y por temerario,
añadiría yo, pues acusa sin saber. Y por cobarde, pues agazapado
tras un alias se dedica a insultar, a dar estopa en El Diestro,
en El
Correo de España,
me parece que también en El
Español Digital,
¡y sabe Dios en cuántas bitácoras más!, como Paco, Paca, Paquito
o vaya usted a saber con qué sobrenombres.
Ya
por el mero hecho de manifestarse el nota este de Paco como
sedevacantista y, por ende, calumniador de la Iglesia, del Concilio
Vaticano II y de los papas del Concilio, uno debería no haber
entrado al trapo. Por la principal razón, insisto, de que un
personaje que presenta como credenciales intelectuales, dialécticas
y espirituales su condición de sedevacantista, solo merece que pasen
de él: tolerancia cero con el intolerante.
La
Iglesia en el año 2021 tras el Concilio Vaticano II, celebrado y
clausurado hace ya algo más de 50 años, es la misma fundada por
Cristo sobre la roca de Pedro hace 2.000 años. Negar este dato
dogmático, como hace este enterado de la batata llamado Paco, es
situarse fuera de la comunión con el Magisterio de la Iglesia. Por
cismático, herético y, en el caso particular del sedevacantista
Paco, por enterado de la batata aficionado a insultar a sus
contrarios detrás de un alias.
Señor
Paco (lo llamo señor aunque usted a mí me suela tratar con total
falta de respeto): usted se erige en Magisterio* (ni que decir que
falso) contra el Magisterio (auténtico) de la Iglesia. Usted está
fuera de la comunión con la Iglesia de Cristo, incluso con toda la
teología y todo el conocimiento de que usted presume, y que desde
luego si es verdad que atesora, mucho que digamos no se manifiesta en
sus comentarios de forista, en los que más bien recurre a ataques ad
hominem, o a argumentaciones tendenciosas y falsas, infundadas o
sacadas de quicio, muy propias del entorno integrista, en el que
parece que usted está como pez en el agua.
Por
lo que respecta a la legitimidad o ilegitimidad de Jorge Mario como
Francisco, solo me queda por añadir -o recomendarle- que estudie un
poco más el asunto: vea el Código de Derecho Canónigo, analice
diversos aspectos de la historia de la Iglesia, busque los muy
interesantes estudios al respecto que están en la bitácora Como
Vara de Almendro…
El Papa es Benedicto XVI, cosa que usted no acepta, señor Paco, como
sectario y fanatizado sedevacantista que usted es, pretendiendo
endilgarnos a Jorge Mario Bergoglio para así matar dos pájaros de
un tiro, esto es, para así cargarse también la pieza preciada del
Concilio Vaticano II, conectando el tan odiado por usted y los de su
cuerda Vaticano II con la línea rupturista y demoledora de
Bergoglio.
Asimismo,
señor Paco, ¿dónde y cuándo he escrito yo que el mero hecho de
ser papa significa o implica santidad asegurada? Todo lo contrario: a
otro sedevacantista como usted -o igual es usted mismo con alias
distinto- que me ataca bastante aunque es más respetuoso que usted
en las formas, le he dicho que yo no sé si en verdad el papa Pablo
VI fue un homosexual irredento y vicioso durante toda su vida, cosa
que sí aseguran contra viento y marea los tradicionalistas
cismáticos. Pero planteemos como hipótesis que puede que fuera
homosexual, planteemos que en efecto consintiera pecados contra la
castidad por su condición de gay.
Pero que también puede ser que se arrepintiera de tales pecados
(aunque esta posibilidad la niegan totalmente desde sectores del
extremismo tradicionalista disidente). En todo caso, hasta un santo
como Pablo VI -lo digo porque está oficialmente canonizado, aunque
ya sé que usted lo rechaza, que para esto es usted sedevacantista y
nobleza obliga- fue sobre todo pecador.
Así
que sí, señor Paco, los santos también pecan, particular que un
hombre que presume de ser tan culto como usted debiera saber.
Ah,
por último ultimísimo ya: sostiene usted que la Iglesia actual por
culpa del infausto Vaticano II ha caído en la herejía del
modernismo y está por tanto irremediablemente podrida. Esta suya de
usted es una afirmación cismática y herética, típica y tópica
del integrismo cismático dizque católico. También va alegando por
ahí usted, como buen sedevacantista que es, que la llamada Misa de
Pablo VI es "inválidad, herética, ilegítima,
protestantizante". Otra falsedad como una catedral de grande,
que es calumniosa e injuriosa contra la Iglesia de Cristo, y que por
tanto hace mucho daño a la que propiamente llamamos la Esposa del
Esposo. La Iglesia tiene la promesa de la indefectibilidad dada por
nuestro Señor, lo cual viene a significar que aún en los episodios
de mayor apostasía y crisis -y los actuales pertenecen a esta clase
de etapas o momentos históricos-, el Señor estará con ella. En
esta Iglesia cum
Petro et sub Petro yo
quiero estar; usted, a lo que parece, prefiere estar en el cisma de
los sedevacantistas.
Usted
mismo, hermano. Dios le bendiga.
Postdata.
Ya creo haber desenmascarado a Paco: es sedevacantista, esto es,
cismático, además de herético (el sedevacantismo es un delirio o
absurdo teológico que en sí mismo es una herejía, ellos que están
siempre a la caza del hereje, mire usted por dónde, aunque el hereje
cazado se llame Bonhöefer y muriera por oponerse a Hitler desde su
fe cristiana protestante en un campo de concentración nazi); está
fuera de la comunión con el sucesor de Pedro, está al margen del
Magisterio, él mismo se cree parte de ese Magisterio. Además de los
insultos y calumnias que me prodiga, su discurso se centra
particularmente en echar mierda y porquería contra el Concilio
Vaticano II, contra todos sus artífices, contra todos sus papas, a
fin de entronizar el que es el propósito de los integristas dizque
católicos. A saber: la Iglesia luego del Concilio Vaticano II ya no
es la Iglesia de Cristo, no es la Iglesia de Pío XII hacia atrás.
Este
delirio de esta tropa integrista, fanatizada y sectaria, no tiene ni
pies ni cabeza, es falso de toda falsedad, es tendencioso. Ignora
adrede que la Tradición de la Iglesia es viva, dinámica, y no
fosilizada, como creen los integristas. E ignora adrede que los
intérpretes de esa Tradición autorizados por Cristo son los
pastores en comunión con el sucesor de Pedro. Además parecen faltos
de fe en las propias promesas del Señor, pues manifiestan que no
creen especialmente en la indefectibilidad de la Iglesia.
En
definitiva, calumniar a los papas del Vaticano II es su modus
operandi. Que en la Iglesia se ha infiltrado la masonería es
innegable. Pero acusar de masones, apóstatas, herejes y modernistas
a Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI como hace este
Paco, es calumnioso, y de mal hijo de la Iglesia, que es lo que en
verdad acaba siendo un integrista sedevacantista como este Paco, y
encima faltón .
Nada
más. Ni aunque quisiera puedo reivindicar en modo alguno que
pretendo con mis escritos sentar cátedra, ¿cátedra de qué? No
deseo tampoco caer en la mera opinionitis,
cierto,
solo
que mis escritos son lo que son: una vía para tomarme en serio mi
pertenencia filial, leal y militante a la Iglesia. Soy consciente de
que para personas de otra cuerda ideológica o mejor formadas e
informadas que yo mis reflexiones les parecerán erradas,
insatisfactorias, hasta superficiales. Asomo esto. Lo que ya no me
parece justo es la actitud de foristas como Paco, con sus insultos,
menosprecios y maledicencia. De modo que
juzgo que por necesidad de que se acabe respetando mínimamente mi
honor, mi dignidad ultrajada por los ataques injuriosos ad hominem
del tal Paco, deben publicar esta respuesta mía. Yo llegué a las
bitácoras en las que colaboro hoy por hoy libremente, sin ninguna
recomendación bajo el brazo, tocando la puerta, no colándome como
intruso, invasor o como elefante en una chatarrería. De modo que
llegué con la educación debida, tocando puertas a cara descubierta,
con luz y taquígrafos. Los responsables de las citadas bitácoras y
aun de otras me abrieron, me dijeron que pasara, dándome la
bienvenida. Pero ustedes como dueños de la casa cuando quieran
pueden rogarme que me vaya, que ya se acabó el tiempo de la visita.
Y un gusto haberse conocido. Pero es que este Paco de marras hasta
llega a pedirles a ustedes que ya decidan rechazar mis
colaboraciones. Por qué, ¿quién se ha creído que es?
Por
si sirve de algo, aunque lo dudo, recomiendo este
artículo https://www.infocatolica.com/blog/reforma.php/2108111158-653-elogio-y-defensa-de-la-mi#more41545 a
todos los Pacos filolefebvristas, lefebvristas y sedevacantistas que
frecuentan ciertas bitácoras. Se trata de un artículo del padre
José María Iraburu sobre la Novus
Ordo Missae o
Misa de Pablo VI. La postura de toda esta tropa integrista de echar
pestes contra la llamada Misa de san Pablo VI no solo no es una
postura católica y sí cismática, es que es calumniosa y necia, sin
base teológica que merezca tal nombre.
La
llamada Misa de san Pío V no es la que se celebraba en tiempos de
los Padres Apostólicos, ni la que se celebró durante la Edad Media.
Ni es la que se celebra en el Oriente Cristiano, puesto que los
aspectos meramente formales de la liturgia han venido cambiando desde
la noche pascual en que Cristo instituye la Eucaristía. La Iglesia
es rica en ritos, y cualquiera de ellos es digno, es católico. Todo
esto quiere decir que la liturgia es cambiante, y la puede modificar
el sucesor de Pedro y los pastores en comunión con él. Por tanto,
es difamación lo que afirma Paco de que la única misa verdadera y
válida es la de san Pío V. Es difamación, además de un disparate
teológico. Es falso, cismático, herético, anticatólico. La
Iglesia ha decretado que la reforma litúrgica surgida del Vaticano
II es fiel a la Tradición. Y lo es; negar este dato del Magisterio
es lo que hacen los integristas dizque católicos -que no están en
comunión con la Iglesia, ojo a este dato-, en cuyas filas milita el
señor Paco que me difama, calumnia e injuria desde su necio
fanatismo integrista.
(1)
La sede no está vacante, como afirma desde su tono de maledicencia
contra mí este individuo, o individua (alias Paco), acusándome
veladamente de sedevacantista, cuando en verdad el sedevacantista es
él, o ella, pues calumnia a todos los papas del Concilio Vaticano
II, los acusa de masones, modernistas, apóstatas y herejes. La sede
no está vacante porque el Papa sigue siendo Benedicto XVI, cuya
renuncia fue adrede
inválida,
particular que han demostrado diversos estudios jurídicos.
(2)
Por cierto, ¿no será este tal Paco un tal Cambalache, que se
manifiesta admirador de monseñor Viganò y seguidor del
filolefebvrista canal Adoración
y Liberación,
Cambalache que ha entrado como elefante en chatarrería en el
canal Arturo
Periodista Católico?
Este Cambalache más parece lefebvrista que sedevacantista, de modo
que improbable parece que sea Paco; pero en ambos casos estamos ante
la misma retahíla de referirse injusta y calumniosamente al Concilio
Vaticano II como "Conciliábulo de Satanás, Vaticueva,
Conciliábulo de la herejía modernista que ha corrompido la Iglesia
de Cristo"... La cantinela de costumbre.
13
de agosto, 2021. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades,
educador, bloguero, militante social, escritor.