"Hoy, 6 de diciembre,
con la mirada puesta en la Inmaculada Concepción (víspera también
de mi cumpleaños)"
Hoy
6 de diciembre, en España Día de la Constitución, que cumplía 41 años de entrada en vigor el pasado 29 de septiembre del
corriente 2019 (para no pocos analistas, Constitución laicista hecha
de espaldas a Dios, y por ende puerta de entrada de no pocos de los
hábitos que singularizan hoy día la vieja piel de toro:
aborto como derecho, feminismo supremacista, moral ultralaicista,
amenazas a la necesaria unidad de la nación provenientes de los
separatismos...), nos sigue preocupando sobremanera la posibilidad de
una suerte (desgracia, dirían algunos) de nuevo Frente Popular
conformado por un pacto PSOE, Podemos, más separatistas catalanes y
vascos. También nos preocupa el tan traído como llevado cambio
climático, con esa adolescente gurú de la causa llamada Greta
Thunberg, tan nórdica y viajera ella. Asimismo nos preocupa el
alcance de posibles radicalizaciones de la Ley de Memoria Histórica,
en una línea muy estalinista (permítase la expresión), que
acarrearía el más que probable cierre de plataformas, voces,
publicaciones y entidades políticamente incorrectas, contestatarias
al pensamiento progresista imperante, o directamente calificadas de
neofranquistas.
Nos
preocupan, sí, estos enormemente sangrantes asuntos y otros tantos
por el estilo que, afortunadamente, cuentan con muy brillantes
analistas en un digital como El Correo de Madrid, y
ciertamente en otros digitales de inspiración cristiana por patriota
e identitaria. De suerte que entonces, si doctores tiene El
Correo de Madrid que de hecho saben analizar la realidad
desde las claves antementadas, a alguien como yo, ¿qué espacio le
queda?
Pues
todo, le queda todo, esto es, la posibilidad permanente de opinar
sobre lo divino y lo humano, sin ninguna pretensión de sentar
cátedra, como ciudadano que siente pasión por la verdad, una
manifiesta curiosidad por todo lo que ocurre a su alrededor (como que
fui destetado en el ver, juzgar y actuar propios del
apostolado obrero de inspiración cristiana, y este método sigue
siendo válido), sed de eternidad y de infinito... Y por ende un no
decreciente temor de Dios en el seno de una sociedad descreída,
secularizada, descristianizada, neopagana, apóstata.
De
manera que justamente por ese querer vivir en el bíblico temor de
Dios es por lo que me he sentido interpelado por una entrevista
escuchada a mitad de mañana en una conocida emisora de formación e
información católicas y ni que añadir que muy mariana.
Entrevistaban a una joven española, hija de una familia de ocho
hermanos (cinco de los cuales han optado por la vocación sacerdotal
o religiosa), que en breve ingresará en el Carmelo como carmelita
descalza.
Y
claro, al escucharla a ella enseguida reparaba yo en la realidad de
esta España constitucional a la que "ya no la
conoce ni la madre que la parió" (Alfonso Guerra dixit).
Y asimismo reparé en que si esta España actual es la que es (esto
es, el modelo de familia en cuyo seno nació esta chica está en vías
de extinción), es porque existe un PSOE; un Podemos; una corriente
desaforada de nacionalismo extremista e independentista; un feminismo
supremacista, contrario al modelo tradicional de familia,
antinatalista, ateoide, antipatriarcal, etcétera; un movimiento
animalista decidido a equiparar los derechos de los animales con los
derechos del hombre (única especie animal creada por Dios a su
imagen y semejanza y, por ende, amada por sí misma, con vocación de
eternidad, alma inmortal, lenguaje articulado, etcétera), y
ciertamente empeñado en llegar tan lejos como le dejemos:
prohibirían el pastoreo, la pesca deportiva, la ganadería toda, la
canaricultura, la colombofilia, la colombicultura, la tauromaquia, la
equitación y las carreras de caballos todas, el adiestramiento de
perros como lazarillos...; una Greta Thunberg al servicio de los
postulados progres y globalistas del NOM, que nos está queriendo
vender, como si de una nueva religión se tratara, la movida del
cambio climático; una propaganda hija del marxismo cultural que
sigue teniendo la poca vergüenza de demonizar a una
figura como Francisco Franco al tiempo que sigue justificando,
legitimando, aplaudiendo o perdonando sus errores a personajes como
Lenin, Che Guevara, hermanos Castro, Hugo Chávez, Evo Morales,
Nicolás Maduro...
Siniestro.
Solo que el caso aquí y ahora es que si echo una visuada a lo
escrito, constato que esta reflexión matutina bien pudiera pasar por
un artículo. Un artículo escrito en este tan constitucional 6 de
diciembre, sí, pero con la vista, el corazón, el entendimiento y la
confianza puestos en el próximo 8 de diciembre: la Inmaculada
Concepción.
Sí:
España, otrora tierra de María, es hoy por hoy tierra sumida en la
apostasía. No en vano, cuatro años más de Pedro Sánchez en La
Moncloa acarrearían, además de la ruina económica del país, más
sobredosis de laicismo, feminismo supremacista, globalismo...
6
de diciembre, 2019. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades,
educador, escritor, bloguero, militante social.
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