Desde luego, resulta irritante, por escribir lo más suave que cabe desear escribir, que en la Venezuela actual no haya ni alimentos para abastecer a la población (una dramática carencia de toda clase de productos básicos), y empero hayan estado subvencionado a un grupo como Podemos, ¿para exportar a España el proyecto revolucionario chavista-madurista y bolivariano en pro del llamado socialismo del siglo XXI?
Primero fue Hugo Chávez y su mesiánico sueño con serpientes, digo con Simón Bolívar; después o en segundo lugar inmediato, su sucesor Nicolás Maduro, quien aseguraba que una suerte de mágico pajarito le ponía en comunicación con su antecesor en el cargo Hugo Chávez, a la sazón ya fallecido cuando acontecieron esas revelaciones privadas y piadas canoras.
Políticos populistas de innegable megalomanía. Y como no cabía esperar que viniera a ser de otra manera, todos a una rinden pleitesía a Fidel Castro, recientemente fallecido: lo “canonizan” laicamente elevándolo a la condición de prócer de la solidaridad entre los pueblos de Iberoamérica y aun del mundo entero.
¿Prócer de la solidaridad y la justicia social y la cultura puesta al alcance del Pueblo? Sin duda, algunos logros sociales alcanzó la Revolución castrista, aunque menores de lo que se encargan de cacarear los voceros de ese régimen. Pero si tan prócer de la solidaridad y la justicia social fue el dictador Castro I (su hermano Raúl, Castro II), ¿cómo hay que entender que dejara al morir una fortuna de 900.000.000 de dólares, según la revista Forbes una de las más suculentas de todas cuantas hay entre los principales mandatarios de todo el mundo? Tal descomunal fortuna, ¿cómo cabe asociarla a la honradez que se ha de presuponer en todo espíritu revolucinario?
Y por si fuera poco el dato de esa fortuna atribuida al fallecido ya nonagenario Fidel Castro Ruz, un portal como Alerta Digital informa de que las docenas de víctimas atribuidas a la dictadura castrista pudieran fácilmente elevarse, expresado en números redondos, a la cifra de 50.000, entre fusilados, fallecidos en prisión, muertes de balseros en el estrecho de Florida, soldados caídos en combate en países en los que se intentó "exportar" la revolución castrista, caídos en combate en diversas guerrillas por toda Latinoamérica...
Asimismo, si hay algo menos de 11.000.000 de cubanos residentes en la mayor de las Antillas (Cuba, por causa principal de su desabastecimiento interno, tiene una de las tasas de natalidad más bajas del mundo), hay más de 2.000.000 de exiliados cubanos, repartidos por el mundo y principalmente por Miami. Un exilio "forzoso" que es fruto del castrismo. Por no hablar del PIB: a mediados de la década de los 50 del pasado siglo XX, Cuba y España tenían similar PIB. Pero aún Cuba gozaba de un notable desarrollo de su Producto Interior Bruto, en medio de la dictadura de Batista que, ciertamente, era una dictadura, con todo lo que esto puede implicar de recorte de libertades y de corrupción en la administración o gobierno de la cosa pública. Y había un cierto flujo migratorio hacia esa isla tan querida de siempre por los canarios. En la España de mediados de los 50, ya hemos señalado que había similar PIB, pero España era regida por el general y dictador Francisco Franco. Con todo, hacia el año 2008 (últimos datos al respecto de que se disponen), el PIB de España sextuplicaba el de Cuba: España tuvo su dictadura o régimen autoritario, y salió de la etapa de Franco hacia una democracia en general no crispada, no traumática; Cuba tiene su dictadura desde el año 1959, y desde luego, su economía no avanza, y es como si en la Isla se hubiera detenido el tiempo, afirman casi todos los analistas, salvo, claro está, los defensores a ultranza del comunismo. 
En definitiva, ¿Fidel Castro ha sido un sátrapa por encima de cualquier otra categoría? ¿Es cierto que el régimen castrista es la guarida de tantos terroristas de inspiración marxista huidos de sus respectivos países? ¿Es cierto que ni la sanidad ni la educación cabe considerar en justicia que son precisamente logros de la Revolución, toda vez que la educación está fuertemente marcada por la impronta del sectarismo marxista y la sanidad está en pañales dada su precaridad tecnológica? ¿Es cierto que Fidel Castro es el principal responsable de la ruina social y económica en que está sumida Cuba? Hoy sabemos que el santo papa Juan Pablo II, según consta en su testamento que formalizó en vida antes de morir, no dejó en bienes materiales prácticamente nada, cosas de poco valor, pero el mandatario cubano Castro I, “ejemplo de pasión por la justicia social revolucionaria de inspiración marxista”, según sus defensores, admiradores y resto de correligionarios, dejó al morir la friolera de 900.000.000 de dólares, ¿atesorados de forma lícita o ilícita?
Que nos lo sugiera el gran san Juan Jerónimo: “El rico es ladrón o hijo de ladrones”.
29 de noviembre, 2016. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.
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