miércoles, 16 de noviembre de 2016

"Siempre es tiempo para los buenos pastores"

El cardenal peruano Juan Luis Cipriani predica la verdad católica, bendito sea Dios. Porque ciertamente esa insistencia en la misericordia de Dios “incondicional” que no exige la conversión del penitente, del pecador, es de estirpe luterana, no conforme a la tradición católica.Resultado de imagen de juan luis cipriani
 
 

Es herética. Pues Martín Lutero fue apóstata, hereje y cismático, además de una personalidad morbosa, neurótica, tal vez síquicamente desequilibrada y llena de un desaforado odio a la Iglesia y al Papa -que fue in crescendo y que nunca desapareció ni amenguó jamás-, a los que insultaba con expresiones tan soeces que ciertamente no pueden sino ser propias de una mente perturbada y endemoniada. Personalidad la del gran heresiarca Martín Lutero que, como hoy se reconoce unánimamente en la comunidad científica -y el mismo hereje y exmonje agustino alemán reconoce en varios lugares de su muy abundante obra escrita-, nunca pretendió reformar las costumbres de una Iglesia católica en su tiempo ciertamente muy necesitada de auténticos reformadores dado su alto nivel de corrupción moral, sino la reforma de la doctrina católica, doctrina que él juzgaba prácticamente en su totalidad como obra o fruto del Diablo.Resultado de imagen de martin lutero frases

 
Martín Lutero y sus excesos verbales, con que no dudaba en calificar al Papa -y de paso a todos los católicos papistas- de “puerco, rata al frente de una Iglesia de maricas y hermafroditas, heraldo del Anticristo que sellaba sus documentos con excrementos y pedos…”Resultado de imagen de ignacio de loyola frases
 
 
Qué miserable personaje el Martín Lutero, quien lejos de reformar las decadentes costumbres de la Iglesia católica de su tiempo, se dedicó él mismo a vivir regaladamente una vez se exclaustró, aficionado a la fiesta y a la bebida (existe la hipótesis entre algunos investigadores de que pudo acabar suicidándose el exmonje agustino, debido a una descomunal borrachera que se supone pudo haberse cogido el nota y que precipitaría su muerte)… Quien no se dedicó en su vida a otra cosa que al esfuerzo de situarse él mismo como centro absoluto de su reflexión teológica, como “en hilo directo con Dios”, por encima de la Iglesia y del Papa, por encima de toda autoridad del Magisterio, con una soberbia verdaderamente descomunal, creyéndose en posesión de la verdad absoluta, y él poco menos que el único de su tiempo que en verdad debía estar inspirado por el Espíritu de Dios, esto es, tan pagado o creído de sí mismo que llegó a formular que “ni los ángeles pueden juzgar mi obra, mucho menos la Iglesia del Papa, que es la del Anticristo”…Resultado de imagen de pio v
 
 
“Peca fuerte pero cree aún más fuerte, porque la gracia de Cristo que salva consiste en que este jamás te va a imputar pecado alguno”, dejó escrito el gran heresiarca alemán, desde luego, tergiversando la noción católica tradicional de la gracia salvífica de Cristo, que exige conversión, que exige obras y no solo fideísmo (noción esta del solofideísmo que no es bíblica, pues precisamente la única vez que el Nuevo Testamento habla de fe y obras acontece con la Epístola de Santiago -“epístola de paja” la llamaba no en balde despectivamente Lutero-, y justamente en esa cita se enseña que la fe en Cristo nos lleva a realizar obras).Resultado de imagen de teresa de jesus frases
 
 
Así las cosas, ¿cómo puede un católico aceptar que el supuesto reformador alemán empero legó buenos frutos a la Iglesia a la que odió a muerte con un odio sin duda maligno y patológico? Martín Lutero despedazó dogmas del credo de la Iglesia, arruinó la devoción a María Santísima y a los santos, sacrificó casi toda la teología sacramental; en definitiva, pretendió sustituir la objetividad del Magisterio, la guía pastoral en la Iglesia por parte del orden sacerdotal cum Petro et sub Petro, por el libre examen de las Sagradas Escrituras y la subjetividad de corte radicalmente individualista en el seguimiento de Cristo, solo conocible a través de la Biblia: los famosos cinco solas: sola gracia, sola Escritura, sola fe, solo Cristo, solo para la gloria de Dios. Y desde luego, el resultado tal vez más espectacular de todo esto, ya constatado por el propio Lutero en vida, es la proliferación de sectas inspiradas en la Reforma: actualmente, sobre 30.000 denominaciones protestantes hay registradas, y ninguna tiene autoridad suficiente para erigirse en referente magisterial sobre el resto.Resultado de imagen de juan de la cruz
 
 
La Iglesia en tiempos de Martín Lutero exigía una reforma, indudablemente, esto es hoy día completamente aceptado por toda suerte de historiadores de la Iglesia. Y ciertamente, el exmonje agustino alemán tuvo el arrojo de iniciar un movimiento de reforma, pero se salió de madre, nunca mejor dicho, se salió del marco doctrinal y disciplinar de la Santa Madre Iglesia, y toda su intención, por muy loable que hubiera podido ser, resultó ser peor remedio que la enfermedad que se quería sanar. No así por lo que toca a la acción reformadora de santos más o menos contemporáneos de Lutero y resto de reformadores (Juan Calvino, Ulrico Zuinglio, Felipe Melanchthon...) de la talla de Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Francisco de Borja, Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Alonso de Orozco, Carlos Borromeo, Juan de Ávila, Pío V (el gran papa del Concilio de Trento, fraile dominico de vida ejemplar, entusiasta de la teología de santo Tomás de Aquino, a quien elevó a la categoría de maestro insuperable para la doctrina de la fe católica)... Todos estos y tantos otros, ellos y ellas estén o no oficialmente reconocidos como santos y santas de Dios, se empeñaron en reformar la maltrecha Iglesia de aquel concreto período histórico que salía de la Edad Media y del Renacimiento muy afectada de corrupción moral y de mundanismio, y lo hicieron desde el total amor a la Iglesia de Cristo, desde la santidad de vida, y no desde el odio luterano a la Esposa de Cristo ni desde la radical y morbosa angustia existencial que llevó al gran heresiarca alemán a sentir incluso sentimientos de hastío vital y de desprecio y patológico temor a la que él sentía como la ira de Dios que tanto lo atormentó durante toda su vida: miedo a no alcanzar jamás la garantía de ser salvado por la gracia de Cristo, ni aun con el auxilio de toda suerte de penitencias, oraciones y ayunos (todo esto en su etapa de monje católico de estricta observancia).Resultado de imagen de juan de avila
 
 
Con todo, volviendo al asunto más directo que ha dado espacio a esta reflexión, también es para consolarnos el reconocimiento de que menos mal que con pastores como el cardenal peruano Cipriani uno puede seguir alimentando la confianza de que no todo está perdido en este tiempo de confusión doctrinal y de apostasía sin precedentes en la historia de la Iglesia.


15 de noviembre, 2016. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.

jueves, 3 de noviembre de 2016

"Martín Lutero, el mayor heresiarca en toda la historia de la Iglesia"

Propiamente hablando, los únicos que han dañado la unidad visible de la Iglesia son los protestantes, porque la han abandonado, la Iglesia, la única fundada por nuestro Señor Jesucristo, dando lugar, a la luz o por causa del libre examen de las Sagradas Escrituras auspiciado por Martín Lutero, a un cisma y a innúmeras herejías y a otras tantas sectas. Sin embargo, el papa Francisco ha hablado, ante los luteranos suecos con los que conmemora el 500 aniversario de la Reforma (1517-2017), de la implicación de los católicos en el daño que afecta a esa unidad visible. Y lo hace dando a entender que los luteranos también pertenecen a la única Iglesia fundada por Jesucristo, ¡cómo es esto!Resultado de imagen de martin lutero y su pensamiento


Mi madre, ¿cómo entender esta posición teológica y eclesiológica pontificia? El papa Francisco ha predicado parte de la verdad católica en su reciente viaje conmemorativo a Suecia (ha manifestado luminosas verdades de la fe de la Iglesia que sí pueden favorecer un diálogo ecuménico desde la verdad), solo que Francisco se expresa sobre la comunidad luterana en términos ambiguos, heterodoxos y equívocos que colocan a la llamada Iglesia Luterana de Suecia en pie de igualdad con la Iglesia católica, ¡por Dios!, cuando esto no es cierto, es herético; es contrario a la eclesiología del Concilio Vaticano II y a la de la Dominus Iesus, documento del tiempo del pontificado de Juan Pablo II y de Joseph Ratzinger como prefecto de la Congragación para la Doctrina de la Fe y que tantas ampollas e incomprensión y rechazo encontró en muchos círculos protestantes, con los que quiso solidarizarse, cómo no, el incombustible Hans Küng, el teólogo prócer de la progresía contestaría dizque católica.Resultado de imagen de martin lutero y su pensamiento


En definitiva, el papa Francisco se aparta claramente del único sentido que para la Iglesia católica debe tener el ecumenismo: la permanente exhortación a que vuelvan al seno de la llamada Esposa de Cristo, todos los que o se han marchado de la Santa Madre Iglesia siendo bautizados católicos, o han nacido en comunidades protestantes y en estas han sido educados en la fe.Resultado de imagen de martin lutero y su pensamiento


Y en cuanto a la afirmación pontificia de que es más lo que nos une que lo que nos separa… Nos une la fe en Cristo, ciertamente, como el Señor, el único salvador de la humanidad, y el bautismo nos une, a menudo el único sacramento que reconocen las sectas protestantes. Pero hay teologías tan distintas entre la Iglesia católica y el resto de comunidades surgidas de la Reforma, hay eclesiologías tan incompatibles, hay incluso aspectos antropológicos muy nucleares que divergen, hay tantas diferencias doctrinales por causa de la labor de tijera de poda de Lutero que…Resultado de imagen de martin lutero y su pensamiento
 
 
Que además sorprende esto: los cristianos protestantes de corte “ortodoxo” y no liberal (comunidades conservadoras de cuño evangélico y pentecostal) no tienen ningún interés en el ecumenismo con la Iglesia católica, que no en balde son casi unánimemente sectariamente anticatólicos; son principalmente las tendencias ultraliberales surgidas en el seno del llamado cristianismo reformado las que sí parecen estar interesadas en el diálogo ecuménico con la Iglesia católica, pero ¿tal diálogo es porque en verdad anhelan una vuelta a casa, al seno de la Iglesia, o porque esperan de esta una mayor comprensión hacia opciones claramente antibíblicas como son el aborto, la homosexualidad…? Estas comunidades cristianas protestantes liberales, en verdad se alejan tanto de la doctrina cristiana para abrazar los modos y costumbres mundanos que vienen a ser como una prolongación de la ideología secularista enarbolada por el Nuevo Orden Mundial. O dicho así: la llamada Iglesia Luterana de Suecia va camino de desaparecer porque “el árbol se conoce por sus frutos”, esto es o lo que es lo mismo, la Iglesia Luterana Sueca se descompone de mera apostasía de sus muy escasos miembros y “miembras”, no pocas de estas lesbianas, proabortistas, secularistas… ¡Qué pasada más grande!Resultado de imagen de martin lutero y su pensamiento
 
 
De manera que encima o para más inri, estas comunidades protestantes liberales que se ha encontrado el papa Francisco en Suecia son prácticamente estériles, están casi muertas del todo, en ellas no hay militancia cristiana ni por el forro, nada: sobreabundancia no de la gracia santificante sino del secularismo más radicalizado. ¿Y entonces? Lo advierte el historiador italiano y apologeta de la fe católica Roberto de Mattei en su artículo "500 años después, de rodillas ante Lutero" (publicado en la bitácora Adelante la Fe, 3 de noviembre, 2016): "Los luteranos buscan en el ecumenismo un soplo de vida, y la Iglesia católica no advierte en dicho abrazo el hálito de la muerte".Resultado de imagen de martin lutero y su pensamiento


Todo esto es asombroso y le deja a uno un poso de perplejidad que no está ni en los escritos.



3 de noviembre, 2016. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, escritor, educador, bloguero, militante social.