"Mofa irreverente en la Gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria"
Aunque canario por los cuatro costados, no soy un gran seguidor de los carnavales, en ninguna parte del mundo. Así las cosas, tampoco estoy al día o muy puesto en cuanto a cómo funcionan y se desarrollan actualmente en Gran Canaria. Con todo, precisemos que la expresión del bloguero de la Cigoña “Carnaval de Canarias” es imprecisa, pues como bien se sabe Canarias es el nombre de las siete islas con todos sus islotes, y en nuestro Archipiélago hay fiestas carnavaleras prácticamente en todos los municipios. En Gran Canaria, por ejemplo, hay un desbarajuste o desmadre carnavalero tan intenso y extenso (extenso en el tiempo), que los carnavales que se celebran en zonas turísticas del sur de la Isla casi tocan el inicio de la Semana Santa. Y ni que decir que en el sur grancanario hay mucha movida de drag queenes, que es claramente una exaltación, cada vez menos velada, de la transgresión sexual, la perversión, el neopaganismo, la homosexualidad, la ideología de género… Toda vez que el sur grancanario se ha convertido, como bien se sabe, en un destino del llamado turismo gay a escala europea, si no mundial.
En este sentido, la isla más transgresora en cuanto a sus carnavales es Gran Canaria, especialmente su capital, Las Palmas de Gran Canaria (donde se celebró la gala drag blasfema), transgresora por lo que toca al desbarajuste de las fechas en que el resto de municipios celebran sus fiestas carnales, ya totalmente metidas esas fiestas en la Cuaresma, y sobre todo es transgresora por la normalización de distintas galas drag queen, ¡que hasta en las fiestas del Pilar del populoso barrio capitalino de Guanarteme hay su gala de lo mismo, casi siempre presentada por un conocido locutor canario gay que se confiesa, por cierto, no católico pero sí admirador del papa Francisco, pues “ya era hora de que la Iglesia tuviera un Papa progresista, abierto, y se van a ir dando pasos para la aceptación en la Iglesia de la homosexualidad, ya lo vamos a ir viendo con este Papa progresista, así acorde todo y la Iglesia también, ya era hora, con los tiempos” (palabras del susodicho comunicador).
Pero a decir verdad, en Gran Canaria en general y en la diócesis de Canarias en particular no solo hay galas drag, sino que veamos lo que también hay, todo funcionando como caldo de cultivo para que actos como el blasfemo contra Cristo y la Virgen en la Gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas hayan tenido lugar. Hace varios años fallecía en Gran Canaria el cura Paco Bello, llamado el “cura defensor de los gais”. De hecho, en su parroquia solía tener izada la bandera arcoiris del orgullo gay, y como si tal cosa. Hasta donde sé, actuaba con total normalidad, él defendía sus movidas, libremente, al margen de la doctrina de la Iglesia o de que lo llamaran a capítulo y le dijeran o no dijeran las autoridades diocesanas correspondientes “deje usted de hacer eso”. Hasta hace un par de cursos, se desempeñaba como profesor de Religión católica para la escuela pública un excura abiertamente homosexual, como que el nota tenía su pareja y todo. Y conozco al menos una ciencuentena, ¡qué digo una ciencuentena!, de “extraños fenómenos” diocesanos canariensis relacionados con la homosexualidad, la promiscuidad sexual y el libertinaje, el neopaganismo imperante, o sea, con la Gran Apostasía que se vive en la sociedad y en la Iglesia, tolerada, sin duda, por tantos pastores de la Iglesia que son, no ya pastores, sino lobos disfrazados con piel de cordero, o lo que es lo mismo, artífices de la Demolición eclesial.
Por lo demás, ni que señalar que si me pusiera a enumerar los casos de nepotismo, favoritismo, tráfico de influencias y mundanismo tolerados por ciertas autoridades…
Entonces, así las cosas, si “conociendo el pelaje de ese otro Paco y el de su chambelán, Quijotario, cualquier acto de desprecio y de ignominia que los susodichos perpetraran contra el prójimo, no me extrañara lo más mínimo” (son las entrecomilladas, palabras que hace apenas un par de años pronunció aquí mismo en esta bitácora uno de los 5 foristas más asiduos y brillantes de esta Cigüeña de la Torre), ¿para qué serviría un acto de desagravio por causa de ese acto blasfemo en el Carnaval de Las Palmas, en una diócesis como la de Canarias?
¿Hipocresía?, ¿maquillaje?, ¿tratar de salvar los muebles a base de salvar las apariencias? Todos los católicos militantes que conozco canarios “humillados, ninguneados y despreciados” por “ese otro Paco y su chambelán”, ¿cómo aprehenderían ese posible acto de desagravio por causa de la blasfemia contra Cristo y la Santísima Virgen ocurrida en la Gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas, ayer lunes 27 de febrero de 2017?
Por tanto, mejor consolémonos, por si acaso, con estas palabras de san Atanasio: “Ellos tienen los templos, pero nosotros tenemos la fe”.
1 de marzo, 2017. Luis Henríquez Lorenzo: profesor de Humanidades, educador, escritor, bloguero, militante social.
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