"El 'gallo' del pío pío"
Me parece estar seguro de que este va a ser el primer escrito mío en que me ocupo, como tema principal o leitmotiv, del fútbol, con toda justicia reconocido como el deporte rey, la modalidad deportiva número uno por lo que toca al fervor (no raramente, devenido en fanatismo de la peor estopa) que despierta en las masas, y eso que asombrosas pasiones despiertan también el automovilismo y el motociclismo, pongamos, todas las modalidades del deporte del motor.
Así las cosas y mi intención, hagamos unas aproximaciones previas. El aclamado periodista deportivo José María García, ya retirado del día a día de los micrófonos radiofónicos, aseguraba que le parecía que el también periodista, escritor y empresario aragonés Federico Jiménez Losantos pasa por ser uno de los periodistas españoles mejor conocedores de la realidad informativa nacional. Comparto la opinión del singular José María García, con independencia de que yo mismo no comparta todas y cada una de las opiniones de aquel. Por su parte el periodista y escritor Enrique de Diego, que en teoría comparte trinchera ideológica con Jiménez Losantos, empero considera que este último no es propiamente un periodista sino un ideólogo-opinólogo del pensamiento liberal, solo que bastante escorado y "vendido" al Partido Popular.
Opiniones, controversias. Bueno, por mi parte diré que, controversias como las anteriores aparte, a veces escucho al exmaoísta y hoy día convencido liberal (sus críticos dirían "de extrema derecha") Federico Jiménez Losantos, y he de confesar también que más de una vez y de dos lo escucho más que para acabar creyéndome a pie juntillas lo que dice, con su verbo siempre afilado, sarcástico, irónico (para no pocos de sus críticos, también irrespetuoso, faltón, injurioso), para esbozar sonrisas, para alegrar mis mañanas, toda vez que me resulta muy gracioso cuando nombra al socialista Pedro Sánchez, por ejemplo, mediante un estornudo, o se refiere al ministro Montoro como el vampiro Montoro, etcétera. Pero para el caso que nos interesa aquí, ¡vaya con el foroforismo merengue del casi siempre bien informado y erudito Jiménez Losantos! En efecto, maño residente en Madrid Jiménez Losantos es madridista confeso. Como madridista, ayer miércoles día 1 de marzo lanzó loas al preciosista juego de la UD Las Palmas, apuntándose el tanto de las referencias eruditas a las que es tan dado, recordando que (cito), "el juego preciosista de la UD Las Palmas sigue la estela de la escuela de Juan Guedes".
Vale, muy bien, aunque lo de Juan Guedes quede más como referencia de cara a la nostalgia y a la galería que como dato preciso y eficaz con respecto a la realidad actual de la UD. Sin embargo, en tu crónica de esta mañana del partido Real Madrid UD Las Palmas has sido escandalosamente parcial, don Federico, o sea, merengue hasta el empalago, o sea, que te has pasado de dulzón. Porque en ningún momento ponderaste el estupendo juego de la UD Las Palmas, el equipo de nuestros amores y sufrimientos que, a mi juicio de simple aficionado, si no ganó finalmente un partido que en todo momento mereció ganar, fue porque no supieron gestionar los amarillos durante la media hora final una ventaja de 1-3 y jugando con un jugador de más por la expulsión de una de las estrellas madridistas, y sobre todo, Federico Jiménez, por el árbitro, ¡una vez más los árbitros favoreciendo al grande, al todopoderoso Real Madrid!
Al no saber matar el partido en su recta final (ralentizando el juego, ejerciendo control sobre el balón, contando con un jugador de más, toda vez encima que la UD había llegado a tener más posesión que el mismísimo Real Madrid durante tramos del partido, once contra once), ¡y por culpa de la parcialidad del colegiado!, la UD se quedó con la miel en los labios. Jiménez Losantos, hombre erudito y sagaz periodista, ninguno de los tres goles del Real Madrid debió subir al marcador: el primer gol de Isco, en fuera de juego (en orsai, como siguen diciendo algunos aficionados ya de cierta edad); el penalti pitado al defensa de la UD Dani Castellano, inexistente, o como mucho, muy riguroso (¿lo acabaron pitando por ser favorable al Real Madrid?); el saque de esquina que dio lugar al tercer gol, también marcado, como el penalti, por Cristiano Ronaldo, pues no debió haber sido pitado, pues no fue córner. Y ustedes de estos tres goles que acabaron inclinando la balanza para el todopoderoso Real Madrid, que es el equipo del españolismo (antes se decía el equipo del Régimen, ni pío (ni pío pío, nunca mejor dicho). Incluso, en el colmo del merenguismo se permitieron insinuar que (cito) "una vez más el árbitro, en una actuación discutible contra los intereses del Real Madrid y teniendo en cuenta, por supuesto, la evidente crisis de juego que atraviesa el equipo entrenado por Zidane, anulando dos goles legales a Morata..." (goles completamente bien anulados).
Qué pasada de favoritismo, en este caso a favor del grande, del todopoderoso equipo que basa su grandeza principalmente en echar mano de talones con que comprar algunas de las estrellas del firmamento futbolístico, allende quintas del Buitre y otras perlas similares. ¿Cuántos jugadores nacidos en Madrid había ayer en la plantilla madridista? Ustedes no dijeron ni media palabra (de nuevo, ni pío pío) de la alineación de la UD: salió inicialmente con siete jugadores de la cantera canaria, incluido Jesé, jugador que, cedido a la UD Las Palmas para la segunda vuelta de la actual campaña liguera, sigue siendo propiedad del Real Madrid. Y aun durante un tramo del partido, cuando el cambio del central Pedro Bigas por Aythami, ¡se vio jugando con ocho canteranos!, cosa verdaderamente inaudita tal y como funciona el fútbol de élite hoy día, con la excepción del Atlético de Bilbao y pare usted de contar. Y ustedes, ni una palabra sobre esto.
Lamentable. Dicen que el fútbol es un deporte de caballeros jugado por villanos y que el rugbi es un deporte de villanos jugado por caballeros. Algo de verdad debe haber en esta sentencia, pues en efecto incluso los que aun habiendo visto partidos de rugbi no conocemos bien del todo las reglas de tal aguerrido deporte, sin duda habremos observado que muy violentos tienen que ser los golpes que reciba un jugador de rugbi (deporte de contacto físico donde los haya) para que este quede tendido sobre el césped o sea sustituido; vamos, que en el rugbi "se dan de hostias de lo lindo" y apenas hay interrupciones del juego por lesiones. En el fútbol, por contra, se ha ido desarrollando toda una picaresca en lo que toca a perder tiempo si se va ganando, a hacer teatro (esto es, un jugador simula que le han propinado una patada de cojones cuando igual ni patada debiera llamarse la simple "caricia" o amago de patada que le propinaron), y en general a consentir toda clase de marrullerías que se desconocen en otros juegos colectivos como el baloncesto, el voleibol, o el muy apreciado y seguido por mí balonmano, que también es un deporte de mucho contacto físico. ¿Será porque el fútbol es como una metáfora de la vida misma, toda llena de pecado y virtud, luces y sobras, heroísmo y trampa, bien y mal, ying y yang...? Será
Pero en fin, qué se le va a hacer. Al finalizar el partido con empate a 3 goles, me quise imaginar al veterano Segundo Almeida, uno de los históricos de la radiodifusión deportiva canaria, imaginármelo diciendo para sus adentros: "Aunque ya viejo como soy y aun deseando vivir muchos años más, igual no voy a volver a tener en mi vida oportunidad mejor que esta perdida para ver por fin una victoria amarilla en el coliseo del equipo blanco, yo que he sido testigo de tantas jornadas de gloria de la UD Las Palmas también en ese estadio, en el que solo ha logrado arañar un total de seis empates, y asimismo ha tenido que sufrir el equipo de nuestra tierra alguna que otra descarada actuación arbitral partidista-madridista". Para luego imaginarme a su hijo Ruymán Almeida: "¿Será este empate cosechado por esta UD el inicio de una etapa de triunfos del equipillo también en el Bernabéu, etapa de la que mi padre no pudo ser testigo pero yo sí lo voy a ser?"
En fin, futuribles... Valga que con este breve apunte aporto mi inevitablemente modesto granito de arena para dejar por escrito crónica de "lo que pudo ser y no fue, de lo que la UD acarició con los dedos y acabó dejando escapar".
Pero en fin, qué se le va a hacer. Al finalizar el partido con empate a 3 goles, me quise imaginar al veterano Segundo Almeida, uno de los históricos de la radiodifusión deportiva canaria, imaginármelo diciendo para sus adentros: "Aunque ya viejo como soy y aun deseando vivir muchos años más, igual no voy a volver a tener en mi vida oportunidad mejor que esta perdida para ver por fin una victoria amarilla en el coliseo del equipo blanco, yo que he sido testigo de tantas jornadas de gloria de la UD Las Palmas también en ese estadio, en el que solo ha logrado arañar un total de seis empates, y asimismo ha tenido que sufrir el equipo de nuestra tierra alguna que otra descarada actuación arbitral partidista-madridista". Para luego imaginarme a su hijo Ruymán Almeida: "¿Será este empate cosechado por esta UD el inicio de una etapa de triunfos del equipillo también en el Bernabéu, etapa de la que mi padre no pudo ser testigo pero yo sí lo voy a ser?"
En fin, futuribles... Valga que con este breve apunte aporto mi inevitablemente modesto granito de arena para dejar por escrito crónica de "lo que pudo ser y no fue, de lo que la UD acarició con los dedos y acabó dejando escapar".
2 de marzo, 2017. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.
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